Situación: ¿Qué sucede cuando le regalas a tu novio un juego de anillos?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐡𝐢𝐧𝐢𝐜𝐡𝐢𝐫𝐨
Shinichiro te sonreiría absolutamente una vez que sus delgados dedos arrancaran la tapa de la caja oblonga que le entregaste.
—¿Para mí, bebé?—Pregunta como si no supiera ya la respuesta a esa pregunta. Los desliza en cada dedo con cuidado y se maravilla de cómo la luz incide en el metal. Con ternura, extiende una mano para acariciar un lado de tu cara. Piensas para ti mismo que la frialdad de los anillos nunca podrá triunfar sobre la calidez que la sonrisa de tu novio arroja sobre ti. —Gracias, cariño. Los amo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐚𝐧𝐳𝐮
Con una ceja arqueada, Sanzu recoge delicadamente las joyas, girándolas para inspeccionar cada detalle que entró en la producción de tan bellas artes. Pasa la punta de un dedo por las cadenas que cuelgan de cada anillo. Los ojos azules luego parpadean en tu rostro, aburriéndote.
—Aw, no deberías haberlo hecho.—Canturrea tu amante mientras se los pone. Como Shinichiro, lleva una mano anillada a tu mejilla. A diferencia de Shinichiro, él pasa las yemas de sus dedos sobre tus labios, y cuando los separas un poco, aprovecha la oportunidad para empujarlos por tu garganta, haciéndote sentir náuseas.
