El Adiós

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Al día siguiente me preparo para lucir como una mujer seria, pero poderosa, quiero parecer alguien que nunca ha pasado por una ruptura y si la ha pasado, la superado sin problemas, quiero verme intocable, por lo que me visto con botas de cuero y una gabardina negra, el negro es el mejor color del mundo, no importa tu estado de ánimo, siempre te hace lucir fabulosa.

Desayuno y salgo de mi apartamento con todas las intenciones de trabajar y dejar a Luka Bradamanti fuera de mi cabeza. Una vez que llego a mi oficina organizo una pequeña junta, debemos hablar del desfile y lo que haremos a continuación.

Una vez que los diseñadores y mis asesores están completos, pienso un momento que decir, quiero sonar fuerte y firme, por lo que me pongo de pie y comienzo a hablar.

-Primero que nada, los quiero felicitar por todo lo que han hecho, fue el primer desfile y según los críticos, supero las expectativas -digo y veo fijo a todos en la mesa. -Su trabajo fue maravilloso, espero sigamos haciendo arte, por eso les propongo retomar las actividades en una semana, quiero mentes frescas y relajadas, así que los próximos días los tomaremos como un descanso creativo.

-¿Una semana? -pregunta Olivia un poco emocionada.

-Asi es -digo segura. -Pero cuando vuelvan quiero diseños hermosos y sorprendentes, si pueden hacerlo, todo resultará un éxito.

Todos asienten y parecen estar de acuerdo, pero el día de hoy trabajo con mis contadores y los encargados de la tienda en línea, ahora solo hay ventas en una página oficial en Internet, pero al parecer la apertura de una tienda física es una gran oportunidad de crecer más como marca.

-Me parece un proyecto muy interesante -digo y reviso las ventas de estos días, has sido más grandes de lo que esperaba. -Podria encargarme de ello al cien por ciento y mi madre podría diseñar el interior de la tienda física.

-Me parece una gran idea -dice Bruno, uno de mis asesores. -Tu madre es una de las mejores arquitectos que han vivido y por cierto, parte de las ventas que hemos tenido es por el uso de las telas que escogiste.

-¿Ah si? -digo un poco preocupada.

-Si, son bastante buenas, no podemos dejar a ese Bradamanti, tenemos que renovar su contrato -dice Bruno y anota algo en su libreta. -¿Podrias hacer eso, no Señorita Sting?

-Si -digo un poco incomoda. -Me encargare de eso cuando regresemos.

Mis asesores parecen complacidos y salen de la sala de juntas, me quedo ahí un momento y pienso en que ahora tendré que trabajar con Luka, realmente ser socios, pero como una mujer ocupada, dejare esa tarea para Robert, quiero evitar ver a Luka, sé que mañana es su vuelo por la mañana, por lo que no lo veré en semanas tal vez meses, tan solo tenerlo a miles de kilómetros de distancia me hacen querer ir con él, pero en su lugar me convensco que mi lugar es aquí.

-Amy, te buscan -dice Olivia tocando la puerta de la sala de juntas. -Es Luka.

Mi corazón se detiene y siento un desconocido miedo, pero antes de decir nada, Luka entra y le agradece a Olivia, cierra la puerta y solo me limito a observarlo, se ha cortado el cabello, pero sigue un poco largo, no usa su traje, sino chaqueta y pantalones de mezclilla, siento que mi corazón vuelve a latir cuando da unos pasos más cerca de mi y siento de nuevo el conocido olor a cigarrillo.

-¿Qué quieres, Luka? -digo y trato de respirar. -Por cierto, que bueno que hayas venido, tenemos que renovar el contrato, a mis compradores les gusto tus telas.

-Me importa un carajo mis telas -dice y su mirada azul es más seria de lo que creería. -Ahora quiero hablar contigo de lo que ha pasado entre nosotros.

-Ya, es una lastima -trato de mostrar frialdad. -A mi solo me importan tus telas.

-Sabes que no es cierto -dice y permanece de pie. -Amy, hablaba en serio cuando te dije que te amo y he venido con la esperanza de hacerte venir conmigo a Roma mañana, me ha tomado tiempo aceptar lo que siento por ti, pero ya no puedo luchar con eso.

-No iré a ningún lugar contigo.

-No me iré de esta oficina hasta que aceptes.

-Puedo llamar a seguridad.

-Llamalos, llama a quien a quieras, pero tú vines conmigo a Roma -dice y parece vulnerable. -Eres lo único que tengo, no te puedo perder a ti también.

-Ya lo hiciste -le digo y me pongo de pie. -Me has tenido de todas las maneras que has querido, pero ya me canse, más bien, ya sé la verdad.

-Amy, nunca fue mi intención lastimarte -dice y se acerca a mi, estamos a dos metros de distancia. -Nunca he querido hacerte daño, moriría antes de que algo te pase.

-Luka -digo y trato de no llorar. -Es momento de dejarlo.

-No, yo no lo quiero, así como sé que tú tampoco -dice y da unos pasos más. -Tú me amas tanto como yo a ti o incluso más, quiero poder reparar todo el daño que sé que te cause.

Me quedo en silencio viendo a los ojos azules que me hicieron sentir tantas cosas que jamas creí posible, sé que si los sigo viendo me lanzaré a sus brazos y lo perdonaré e iré a Roma con él, pero no puedo permitirlo, negarme a amar es lo mejor que puedo hacer ahora que he sido herida.

-Vuelve cuando puedas firmar el nuevo contrato -le digo y bajo la mirada. -Es todo lo que puede haber entre nosotros, señor Bradamanti.

Me alejo de él y camino a la puerta, pero antes de llegar, siento que Luka me toma de la mano y me jala a su cuerpo, no me besa, solo me abraza. Siento sus abrazos al rededor de mi cuerpo y su aroma más fuerte, me siento de nuevo bien, como si nada hubiera pasado, me siento feliz.

-Amy, dulce Amy -dice sin soltarme. -Por favor, perdóname, no quiero vivir sin ti.

Siento unas lagrimas en mis mejillas, pero las limpio, me suelto de Luka y lo veo a los ojos, mi decisión está tomada, no pienso regresar a su lado.

-Adios Luka -es lo único que sale de mis labios. -Que tengas un excelente viaje.

Salgo rápido de mi oficina y me dirijo a los ascensores, quiero salir de aquí, llamo a Robert y le pido me mande el trabajo pendiente a mi apartamento, no volver a mi oficina hasta que el vuelo de Luka salga es lo mejor que puedo hacer. Subo a mi auto y conduzco con cuidado a mi apartamento, la lluvia ha comenzado a caer y siento que puedo llorar, he dejado a Luka y tal vez ahora me duela, pero en serio creo es lo mejor.

Cuando llego a mi apartamento me siento en mi sala y bebo té de limón, también como algo y veo por el gran ventanal, la ciudad es hermosa bajo la lluvia, la tarde continua con la lluvia y yo viéndola, pensado en si hice lo mejor para mi corazón. Cuando la noche está presente me sorprendo ante la visita de mi padre, lleva su traje y parece serio, pero en sus manos lleva una bolsa de una tienda, al verla sonrio.

-Sé que no lo hemos hecho en muchos años -dice sentándose conmigo en el sillón y se quita los zapatos. -Pero creo que debemos compartir un helado, bebé.

Asiento y lo abrazo, lo hago feliz porque es lo que necesitaba, tener a alguien a mi lado cuando estoy mal, ¿quien mejor que mi padre?

Until You Love MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora