𝐑𝐚𝐧 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 (+𝟏𝟖)

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Advertencia: Lemon

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Tu novio, Ran Haitani, había caído en la cárcel por unos problemas con su pandilla, sabías que saldría pronto, el se las ingeniería, pero por el momento llevaba unos meses dentro, y lo extrañabas bastante.

—Tiene una llamada por cobrar de Ran Haitani, ¿acepta los cargos ? -Dijo el operador y rápidamente tocaste el fondo para conectarte con tu novio. No has sabido nada de él desde que lo arrestaron y por alguna razón estás ansioso por hablar con él.

-Hola, guapa. -Dijo Ran por el otro lado y sentiste mariposas en el estómago. Su voz parecía mucho más profunda de lo habitual y te hizo frotar tus muslos.

-Hola, Ran, ¿cómo has estado? -Preguntaste, recostándote en tu colchón y poniéndote cómoda.

-Hm, estoy mejor desde que estoy hablando con mi chica favorita. -Dijo que se notaba que tenía una sonrisa maliciosa en su rostro y de hecho la tenía. -¿Cómo has estado? ¿Sigues trabajando duro en la universidad? -Hizo preguntas, apoyado contra la pared pintada de su unidad. Sonreíste.

-Por supuesto que sigo trabajando duro. Tengo tantas tareas pendientes y no he terminado ninguna de ellas y tampoco he podido dormir. La universidad es agotadora y estoy muy cansada. -Ran se rió entre dientes a través del teléfono.

-Te dije que si tu quieres puedes renunciar y yo cuidaré de ti.

-¿Cómo? ¡Actualmente estás en la cárcel! -Le recordaste.

-Tengo mis conexiones, ¿acaso olvidas quién soy? -Pusiste los ojos en blanco ante su arrogancia y te mordiste el labio inferior

-Sé exactamente quién eres, Ran.

-Ja, será mejor. -Dijo, de repente se dio vuelta para ver si había alguien detrás o alrededor de él y no había nadie alrededor porque la mayoría parecía estar en la televisión o en sus celdas. Bien, pensó para sí mismo.

-Dime, princesa, ¿qué llevas puesto ahora? -Preguntó Ran, su voz baja y casi seductora.

-Oh, um, un camisón rosa. -Ran se lamió los labios y su mano bajó hasta su miembro vestido.

-Mierda, niña, si estuviera allí, arrancaría esa mierda en un abrir y cerrar de ojos. ¿Llevas bragas? -Sus palabras hicieron palpitar tu coño.

-No, no tengo nada puesto. -Dijiste casi en un susurro, comenzaste a imaginar a Ran arrancándote la bata y jugando con tu coño desnudo.

-¿Sí? Sé una buena niña y juega conmigo. -Ran murmura, su mano apretando su miembro endurecido y vestido.

-Mmh. -Gemiste suavemente, tus dedos tocaron tu coño desnudo y se deslizaron lentamente entre tus pliegues húmedos. Cerraste los ojos, imaginando los dedos largos y delgados de Ran allí abajo. Te haría correrte en cuestión de segundos solo con sus dedos y después de que te corrieras en sus dedos, te haría lamerlos.

-Háblame, cosita bonita.

-Joder, Ran, desearía que estuvieras aquí... te extraño mucho. -Murmuraste, tus dedos se deslizaron dentro y fuera de tu coño empapado. Ran sonrió y se lamió los labios.

-También te extraño, bebé. -Se acaricio el miembro, sabe que está goteando pre-semen pero no le importa. -Sabes que si estuviera allí, te cuidaría. Primero tocaría ese coño húmedo, te haría correrte hasta el punto de que tus piernas estuvieran temblando. -Sabes que no sólo habla para oírse hablar, sino que lo ha hecho muchas veces antes. -Entonces te daría esta polla... te gustaría, ¿no, princesa? Yo estirando ese apretado coño mientras te corres encima mio. Joder, estoy botando semen sólo de pensar en ello. -Ran dice por el otro lado. En este punto, no le importa quién lo vea o lo escuche. Bueno, no es como si alguien fuera a cuestionarlo porque él es, junto con su hermano, Rindou, son los más temidos dentro de la unidad.

-¡Dios, Ran, sí! ¡Lo quiero mucho!

-Lo sé, qué lindo, lo sé. ¿Estás cerca, bebé? -Asentiste con la cabeza, aunque él no podía verte.

-Mmm... ¡sí! ¡Estoy tan cerca! -Ran reprime un gemido.

Ran se ríe entre dientes y cuando estaba a punto de decir algo, entra el guardia.

-Haitani, vuelve a tu celda. Estamos revisando los módulos y necesitamos hacer un recuento.

-Dame un segundo.

-¡Ahora, Haitani! -El guardia le grita antes de salir para buscar otro guardia para hacer un recuento.

Ran simplemente chasquea la lengua. Sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que el guardia regresara, así que necesitaba hacerlo rápido.

-Dime, linda, ¿todavía me imaginas allí? ¿Yo tocando ese lindo coño y follándote hasta que te tiemblan las piernas y ruegas por alcanzar tu orgasmo?

-¡Mmm, sí! -Tu voz casi sonó como un grito y él estaba disfrutando de eso. Ran reprime un gemido.

-No sabes lo mucho que te deseo en este momento, desearía meterte mi polla ahora mismo, mientras me suplicas y te retuerces por más.

Lo sientes, ese nudo en tu estómago se va apretando y casi a punto de romperse.

-Rannnn... ¡estoy apunto!

-Mierda, bebé. Déjalo ir. -Ran arrulla, frotando su polla con el sonido de tu respiración entrecortada mientras te deshaces en el otro extremo. Tus muslos tiemblan cuando tu orgasmo te golpea como una ola, bañándote por todas partes. Ran escucha tu respiración mientras te calmas desde tu euforia, él sabe que eres un desastre en este momento y Dios, si tan solo estuviera allí para ver la expresión en tu rostro. -¿Estás bien, princesa? -Él pregunta.

-Mmhm, estoy bien. -Respondes, todavía bastante mareada por tu orgasmo.

El guardia anterior regresa a la unidad con otros dos a su lado, preparándose para el recuento y revisando las celdas.

-Mierda, los guardias han vuelto, así que tengo que irme, cariño.

Un gemido escapó de tus labios cuando Ran te dijo esas palabras, sabías que tenía que irse en algún momento u otro, pero deseabas que no tuviera que irse ahora. Una sonrisa maliciosa aparece en los hermosos rasgos de Ran, tus quejas son tan lindas para él. -Te llamaré pronto, está bien, linda... -Y con eso, colgó el teléfono y la llamada se cortó.

Mantuviste el teléfono cerca de tu oreja durante unos segundos antes de dejarlo a tu lado. Finalmente suspiraste decepcionada porque ni siquiera pudiste besarlo por teléfono antes de que colgara.

Tokyo Revengers | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora