Orgullo.

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El sonido de los tacones de la valquiria mayor resonaban en el silencio absoluto dentro del corredor de la arena sus hombres estaban relajados pero su mente no dejaba de dar vueltas. No podía perder el tiempo debía ir directo a revisar los expedientes y hacer una buena elección.

—El insufrible orgullo de los dioses no les permitirá perder dos veces seguidas. La siguiente batalla es una que no pueden perder, estarán dándolo todo.

—¿A quien crees que enviaran hermana? —Preguntó Geir a su lado quien trataba de apresurar el paso para alcanzarla.

—A mi... —Ambas Valquirias pararon en seco ante aquella voz tan conocida y la gran presión que repentinamente se apoderó del ambiente. Se encontraron con una figura musculosa, de gran tamaño e imponente y por aquel color de pelo tan peculiar era imposible no saber quien era.

Geir al notar de quien se trataba se abalanzó contra el hombre un semblante ofensivo dispuesta a dar lo que parecía ser un ataque. El contrario la recibió entrelazando su gran y trabajo brazo con el de la mejor. Ambos sonrieron con alegría ante la presencia del otro.

—Hermano Hércules—Agregó Geir con brillo en sus grandes ojos.

—Haz crecido bastante Geir—El pelirrojo entre risas acaricio el rubio pelo de la menor la cual se sujetó con fuerza de su brazo, este lo levantó dejando a Geir suspendida en el aire en un juego divertido.

—Ha pasado tiempo... Hermano Hércules—La voz suave de Bruhilde fue acompañada de una leve reverencia en forma de respeto.

—Seguro que sí Hilde, sigues tan educada como siempre.

Hércules, era el nombre en la mitología romana del héroe de la mitología griega Heracles, siendo una metátesis del nombre griego. Era hijo de Júpiter, el equivalente romano del dios griego Zeus, y la mortal Alcmena. Llevó a cabo doce grandes trabajos, llamados "Los doce trabajos de Heracles" y fue divinizado.

—Me alegra que te veas tan saludable como siempre y estoy seguro que te haz hecho más fuerte.

La amabilidad de Hércules era digna, pero Bruhidfe no tenía tiempo para eso no ahora.

—Hablando de eso... Lo que dijiste, eso significa que.

—Si, yo seré el siguiente que peleará.

Ambas mirado chocaron causando una tensión incomoda en el ambiente, por la mente de la valquiria mayor solo pasaban dos cosas con claridad "¿Por qué él y quién sería una buena elección para entregarle?" Se arrodillo nuevamente ante el Dios griego para luego mirarle con una media sonrisa.

—Aunque no estoy en posición de decir esto... Te deseo buena suerte.

—Si, lo mismo para ustedes.

Bruhilde sabía que los deseos de Hércules eran puros y sinceros. Platicaron un poco más o mejor dicho Hércules y Geir jugaron un poco más era fantástico ver como la pequeña se ponía tan enérgica cuando Hércules estaba presente pero no podía durar para siempre Hércules emprendió camino y subiendo por una de las grandes torres en busca de alguien antes de dirigirse al parlamento un sonido extraño llamo su atención.

—Te vi, te llevas muy bien con las Valquiria ¿No es así Hércules?— Loki hizo acto de presencia con su sonrisa divertida similar a la de un gato.—Ah ya veo... Aunque nuestros panteones pueden estar lejos geográficamente ambos están llenos de semidioses mediocres.

Las palabras de Loki no tenían otro propósito que ser como cuchillos helados dispuestos a hacer cortes limpios, el pelirrojo mantuvo su mirada baja y su rostro duro como la roca. El Dios del engaño levitando de cabeza se encontró con los ojos azules del Dios griego quien mantenía esa expresión antipática tan poco usual en él.

𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora