𝐌𝐚𝐧𝐣𝐢𝐫𝐨 𝐒𝐚𝐧𝐨

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Estabas durmiendo placidamente, hasta que recibes llamada y tomas tu télefono lista para maldecir a la persona que interrumpio tu sueño.

—Son las tres de la mañana, ¿Que quieres, Mikey?

—¿Estabas despierta?

—No, estaba dormida, idiota.

—Te pasare a buscar a tu casa en 5 minutos, nos vemos.

—¿Que? ¿Ahora? Okey, nos vemos. —Cuelgas el télefono y miras hacia el techo. ¿Por que no puede molestar a Draken en este momento? Piensas mientras suspiras.

Te pones un buzo y una sudadera con capucha mientras te escabulles por la puerta principal lo más silenciosamente posible.

—¡Oye ______! —Mikey te saluda gritando, sin importarle guardar silencio.

—Shhh, idiota. —Lo callas, tapandole la boca con las manos. —Mis padrres no son tan permisivos como tu abuelo, Mikey.

—Sí, sí, ponte esto. —Te entrega su casco antes de que se marchen a un destino que solo el conoce.

¿Por qué me levanté de la cama para esto? Mi cálida y cómoda cama. La espalda de Mikey también está caliente. Podría solo-

—Casi estámos allí. —Mikey te despierta de tus pensamientos.

Mientras dejas la ciudad detrás de ti.

—¿Donde esta eso?

—Ya verás. —Mikey se ríe, disfrutando del viaje tardío. Ese chico viviría en su bicicleta si pudiera, bueno, se durmió en ella más de una vez, no mientras conducía, así que en realidad pudo.

—¿El mar? —Preguntas, todavía sentada en la motocicleta.

—Tadaaaaaaa. —Mikey apunta sus manos hacia el mar mientras sonríe como un idiota.

—Mikey ¿Me despertaste a las 3 de la mañana en una noche de escuela por el mar? —Te bajas de la motocicleta, sin saber si tirarle el casco o no.

—Sí. —Anuncia con orgullo.

—¿Por qué?

—Porque esta noche es la noche perfecta para ver la vía láctea. —Sus manos ahora apuntan al cielo al que no le has prestado mucha atención hasta ahora. Y tenía razón.

—Guau.

—Incluso compré una toalla para que pudiéramos tumbarnos en la playa. Vamos, será divertido. —Mikey toma tu mano mientras caminas un poco, antes de sentarse en la toalla.

—Esto es realmente asombroso. —Murmuras, los ojos pegados a la estrella, la luna estaba especialmente brillante esta noche.

—¿No es esto mejor que dormir? —Mikey pregunta con una sonrisa.-

—Lo es. Pero gracias a ti probablemente me quedaré dormida durante las lecciones. —Lo regañas.

—Solo falta a la escuela. Responde casualmente, apoyando la cabeza en tu regazo mientras mira al cielo.- La vida es demasiado corta para hacer cosas que no te gustan.

—Mikey, por muy inspirador que suene, no puedo dejar la escuela. Me gustaría ir a la universidad algún día. —Le recuerdas, recostándote también.

—¿Pero por qué? La universidad es aburrida, la escuela es aburrida. —Cierra los ojos cuando empiezas a jugar con su cabello.

—Lo es, pero quiero convertirme en cirujana.

—¿Sabes cuánto tienes que estudiar para eso? ¿Estás bien?

—Si yo fuera cirujana, tal vez podría haber salvado a Baji. —Detienes tu mano por un segundo, apoyándola en la cabeza de Mikey. —Ustedes siempre se meten en problemas, Draken casi muere. No puedo simplemente verlos hacer eso una y otra vez. Siempre me ha gustado la anatomía, pero después del último incidente me puse mi objetivo.

Tokyo Revengers | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora