𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒

Sede Del Parlamento.

El bullicio en el consejo de Valhalla era insoportable habían demasiados dioses mucho más que en las décadas pasadas. Lafne aburrida de tanto parloteo comenzó a observar tal vez no a todas las caras de los miles de dioses presentes pero si la mayoría, viendo rostros horribles, abominaciones, seres insignificantes y perdidas de tiempo no los conocía a ninguno pues era su primera vez asistiendo a ese acontecimiento gracias a su abuelo Zeus. Comenzó a fantasear al imaginar como podría derrotar a cada uno de esos dioses "Omnipotentes" con tan solo dos o 3 movimientos sin siquiera tener que mover un dedo. Río por lo bajo y no se resistió en darse mérito por lo magnífica que era tanto en habilidades, fuerza y como Diosa ya que había sido el inicio o el impulso de millones de guerras que causaron desastres en la humanidad, millones de conflictos menores entre los humanos también trayendo tristeza e incluso miseria a sus vidas y eso le nutria todo su ser.

Derrepente alguien la sacó de sus pensamiento, bueno no sólo a ella. Zeus había tocado su martillo en el podio a su lado llamando la atención de todos.

-Bueno, entonces-Alzó la voz al notar que el silencio reino entre el público- Escuchenme todos, mil años han pasado desde que nos reunimos aquí. Empecemos con la conferencia.

Zeus, el dios del cielo o el trueno. Mejor conocido como "El padre de los dioses y los hombres" gobernador de los dioses del olimpo y el que supervisa el universo pero a los ojos de Lafne era solo un viejo bastardo, nefasto y pervertido capaz de hacer lo que sea para estar con quien llame su atención incluso convertirse en animales o criaturas extrañas. A pesar de ser su abuelo la relación entre ellos era más chocante que otra cosa pues Lafne sabía que sí era capaz de tenderle la mano Zeus le arrancaría una pierna.

-Una vez cada mil años los Dioses nos reunimos para organizar una conferencia. La conferencia de la supervivencia de la humanidad.- Lo escucho hablar nuevamente y esta vez se dedico a mirarle. Debía admitir que a pesar de ser un viejo demacrado y con una apariencia esquelética se veía bastante imponente desde su asiento rodeado de ese dragon y que ocultaba más poder de lo que se podía ver, los años le pasaron facturas.- Acerca de la supervivencia de la humanidad para los próximos mil años ¿Deberíamos perdonarlo -Zeus levantó primero un letrero con un rombo en medio- o deberíamos acabar con ellos?- Seguido del primero levantó el letrero que dejaba ver una gran cruz en señal de desaprobación.-Muestren la voluntad de los Dioses.

Lafne automáticamente levantó su letrero antes que cualquiera en señal de desaprobación a la supervivencia de la humanidad de sus labios dejó un "Aquí tiene" refiriéndose a Zeus pero alguien había pensando exactamente lo mismo. Aquella voz retumbó en la cabeza de Lafne llamando su atención y encima de una de las mesas llegando al primer piso se escucho también un "Si, aquí tienes" que provino de Shiva, Dios de la destrucción. Los demás dioses miraban atentos y en silencios pues había decidido pensar sus respuestas y esperar a que tal vez alguien más opinará.

-Causemos el apocalipsis, ¿Le parece bien Diosa del Orgullo? -Esto último lo dijo dirigiendo su mirada a Lafne. El torso marcado de Shiva se deslizaba por la mesa delante de su asiento denotando aún más su abdomen marcado y demás músculos. A pesar del orgullo que habitaba su ser Lafne era una dama después de todo y no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de rojo, Shiva al notar esto le sonrió más ampliamente.

-¿Y tú eres? -Preguntó la Diosa en respuesta tratando de disimular la coloración en sus mejillas. Su semblante serio no abandono su rostro en ningún momento al final de cuentas su pregunta fue honesta llevaba poco tiempo en el olimpo no más de 6 mil años, conocía poco de las distintas sociedades y los dioses que habitaban en ellas.

-Por lo que he visto durante todos estos años-Continuó el moreno-La humanidad no tiene intenciones de arrepentirse, intentar guiarlos es una verdadera molestia.-Dos de sus 4 brazos levantaban los letreros en desaprobación de la supervivencia de la raza humana.- Después que los eliminemos tratemos de hacer evolucionar otro animal.