En Japón ya es 20 de agosto, asi que ya es su cumpleaños, FELIZ CUMPLEAÑOS CORAZÓN, TE AMO.
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-Llegas tarde a casa. -Mikey dice, sentándose después de estar acostado en el sofá. La sala de estar solo estaba iluminada por las lámparas que se extendían, la luz de una de ellas iluminaba su rostro. -¿Dónde has estado, ______? -Él inclina la cabeza, su rostro no se ve muy divertido de que vuelvas a casa a una hora tan impía.
Suspira y acciona el interruptor para poder verlo mejor. Todavía te estás quitando la bufanda y quitándote el abrigo, volviendo de estar en el estudio todo el día.
-Estaba en el trabajo, te lo dije. -Usted resopla, se arremanga y saca el teléfono del bolsillo de su abrigo antes de caminar hacia el mostrador. La mirada de Mikey te siguió.
-¿Con él de nuevo?
Esta era la tercera noche consecutiva en la que Mitsuya te había pedido que te quedaras hasta tarde en el trabajo nuevamente, la fecha límite para la colección que se acercaba los tenía a él y a ti al borde. Originalmente queriendo prepararte una taza de té, pensaste que necesitabas algo más fuerte con la ventaja adicional de que Mikey también estaba nervioso, por lo que sacas una de las muchas botellas de vino que te regalaron cuando tú y Mikey se casaron. hace pocos meses.
-Dijiste que vendrías temprano esta noche. -Su esposo dice, con los brazos cruzados mientras se para al otro lado del mostrador.
-Te envié un mensaje de texto, ¿no? La fecha límite está cerca, Mikey. Mitsuya pedirme que me quede en horas extras fue una decisión repentina. -Dices, llenar un vaso 3/4 del camino con el vino tinto, pero le echas otro vistazo y decides que necesitas un poco más.
-¿No tiene todo un equipo? ¿Por qué te necesita tanto?
-Porque son todos nuevos. No confía en ellos en absoluto, ya sabes lo quisquilloso que es. -Bebes un largo sorbo de tu vino.
Se burla y pone los ojos en blanco, dando la vuelta al mostrador.
-Lo conozco desde hace años y no es del tipo que se deja hacer todo el trabajo cuando tiene todo un equipo a su disposición.
-Mitsuya es mi jefe y mi amigo. No puedo simplemente decir que no. -Agitas el vino en tu mano antes de tomar otro sorbo largo que vacía la copa.
Mikey calla por un momento, moviéndose detrás de ti para tomar su propio vaso mientras tú vuelves a llenar el tuyo.
-¿O talvez le gustas? -Pregunta mientras deja su vaso frente a ti.
-Eso es ridículo. -Dices, llenando su vaso mientras masajea ligeramente tus hombros.
-¿Lo es? -Dice, sus manos bajan por tu espalda antes de llegar a tu cintura. -Cuando tienes un atuendo que curva tu figura tan bien, te pido que también te quedes horas extras. -Sus manos se mueven hacia tus caderas, los labios se curvan en una sonrisa cuando siente el contorno de tu cuerpo antes de ahuecar tus nalgas, te estremeces un poco cuando te da un ligero apretón. -Tu trasero se ve tan bien con este atuendo, cariño. Tal vez por eso te pidió que te quedaras hasta tarde esta noche en el último minuto.
