—Te vas a enfermar. —Una voz extranjera filtra tus pensamientos, el tono privado de cualquier emoción y miras hacia arriba desde donde simplemente mirabas el pequeño río de lluvia que viaja hacia el desagüe del alcantarillado junto a la acera.—
—Déjame en paz. —Dices, mostrando un tono similar a cómo hablaban, aunque con más actitud para que pudieran adivinar lo que querías en este momento; algún tiempo a solas.—
La persona en cuestión se burla y levanta el brazo para tirar de la capucha de su chaqueta. Ah, un chica, "genial" fue lo que pensaste antes de desviar la mirada hacia algún lugar que no fuera el tipo que estaba frente a ti.
—Lástima, ¿no es así? —Ninguna respuesta. simplemente se sentaba sobre concreto húmedo con las rodillas contra el pecho, los brazos abrazando las piernas y la barbilla apoyada contra las rodillas. sí, lamentable definitivamente parece encajar con tu imagen.—
La chica dejó escapar un suspiro exasperado, titulando la parte delantera de su paraguas para que se cerniera sobre tu cabeza.
—No soy tan desalmada como para dejar a alguien guapa como tú bajo la lluvia. —Te dice, volviendo a ponerse la capucha para cubrir los mechones de cabello.—
Ella se inclina, deslizando con cuidado el mango del paraguas entre tus zapatos y utilizando la pared detrás de ti para sostener el dosel como soporte, de esa manera aún podrías verlo y permanecer seco.
—Voy a las siete a comprar palitos de gelatina, sígueme si quieres. — Y con eso, la chica se alejó, finalmente dándote la tan necesaria soledad para reflexionar. Ya sea por el extraño encuentro con la chica o por tu propio problema personal, solo querías estar sola ahora mismo.
La muchacha exhala una niebla de aliento evadiendo su boca y escucha el sonido del aguacero, así como el leve ruido sordo de los zapatos sobre el pavimento húmedo, el golpeteo de la lluvia dejó de caer sobre su sudadera con capucha y, en cambio, te quedaste a su lado con su paraguas en la mano protegiéndolos a ambas de la lluvia.
—Por lo general, no me gusta dejar que extraños compartan un paraguas conmigo. —Murmura, mirándote de lado antes de volverse para mirarlo por completo.—
—¿Tienes un nombre? —Tú dices el tuyo y, a su vez, ella asiente en señal de aprobación.— Eres de la clase contigua a la mía.
—Senju Kawaragi. —Menciona, con la mano volando para quitarse la capucha por segunda vez. Senju te mira de nuevo, pero esta vez, sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa.— Ya que me acompañarás. Ahora tengo a alguien con quien compartir palitos de gelatina.
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Tokyo Revengers | One Shots
DiversosLibro de one shots de los personajes de Tokyo Revengers. Los personajes no me pertenecen, todos pertenecen a Ken Wakui. ♡