Estabas en clase, tu profesor enseñando una lección, lo más probable es que la mitad de la clase no esté escuchando.
Bostezaste mientras estirabas tus extremidades. Miraste por la ventana, admirando el hermoso paisaje. Solo esperaba que la clase terminara pronto para poder irse a casa y dormir el día libre.
Te quedaste dormido en el espacio hasta que escuchaste a alguien decir tu nombre. Miraron alrededor del salón de clases para ver quién llamó su nombre, pero nadie lo hizo. Todos estaban haciendo lo suyo.
Volviste a la ventana de nuevo y allí, viste al noveno capitán dragón negro.
Shion Madarame
Te estaba mirando directamente con una sonrisa en su rostro. También tiene otros dos miembros dragones negros detrás de él.
Le pusiste los ojos en blanco y enfocaste tu atención en otro lugar de la clase.
Una vez más, lo escuchaste gritar tu nombre. Esta vez, todos te miraron, incluido el profesor. No dijiste nada y continuaste ignorándolo hasta que sentiste que tu teléfono vibraba.
Cogiste tu teléfono para ver un mensaje de Shion
Shion
Deja de ignorarme.
Diste un chasquido y respondiste.
—¡Deja de molestarme, me estás avergonzando!
Como si eso hiciera que te dejara en paz. Shion no ha dejado de molestarte desde ese día. La semana pasada, Shion te confesó sus sentimientos. Estaba muy seguro de que aceptarías su confesión pero, para su consternación, rechazaste al pobre capitán. Esto lo molestó, aunque no lo demostró, pero se podía ver la mirada hiriente en sus ojos. Y así, desde ese día, no ha hecho nada más que intentar que te guste.
No lo negarás, sientes algo por el chico. Tenía las miradas, pero siempre te cabreaba con sus bromas y comentarios. Así que decidiste hacerle probar su propia medicina y hacerle sufrir un poco.
Durante la semana pasada, lo ha estado siguiendo, comprándole regalos, visitando su casa sin ser invitado.
Tu teléfono volvió a sonar y te despertó de tus pensamientos profundos. Miraste tu teléfono y leíste.
Shion
Mira afuera, tengo una sorpresa :)
Miraste por la ventana y viste a un grupo de personas con diferentes tipos de instrumentos en la mano "Oh no..." pensaste.
Esto es malo.
Sabías lo que iba a pasar. La gente instrumental comenzó a tocar una canción, esto hizo que todos en tu clase miraran por la ventana.
Miraste a Shion que tenía una sonrisa en su rostro
—Tú...
Te levantaste de tu asiento y saliste de la clase. Cuanto más se acercaba, más fuerte sonaba la música en sus oídos.
Al salir, marchaste enojado hacia Shion.
—Bueno, bueno, ¡Mira quién bajó! ¿Te gustó mi sorpresa?
—¡Cállate! —Tú herviste. —Haz que se detengan. —Advertiste. El hombre le silbó a su temperamento.
—Nop —Dijo haciendo estallar la p. Gemiste.
—¡Ustedes me están avergonzando! ¡Todos piensan que ahora soy un bicho raro gracias a ti! —Lo señaló.
Él te ignoró por completo.
—Lástima princesa. Todo lo que tienes que hacer es aceptar mi confesión. —Dijo.
_En tus sueños. —Te burlaste y empezaste a alejarte hasta que la música se hizo más fuerte.
Diste la vuelta lista para volver.
—¡Shion! —Gritaste. Se rió y tarareó la melodía.
—No puedo escucharte con esta hermosa melodía. —Cerró los ojos con deleite.
—Maldito bastardo.
Suspiraste, teniendo suficiente de sus molestas payasadas.
