-Y ahora empezaremos el torneo que decidirá el destino de la humanidad ¡¡Ragnarock!! Y para empezar tenemos un tremendo combate ¡¡El Dios más poderoso contra el Humano más fuerte!!
El pelinegro que se hacía llamar Lu Bu Housen no tardó en desmontarse de su caballo y al empuñar su arma los alaridos de sus seguidores le hicieron doler los oídos a todos los Dioses del parlamento. Algunos lloraban, otros festejaban con bebidas y cantares; tampoco podía faltar los insultos de parte de los humanos al Berserker del trueno y las palabras de aliento para Lu Bu incitando que matara al Dios.
Por otro lado en la cima del parlamento Geir y Bruhilde observaban el ring atentamente. La rubia tenía una cara serena pero a pesar de eso se podía ver reflejado una preocupación que no podía abandonarla.
-Hermana Bruhilde ¿Lu Bu tiene alguna oportunidad?
-Los humanos no pueden derrotar a los dioses ¿Eso es lo que piensas Geir?
La menor sorprendida por la respuesta de su hermana mayor se puso totalmente nerviosa y tartamudeando no sabía exactamente que responder por otro lado la valquiria mayor posó su mirada al frente, su rostro estaba cubierto de calma y de seguridad pues ella sabía que a pesar de que los humanos tal vez no podían vencer a los dioses y que de eso ellos estaban seguros, la seguridad de los dioses era la misma que podría traerle la victoria a ella y a la humanidad.
-Y estoy segura de que es lo mismo que piensan todos los dioses. Pero es justamente la razón por la que la humanidad tiene posibilidad de poder golpear a los dioses que se cagaban en ellos desde arriba.
Pero el combate continuaba, Heimdall sonó el cuerno finalmente dando un inicio oficial del enfrentamiento de los dioses y los humanos. El sonido de las armas de los combatientes retumbó por todo el parlamento causando un sobresalto increíble entre todos pues ambos habían bajado sus armas, Heimdall continuaba narrando todo lo que acontecía. Ambos combatientes bajaron la guardia y comenzaron a acercarse lentamente era algo que nadie esperaba, los Dioses y los humanos miraban con intriga lo que pasaba pues era básicamente imposible saber quién iba a dar el primer ataque.
Lafne había apostado con Hermes los mejores manjares por una semana sin quejas a que el primer ataque lo diaria Lu Bu y como si tuviera el poder de saber el futuro así mismo paso. Lu Bu levantó su arma en un ataque frontal tratando así con su primer movimiento derribar y aniquilar a su oponente pero no olvidemos que estamos hablando de un Dios. El Dios del trueno esquivo dicho ataque utilizando su martillo y el contrario al mirar el rostro de Thor a través del Mjolnir todo impasivo y tranquilo se llenó de ira poniendo mucho más fuerza en su ataque haciendo que El Dios del trueno saliera levemente disparado. Los ojos de Lafne se abrieron al ver como el humano tan fácilmente había hecho mover al Dios.
-Tranquila mi querida Diosa, la batalla apenas empieza.-La voz de Hermes interrumpió su concentración pero ella no aparto la vista de la batalla no quería perderse nada.
Pero su tío tenía razón ella no podía predisponerse a los acontecimientos cuando la batalla apenas había empezado. Lu bu intentó nuevamente dar un ataque directo esta vez de frente y Tomó impulso con su martillo blandiendolo hacia él, el pelinegro logró bloquear el ataque y en el rostro del dios del trueno se puso captar una impresión palpable.
Los dos pensaron que el enemigo que tenían frente a ellos era el primero en resistir su primer ataque en mucho tiempo, ambos estaban Igualados y se miraban fijamente a los ojos. La Diosa del orgullo al ver la destreza de los movimientos de Thor y la la carencia de miedo en el humano sintió emoción y dejó salir su primera sonrisa, ella era una aficionada de las matanzas, guerras y batallas pues había sido creadora de muchas y espectadora de otras aparte de que era hermana de los mismísimos creadores orgininales de las mismas.
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𝐃𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 || 𝑆ℎ𝑢𝑢𝑚𝑎𝑡𝑠𝑢 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑙𝑘𝑦𝑟𝑖𝑒
Fanfiction''𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙝𝙚 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙣𝙞𝙣𝙜𝙪́𝙣 𝙢𝙤𝙧𝙩𝙖𝙡 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙨𝙪𝙥𝙚𝙧𝙞𝙤𝙧, 𝙨𝙤𝙮 𝙡𝙖 𝙪́𝙣𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙞𝙫𝙞𝙣𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙣𝙚𝙘𝙚𝙨𝙞𝙩𝙖 𝙤𝙛𝙧𝙚𝙣𝙙𝙖𝙨. 𝙇𝙖 𝙦𝙪𝙞𝙣...