Tokyo Revengers | One Shots

𝐇𝐚𝐤𝐤𝐚𝐢 𝐒𝐡𝐢𝐛𝐚

Hakkai sabía que no era una buena señal que su corazón comenzara a entrar en pánico cuando estabas cerca.

Incluso si pudieras discutir sobre los momentos en los que andas con él, todavía no justifica cómo se siente cuando estás con él.

Hay ese ritmo en los latidos de su corazón que no puede comprender por qué ha llegado a ese cierto lugar y la continua pérdida de su línea de pensamiento, la incapacidad de pronunciar las palabras que quería decir.

Sabía muy bien que este no era su conjunto habitual de emociones.

Y el primer pensamiento que le vino a la mente cuando se dio cuenta fue: "Mierda, me gusta la hermana de Taka-chan".

Tal vez no debería haber mirado tu sonrisa durante mucho tiempo o haber contado chistes que te hicieron reír, que era un sonido que sabía que le gustaba demasiado. ¿Realmente te estaba culpando de tu belleza en cuanto a por qué estaba enamorado de ti? Ciertamente lo fue porque no había nadie más a quien culpar por la facilidad con que se enamoraba de ti.

Fue ese consuelo lo que le dio, una tranquilidad que simplemente lo rodea durante sus conversaciones. Esa energía y presencia tuyas que le encantaba tener cerca, todo tenía sentido, pero ¿por qué su mente estaba atrapada en nudos?

Debería haber esperado esto desde el principio, pero asumió que lo que sentía en ese entonces era mero respeto y lealtad como amiga, pero ahora no está seguro de que siempre será así.

Hasta entonces, el mundo juega constantemente con su destino.

—Deja de cubrir a Takashi, idiota. Te lo dije, no me gusta verte lastimado. —Lo regañaste mientras le entregabas una bolsa de hielo. Los ojos de Hakkai se abren de par en par con tu último lanzamiento de palabras mientras apoya el paquete en su frente. Odiaba esta parte cada vez que lo ayudabas con sus moretones, la proximidad y cómo tus ojos no mostraban nada más que preocupación por él. Él no quiere que te preocupes por algo que él causó porque solo quería verte después de una noche agotadora sabiendo que era suficiente para que cayera insensible a sus propias heridas.—

—Si no tengo un solo moretón después de una pelea, ¿seguirás enojada conmigo? —Bromeó cuando terminaste de empacar el botiquín de primeros auxilios.—

—Ya veremos. —Respondiste antes de tomar asiento junto a él en su cama mientras bostezabas.—

—¿Estás bien? —Pregunta casualmente, entregándote una almohada mientras la abrazas, suspirando de alivio por su tranquilidad.—

—Mientras estabas ocupado pateando traseros, yo estaba estresada con la escuela. —Explicaste mientras sus labios tiraban hacia abajo, sintiendo un poco de arrepentimiento por no haber podido ayudar.— Pero está bien, si duermo un poco ahora podré terminarlo mañana. —Apoyó la cabeza en su hombro y cerró los ojos debido a su inquietud.—

Hakkai traga saliva y ahí estaba de nuevo: la aceleración de los latidos de su corazón por algo tan simple como un gesto, pero sintió lo mucho que necesitabas respirar de todo el estrés, así que en lugar de prestar atención a esta visita continua de mariposas, se sienta más cerca de ti, para que consigas una mejor posición. Sonreíste tímidamente ante su acción mientras deja escapar un suspiro.

No está haciendo que sea fácil evitar que le gustes, ______. Piensa justo cuando Yuzuha abre la puerta mientras estaba a punto de decir algo, pero se detuvo cuando supuso que estabas dormida.

—Mitsuya dijo que era hora de irse. —Ella le informó mientras usted se levantaba de su hombro, bostezando una vez más.—

—Gracias por ayudarme, ______. —Hakkai te agradece mientras sonreías adormilada.—