Se usa el apodo "mascota" así que si a usted le incómoda esto es mejor que no lo lea. <3
Rayis sumisa, y un Baji muy dominante.
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-Sabes que puedes atravesar la puerta principal, ¿Verdad? Está ahí por una razón. -Resopla, ni siquiera se gira para enfrentar al intruso, ya que ya sabía quién era. Siempre venía al azar y nunca por la puerta principal.
-Vete a la mierda, ¿Quieres? -Ladra, dejándose caer vergonzosamente en tus sábanas, con su ropa exterior nada menos. Finalmente te vuelves para mirarlo, con el cabello despeinado y con su uniforme de Toman, probablemente viniendo de una pelea. Era una maravilla cómo nunca se lastimó realmente, solo algunos moretones aquí y allá, pero era de esperar de Baji.
-¿Qué te pasa hoy, Keisuke? -Tarareas, reclinándote en tu silla giratoria y permitiéndote maravillarte al ver a tu amigo de la infancia en tu cama, con una expresión pacífica en su rostro, un espectáculo que rara vez llega a ver.
Tu pregunta fue recibida con silencio. Lo tomas como una pista para dejar el tema, sabiendo que no conduciría nada más que a un Baji cabreado que prácticamente se tira por la ventana y te dice palabrotas. Suspirando para ti misma, te levantas y te diriges hacia tu baño, agarras tu botiquín de primeros auxilios y le das unas palmaditas en los muslos, pidiéndole en silencio que se siente.
Él ya conocía el ejercicio. Era una pequeña rutina que tenían. Él vendría después de una pelea y se arreglaría, se quedaría a cenar y pasaría la noche y se iría al día siguiente antes de que te despertaras. Le pones el pelo detrás de la oreja, queriendo limpiar el pequeño corte que tenía en la mejilla.
-¿Chifuyu estaba contigo al menos?
-¿Por qué? ¿Estás enamorado de él o algo así? -Baji escupe, siseando cuando presiona deliberadamente la toallita con alcohol contra su herida, lo que le da un pellizco en el muslo. Sus piernas estaban colocadas a ambos lados de sus muslos, su cuerpo flotando sobre el suyo.
-Quizás... -Te interrumpen cuando de repente te derriban, un gruñido sale de los labios de Baji.
-Solo siéntate, es más fácil de esta manera. -No puedes evitar sentir calor por la proximidad. Por supuesto, has tenido algunos momentos íntimos con tus amigos, pero todos fueron platónicos. Entonces, ¿Por qué se sentía diferente cuando estaba con Baji?
-Por cierto, estaba bromeando. No me gusta Chifuyu.
Sin embargo, a Baji le gustas. Pero, ¿quién más está ahí? Manteniéndome secretos ahora, ¿Verdad? Se burla, colocando sus grandes y cálidas manos en tus caderas y tirando de ti contra su pecho, mirándote con sus ojos divertidos, una sonrisa en sus labios. Baji claramente disfruta haciéndote retorcer.
Evitas sus ojos, sabiendo que te derretirías por completo con él si lo miras. En cambio, elige concentrarse en su herida, limpiándola a fondo para evitar cualquier infección. Sabes que todavía te mira a la cara, incluso cuando te clava los dedos en las caderas para hacerte estremecer, para provocar cualquier tipo de reacción en ti.
