Un desayno Nutritivo

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Pensar es cansado, más si piensas cosas que ni tienen pies o cabeza, como pensar que soy una mala persona, así como he pensado en mucho en todo lo que ha pasado estos días, cosas tontas como pensar en ojos azules. Me siento ridícula al pensar en el italiano y más aun pensar con sus ojos.

En la mañana me ejercito antes de iniciar mi dia, quiero despejar la mente y concentrarme en algo más que no sea trabajo o tratar de evitar a Nathaniel, que al parecer nuestro segundo rompimiento le afecto más a él que a mi.

Al terminar de hacer ejercicio pongo en pausa la música y guardo mis audífonos, en el ascensor del edificio de mi apartamento van varias personas que parecen importantes por su ropa, pero al verlos me doy cuenta que a varios los he visto alguna vez fuera de aquí, ellos son parte del trabajo de mi padre.

Me recuerdo llamar a mi madre durante el día e invitarlos a cenar hoy, tal vez una cena familiar me hace falta tener cerca a mis padres, ellos siempre se han preocupado por verme feliz y tranquila, así como nunca se han metido en mi vida tanto como los padres de Kath.

Entro de nuevo a mi apartamento y me preparo un desayuno sencillo, pongo música en el apartamento para no estar en total silencio, desayuno revisando mensajes de mi trabajo, el cual está marchando bien y solo me hace falta aprobar las telas para comenzar a producir la ropa, pero Luka Bradamanti regresara en una semana, será una semana larga y tal vez no sea la mejor, estoy ansiosa de comenzar mi trabajo, así como lo estoy por ver de nuevo a mi nuevo proveedor.

Me preparo para irme a terminar con mis deberes de trabajo y como hija. Al llegar a la oficina veo a Trish salir, parece que esta emocionada por alguna mentira de Nathaniel, me permito analizarla, es rubia y delgada, bastante delgada, incluso ha perdido todos sus atributos femeninos, es alta, podría mejorar su estilo, pero aun así llega a verse elegante, totalmente irrevelante.

Continuo caminando hasta el ascensor y varias personas que suben conmigo me saludan amistosas, muchas me pedian el café de la manera más respetuosa posible, sabían que yo era la hija del dueño del Imperio Sting, así que me trataban con respeto aun cuando solo les servia una bebida, así debe de ser con cualquier persona que nos sirva, sin importar de quien sea hijo.

Llego a mi oficina y todos me saludan amistosos, al parecer todo va sobre el agua y yo me emociono cuando comenzamos a revisar los diseños que saldrán primero, así como un nombre. Todo es perfecto, es ropa casual pero elegante, también llegamos a lo extraordinario.

Uno de mis asesores, Jake, me comenta lo importante para mis diseñadores conocer la tela, pero les aseguro que en una semana estará aquí, eso espero.

-Hola Amy -dice mi primo entrando a mi oficina. - Te veo ocupada, ¿tienes tiempo para ir y tomar algo?.

-Me gustaría más hacerlo por la noche, si no te molesta -le digo cuando cierra la puerta de mi oficina. -Pero tendrá que ser mañana, hoy tengo cena familiar.

-Oh cierto, había olvidado que lo organizas cada mes -dice Oliver analizando mi oficina. -¿Iras por las compras o alguien lo hará por ti?.

-Tenia planeado hacerlo yo, ¿quieres venir?.

-Me parece bien porque tengo algo muy importante que comentarte -dice serio y me parece ridículo, pero acepto.

-Dame treinta minutos para comunicarme con alguien y nos vamos -le digo y me pongo de pie.

-De acuerdo, te dejare sola un rato, me paseare a ver si encuentro algo que me guste.

-De acuerdo, solo no molestes a nadie.

Oliver asiente y sale de la oficina dejándome sola, al hacerlo tomo el teléfono y de mi agenda de contactos saco el de Bradamanti, repiro varias veces a la espera de que alguien me conteste.

Until You Love MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora