Reencuentro.

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La pelinegra mantuvo el paso rápido, lo suficiente para subir con rapidez las grandes escaleras que guiaban a su habitación entrando en ella y cerrando la puerta tras su espalda. Se dejó caer en esta deslizándose hasta el suelo.

-¿Que diablos me pasa? -Se preguntó con desdén, en ese momento estaba dejando de conocerse a sí misma. Su actitud se estaba debilitando por un número de acontecimientos extraños que se estaban saliendo de su control, un control que había mantenido por años.

Si sus 14 hermanos y madre la vieran tal vez sentirían vergüenza de ella, era una mujer fría, despiadada, calculadora y fragmatica. Mujer que fue capaz de matar a su propio padre a costa de poder y en ese momento se estaba sintiendo mal por la desaprobación de alguien que ella había despreciado. Tal vez Eris no tenía tan poca razón en que tenía el alma de sus 14 hermanos dentro de ella y partes de estos se estaban materializando en algún que otro sentimiento, su hermana Ate debería llegar y matarle.

"No tienes tiempo para tener ningún tipo de sentimiento por nadie." Su mente reproducía una y otra vez esa frase como una plegaria pero era como si la frase a mitad se quedará estancada pues la imagen de Thor aparecía repentinamente. Esta bien, tal vez por Poseídon sentía ira, odio e incluso se podría decir que tenía cierto tipo de rivalidad con él, eso tal vez le daría un impulso para mantenerse firme y volverse más fuerte e incluso buscar venganza más adelante pero... ¿Por Thor que sentía? Con solo verle en el jardín sintió ganas de huir y ella no huía nisiquiera de enemigos que eran más fuertes, preferiría morir en combate. Las mejillas le ardieron cuando él tomó su cabello y se acerco levemente y a pesar de tener una apariencia tan poco común Thor era el único Dios que no le desagradaba a la vista.

Se puso de pie, la cabeza le daba vueltas pero no se dejó caer. Las prendas de seda blanca se deslizaron de su delgado cuerpo cayendo al suelo y fue casi corriendo al baño. Bajo la ducha tal vez el pensamiento del pequeño choque con Poseídon había disminuido bastante pero aún con el agua caliente que quemaba Thor no desaparecía de su mente, era una tortura. Tomó algo para secar se cuerpo y así como había nacido del vientre de su madre se recostó entre las sábanas de seda amarilla de su gran cama. Debía a partir de ahora mantener su distancia con el Dios del Trueno si quería mantenerse fuerte, ni podía permitirse que sentimientos que no fueran odio, venganza, maldad, egoísmo entre otros se interpusieran en su camino.

El sueño la comenzó a invadir hasta rendirse totalmente, pero el sueño duró poco. Dicho sueño fue interrumpido convirtiéndose en una siesta, los toquidos de la gran puerta de su habitación retumbaban en su craneo, era como si todo se le moviera de mala forma. Abrió sus ojos mirando directo al techo y otro toquido no se hizo esperar, volteo y sintió la entrada tan lejana.

Finalmente se puso de pie, se deslizó por la cama "Dame un momento" dijo a la nada y tomandose un tiempo para arreglarse, ponerse algo, de paso verse en el espejo y quitar arugas de su vestido se dispuso a abrir. Se encontró con los ojos oscuros de Hermes mientras embozaba una sonrisa amable.

-Alguien la espera Diosa... -Dijo estirando su brazo izquierdo en la misma dirección.

-Espero que sea alguien importante Hermes, estaba tratando de dormir.

-Me sorprende que duerma mientras se realiza el Ragnarock y me resultó extraña su ausencia durante la última batalla.

La diosa mantuvo el silencio, se había retirado por que estuvo consiente de que su abuelo Poseídon iba a ser el siguiente. No tenía una buena relación con él eso todo el parlamento lo sabía y no quería tener nada que ver con el tirano de los mares, pero de haberse imaginado que perecería en batalla se hubiera quedado. Ahora por su mente no deja de pasar el como y el porqué un humano fue capaz de ganarle mi tampoco como Nihil fue capaz de revivirle.

-Fue un error haberme ido Hermes, pero es ahora que caigo en cuenta de eso.

Hermes volteo a verla, paro en seco y la miro atentamente. El rostro de la pelinegra era tranquilo pero a pesar de eso él sabía que había algo más que la carcomia debajo de ese caparazón.

-¿Supiste de los resultados?

-Si, Loki me lo dijo todo y para serte honesta no le hubiese creído pero me llevo ante él. Lo vi. -Lafne rodeo a Hermes y emprendió camino a paso lento como si supiera hacía donde iba o si supiera donde estaba quien la esperaba.

-Pero no todo son malas noticias, la Diosa Hil se interpuso en los resultados trayendolo devuelta.

-No me recuerdes esa desgracia Hermes, gracias. -La ojiverde volteo su cabeza para verle con asco.-Debo admitir que la habilidad de la Albina es destacable pero si me hubieran dado elegir hubiese preferido que el polvo del Tirano fuera directo al Neifhell y no volviera.

-Lo lamento Diosa, se que tiene sentimientos encontrados pues es una perdía y un reencuentro a la vez. Debe de estar confundida de como se siente.

Pues así era, pero Lafne no lo admitirá nunca no podía poner su orgullo por debajo.

-No te lamentes, eso quiere dejar dicho que sientes pena de mi y yo no necesito la pena de nadie Hermes. Creo que eso ya lo sabías además a pesar de mi preferencia anteriormente mencionada no me. importa si esta o no esta "Él" no me afecta en nada. Ahora guiame, esta vez quiero volver al Ragnarock.

𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora