𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒

Salvación Prometida.

Hercules no estaba dispuesto a perder su ferocidad levanto su gran garrote ante los cielos lanzandolo hacia Jack, la figura felina que yace en el garrote se distorsionaba de apoco por la velocidad y fuerza del movimiento del pelirrojo. El garrote no llegó ante Jack si quiera cerca, se dirigió a lo mas alto de la arena distorsionando la realidad.

Jack admiraba aquella escena con intriga y una risa tranquila, un gran agujero oscuro se hizo presente junto a un estruendo. Hércules alzó su brazo izquierdo y especto: "Ven aquí, sabueso de Hades" causando que a más de uno se le helara la piel. Una gran brisa movió todo con gran velocidad y unos truenos de color oscuros descendían hacía la arena.

Lafne a diferencia de quienes lo acompañaban se acerco a la barandilla del balcón dejando que la brisa chocará delicadamente por su piel, su cabello negro y brillante revoloteaba en una danza hipnotica. Estaba maravillada por tal poder, conocía de dicha técnica pero jamás la había presenciado y le resultó tan envolvente. Hermes, Ares y Zeus no quitaban su atención del poder de Hércules y se preguntaban que sería del humano ahora pero Loki mirando a la pelinegra con curiosidad se acerco a su lado mirando su rostro sonrojado con extrañeza esta ni noto su presencia, pudo ver en los profundo de esas esmeralda la sed y el deseo de destrucción fue cómo ver todas las guerras que ella nunca presenció. Hija de Eris, no había ninguna duda solo un caos como el que pasaría ahora podria maravillarla de tal forma.

En el gran agujero oscuro, entre aquellas nubes figuras de agonizantes humanos eran visibles, los gritos de aquellas almas en pena podían escucharse y era algo tan peculiar. Pero el Dios del engaño sintió algo más, un peso en los hombros de una mirada. En la otra punta del enorme balcón que cada sección era dividida por frondosas cortinas y paredes, casi en la rotonda diviso el cabello cereza de su hermano.

El Dios del trueno se recostaba de la pared cómodamente mientras disfrutaba de la silueta femenina de la Diosa, aparentemente no había notado su presencia. Su rostro se mantenía sereno carente de emoción pero por como lo conocía tenía todo perfectamente claro. Repentinamente el pelirrojo de ojos dorados cambió su mirada mirándolo fijamente, sus cejas se levantaron levemente sin cambiar su semblante serio y se perdió en la oscuridad de la habitación.

—No me digas que ese es... —Agrego Ares haciendo que Loki volteara a verle.

—Así es Ares.—Lafne igualmente volteo para sonreírle esta vez macabramente.— ¡¡ES CERBERO, EL SABUESO DE HADES!!—A las palabras de Lafne salir de sus labios el rugido de un animal ensordecedio a todo el parlamento, parecía como si ella lo hubiera invocado.

La tormenta oscura en el cielo abrio un agujero vacío y tres cabezas de unos grandes perros salieron del mismo con grandes dientes y de seis ojos cada uno. Dos de ellos mordiendo los brazos de Hércules mientras el tercero habría su gran osico tras él deborandolo de un bocado.

Escombros se levantaron del suelo por el gran golpe provocado por las mandíbulas del gran animal y el impacto, una gran nube de polvo cubría totalmente la escena y muchos se preguntaron por un momento si era el fin de Hércules. Pero no todo estaba perdido la nube polvorienta desapareció dejando ver a Hércules intacto pero no todo podía ser bueno el tatuaje que le arrebataría la vida a Hercules si no estaba en todo su cuerpo solo faltaría un poco para cubrirlo por completo.

—De ahora en adelante es una batalla contra el tiempo.—El rostro de Zeus era pensativo mientras miraba la pantalla que me dejaba ver el rostro de Hércules.

—¿El tiempo?—Preguntó Loki.

—Esa habilidad otorga una gran capacidad destructiva sin embargo, también desgasta al usuario en la misma medida...—El rostro de Zeus demostraba preocupación a flor de piel.