Tokyo Revengers | One Shots

𝐒𝐚𝐧𝐳𝐮 𝐇𝐚𝐫𝐮𝐜𝐡𝐢𝐲𝐨 (+𝟏𝟖)

Advertencia: Lemon.

Queria un capitulo de lemon con sanzu, donde igual mostrara su lado tierno, y creo que este capitulo esta perfecto.
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Sabes que es un movimiento completamente idiota. Ya eres consciente de que te estás hundiendo en una desagradable angustia, pero ¿qué hiciste todavía? Continúa persiguiendo a Sanzu Haruchiyo aunque sepas que no eres el tipo de persona a la que suele perseguir.

Eres más joven que él, demasiado suave para él, demasiado jodidamente amable para él y todo lo que es lo opuesto a él. Eres suave en los bordes mientras que él es áspero todo el tiempo. Y eso es exactamente lo que te dijo cuando le confesaste lo que sientes por él.

Reuniste tu coraje, tu voluntad, te tragaste la vergüenza y el miedo solo para poder decirle que realmente te gusta mucho. Solo para que él te niegue con la cabeza y te diga en un tono condescendiente que no iremos bien juntos, dulce muñeca.

¿Pero te detuvo? No. Empeoró. Escuchar a Sanzu llamarte "dulce muñeca", verlo hacer acciones que te hacen enamorarte de él aún más y esperar por más tiempo, patea por completo el costado tuyo que te dice que deberías haberlo escuchado.

Sanzu ya te lo dijo. Sin embargo, estás demasiado cegada por tu adoración hacia él que te hizo hacer cosas que no sabías que eras capaz de hacer.

¿A dónde te llevó tu gusto por él? Una de las fiestas de Bonten. Conocer a Sanzu resultó en que conocieras a los otros miembros de la pandilla. Koko ha sido especial en acompañarte en las fiestas que están celebrando como ahora.

Y asistir a la fiesta te llevó a la situación en la que te encuentras ahora: dentro de la habitación privada de Sanzu, luces tenues cubriendo toda el área mientras el piso retumba un poco debido a los parlantes instalados en las esquinas más alejadas de su piso.

Estás sentada en su regazo mientras puedes sentir su pulgar acariciando lentamente la piel de tus muslos. Su mirada de párpados pesados ​​se fija en la tuya encima de él. Sanzu no puede evitar sonreír después de ver el estado en el que te encuentras. Ya lo estás perdiendo por los disparos que has derribado antes y por las escopetas que le sacaste.

Nunca has experimentado algo como esto. Pero cuando se trata de Sanzu, es como si estuvieras tirando todo por la ventana solo para verlo mirándote como te está mirando ahora mismo. Como si hubieras colgado las estrellas y la luna en el cielo.

Parpadea dos veces, tu cabeza se nubla después de inhalar el humo que sale de los labios de Sanzu. Pusiste tu mano en la camisa que lleva puesta mientras te retuerces un poco encima de él que lo tiene gimiendo en voz baja.

Aprietas la nariz, la cabeza cuelga un poco hacia abajo. Sanzu puso el porro entre sus labios mientras mete un dedo debajo de tu barbilla para mirar tu rostro correctamente.

-¿Estás bien, muñequita? -Pregunta en voz baja y ronca, levantando la mano para quitarse el porro entre los labios.

Frunces los labios y los ojos se cierran por un segundo para aliviar la confusión dentro de tu mente. Cuando los abriste de nuevo, tu mirada se encontró con la mirada de Sanzu clavada directamente en ti. No sabes si es el licor o el humo que has inhalado antes, pero algo estalló dentro de ti.

Abrumaba todo tu cuerpo, corriendo por tus venas y antes de que te dieras cuenta, te empujaste más cerca del cuerpo de Sanzu mientras enterrabas tu rostro en la curva de su cuello.

-Me gustas tanto... -Murmuraste en su piel, acariciando tu rostro más cerca de él.- Me gustas tanto, Haru...

-¿Si? -Sanzu se rió entre dientes, colocando una mano en tu espalda mientras la frotaba suavemente. -¿Te gusto mucho, dulce muñeca?