Divinidad Malefica

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Eris la divinidad de índole maléfica o mejor conocida a sus atribuciones desastrosas a la humanidad. Discordia. Se unió con el titan Éter para traer una descendencia de espíritus divinos convertidos en el mal puro, personificaciones nefastas de los males que atormentan la humanidad.  Hijos malvados a los que llamó Ponos, Lete, Limos, Algos, Hisminas, Macas, Fonos, Adroctasias, Neikea, Pseudologos, Anfilogías, Disnomia, Ate, Horcos... Hijos que luego fueron conocidos por lo humanos como la pena, el olvido, el hambre, el dolor, las disputas, las batallas, las matanzas, las masacres, el odio, las mentiras, las ambigüedades, el desorden, las ruinas y los juramentos. Trajeron destrucción y discordia tal como lo hizo su madre por si sola.

Durante milenios se mantuvieron siendo catorce hijos, milenios que sirvieron a Ares el hermano querido de Eris en sus batallas trayendo satisfacción y victoria.

Catorce hijos hasta que Eris quedo embarazada nuevamente y por última vez.

Producto del frenético deseo y la sorpresa que tuvo Anteo al no haber podido matar a Eris consumo junto a ella dejándola embarazada trayendo al mundo a una hermosa niña a la cual él llamo Lafne.

Eris abandono a la bebé dejándola con su padre al saber que si sus otros hijos se enteraban del nuevo nacimiento y a raíz de sus celos matarían a la criatura pues "La Diosa del Orgullo y soberbia" Había nacido, el pilar faltante de la descendencia del mal que traería más enfrentamientos y guerras, esa que era capaz de quitarle la humildad a cualquier ser, endurecer los corazones de los guerreros y hacerlos tomar malas decisiones a los pocos inteligentes al confiarse mucho de sus habilidades.

Anteo el gigante termino de criar a la pequeña volviéndola una gran mujer de fuerza y determinación a pesar de la complexión física similar a la de su madre pero, algo que él nunca se imagino era la maldad que crecía en el corazón de su pequeña. Lafne siempre vio a su padre como su inferior a pesar de su gran fuerza y de ser un gigante a diferencia de ella que nunca desarrolló este tamaño singular, al ser su única hija Anteo alimentaba esto malcriandola incluso poniéndola por encima de su esposa Tingis. El gigante fue asesinado indirectamente por ella quien se unió con Heracles dándole explícitos detalles de como poder derrotar a su padre, todo por los celos de las habilidades de fuerza que el tenía y por el pensar de que "Nadie era lo suficientemente bueno para siquiera compararsele" se introdujo en las entrañas de su padre así adiquieron una habilidad la cual ella llamó "Luz cegadora del Orgullo"

Eris milenios después pasándose nuevamente por esos lares se encontró con su viva imagen, su hija una ya gran mujer de piel tostada, con un largo cabello negro ondulado que baja por sus hombros y descansaba al final de su cintura. Tenía una expresión impasiva, un rostro casi angelical que a Eris no le causaba miedo pero que a cualquiera le causaría el mayor temor pues a pesar de tener una belleza inigualable y un rostro con una sonrisa hermosa dicha sonrisa transmitía un aura sombría y macabra, ocultaba planes malévolos y una soberbia incapaz de ser pisada por un cualquiera.

—Mi quinceava hija, bienvenidas seas "Diosa del Orgullo y la Soberbia" Monarca eres, te apoderadas de los corazones de hombres de poca mente y débiles que morirán por confiados y volverán a levantarse por la vergüenza de que su orgullo sea herido. Iras por el mundo guiando las batallas más insanas y bárbaras nutriendote del orgullo de los ganadores y devorando los corazones de los que han perecido.—Eris alzó su voz entre la brisa marina que era casi lo único que podría escucharse entre ambas.

Admiro como Lafne embozo una leve sonrisa y se giraba para mirarle con unos ojos macabros.

—Supongo que la mismísima oscuridad tuvo miedo de mi ¿O no madre? ¡MIEDO DE TODO ESTE PODER QUE EXISTE EN MI!— Su cuerpo se inclino hacia atrás mirando hacia el cielo, una risa frenética salía de sus labios a la par que una luz de su pecho, luz que se materializaba en un látigo mismo que Lafne tomo.—Mi única petición madre, supongo que es lo único que puedes hacer después de haberme abandonado y no creas, no me importa mucho no te necesito pero llévame al olimpo una Diosa no debe de estar en este mugriento lugar.

𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora