Suelto a mi padre y él saca un bote de helado de la bolsa y dos cucharas, me da una y destapa el bote, es de fresa y comenzamos a comer en silencio, de una manera me siento bien de hacer esto, tal vez es lo que me hacia falta para estar mejor, saber que en verdad no estoy sola.
—Tu abuela me llamo —dice mi padre disfrutando de su helado. —Estaba un poco preocupada por ti, ¿todo está bien, cariño?
Lo veo y pienso en no contarle nada, pero mi padre es la única persona en quien he confiado desde siempre, es tiempo de volver a hacer esto, él me consuela cuando mi corazón está roto, no importa que tan madura sea, siempre lo voy a necesitar.
—No —niego con la cabeza y continuo comiendo helado. —He tenido un problema con Luka.
—¿Tan grave es? —me pregunta más preocupado.
—Tal vez si —digo y las lágrimas caen en mis mejillas, no me molesto en limpiarlas. —Al parecer solo me estaba usando y ama a alguien mas, alguien que conoce de toda la vida y sabe realmente lo que él quiere.
—¿Cómo que te uso? —pregunta y noto que está molesto.
Siento miedo al tener que hablar del dinero que prácticamente le regale a Luka, tal vez es producto de unas horas de trabajo, pero no eran míos, sino de mi padre.
—Si —digo y no lo veo a la cara. —Solo quería dinero y para conseguirlo me hizo creer que me amaba.
Mi padre permanece en silencio comiendo helado y me atrevo a verlo, su mirada está sobre la pintura que compre, nunca he hecho nada malo , pero creo que esto si lo es.
—El dinero no importa para nosotros —dice mi padre y me ve ahora mi. —¿Sintiste algo por él, en ese tiempo?
—Si, creo que es la primera persona de la que he estado enamorada y me rompió el corazón, me siento como una estúpida —digo molesta pensando en todo lo que hice con y por él. —Él estaba con alguien más todo ese tiempo, realmente me uso.
—Amy —dice dejando el helado a un lado. —Sé que no me corresponde decirte esto, pero él te ama.
—¿Cómo puedes saberlo? —pregunto un poco más agitada. —No tienes la mínima idea de lo que paso entre nosotros ni las mentiras, nada.
—No, no lo sé, pero una sola mirada dice más, Amy —dice y su mano acomoda mi cabello detrás de mi hombro. —Lo he visto como te mira, no tienes idea de lo feliz que me hacía ver lo loco que estaba por ti y saber que te hacia feliz.
Veo a mi padre a los ojos y me doy cuenta que el miel de sus ojos es un poco más claro que el mio, pero al verlos, me doy cuenta que tiene un poco de razón, los ojos no mienten y tal vez sea imposible ocultar una emoción en ellos.
—Eso no justifica que me haya usado —digo un poco más molesta. —No puedo perdonarlo por hacer algo asi.
—Amy, no puedes, pero quieres —dice y su cara es más seria.—Asi como él desea que vuelvas a su lado.
—Hablas de Luka como si lo conocieras.
—No lo conozco mucho —dice y se encoje de hombros. —Pero algo me dice que es lo que necesitan, estabas por irte con él a Roma, ve y sé feliz con él.
—¿Despues de todo? —digo y siento de nuevo el dolor en mi corazón. —No lo sé, no quiero que me vuelva a herir.
—No lo hará —dice mi padre y toma mis manos entre las suyas. —Lastimar a alguien que amamos nos destruye más a nosotros de lo que crees.
—¿Crees que pueda hacer hacer todo como antes?
—No, pero puede ser mejor —dice y besa mis manos. —Tienes que empacar o no lo hagas, pero si piensas alcanzarlo, debes saber que lo hacer para estar con él porque lo amas y eso no va a cambiar, no importa cuanto te hieran, sino como piensan repararlo.
—Si lo perdono, ¿donde queda mi orgullo?
—El orgullo es el enemigo del amor, pero si prefieres quedarte con tu orgullo y dejar a tu corazón morir, hazlo, pero no lo lamentes después.
Asiento y abrazo a mi padre de nuevo, realmente pienso en sus palabras, soy hay dos caminos a todo, ir a Roma y ser feliz o quedarme en casa con el corazón volviéndose amargo, mi padre me suelta y contesta una llamada de mi madre, sonreí al escucharla y al parecer su noche de cita es hoy, por lo que dejo que se vaya, no quiero que pierdan su noche especial de la semana.
—Prometeme que lo pensarás —dice mi padre y se pone los zapatos. —Aun tienes tiempo.
—Gracias por todo.
—No es de que, pequeña Amy.
Besa mi cabello y se va, me quedo sola y todo el bote de helado, como y veo la ventana, ya no está lloviendo y siento que he cambiado de opinión, necesito a Luka más de lo que me gusta reconocer, esta tarde cuando me abrazo lo sabia pero me negaba por orgullo, no puedo dejar que eso me dañe más.
Dejo el helado y me pongo mis botas, tomo las llaves de mi auto y mi bolso, también tomo un pasaporte y salgo, comienzo el camino a casa de Luka.
Te puedo perdonar Luka, pero nunca perderte, no lo soporto.
Conduzco y la lluvia comienza a caer más fuerte de lo que esperaba, pero al ver la hora pienso en acelerar, el vuelo sale en unas horas y de seguro Luka ya esta listo para irse, pero la lluvia no es muy amigable conmigo, es como una señal divina de lo que debería ser.
Me detengo en un semáforo en rojo y tomo mi celular esperando la luz verde, veo el contacto de Luka y pienso en llamar, tiene que esperarme, tiene que saber que lo amo y estoy dispuesta a perdonarlo y quedarme a su lado para siempre, tiene que saberlo antes que se vaya.
Escucho varias bocinas de autos y cuando mi dedo está por tocar el contacto del italiano de ojos azules, escucho un choque y todo se vuelve obscuro.
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Until You Love Me
RomanceAmy Sting, la mujer más codiciada que a pesar de su belleza y familia, jamás ha tenido suerte en sus relaciones amorosas. Cansada de su mala suerte con los hombres decide poner a prueba sus sentimientos con su ex novio, Nathaniel Henderson. Nathan...