Like The First Time [Mericcup]

Capitulo 25: Intrusos

—Hoy te traemos un gran descubrimiento.—Brutacio se dirigía a Merida, quien había estado escuchando atentamente a Patapez y su sabiduría en los dragones.

—Aquí vamos de nuevo.—añadía Patán quien estaba presente al igual que Hiccup.

—Es el platillo favorito de gallina.—

—Y de nosotros.—completaba la frase Brutilda.

Brutacio le dejó a vista a Merida un tazón de palomitas con un color amarillo claro.

—Les llamamos las nubes del maíz.—Brutacio sonrió acercándole el tazón a la pelirroja.

—Y para información de todos yo lo descubrí.—habló Patán para dirigir su mirada a Merida —Luche con los malos con una bolsa de maíz para descubrir esas cosas... Lo sé, muy valiente de mi parte.—

Merida le miro algo extrañada para luego centrarse en el tazón y tomar una palomita. La examinó antes de ponerla en su boca gracias a las advertencias de Hiccup no se confío, la puso en su boca para hacer una mueca mientras todos la veían atentos esperando alguna palabra, pero esta cambió su semblante a algo sorprendida y satisfecha.

—¿Entonces?—preguntó Brutilda atenta.

—Están deliciosas, ¿Cómo las preparan?—Merida sonrió para tomar más en sus manos.

—Pues... Solo las ponemos en fuego de dragón y ellas explotan.—respondió Brutacio.

—Creo que tendré que intentarlo cuando esté en casa —Merida sonrió.

—Okay, okay, déjame ver si entendí.—Heather se encontraba sentada frente a Astrid.—¿Dejaste a Hiccup por el tal Eret? Solo porque no era suficiente.—

—Fui muy dura con él.—Astrid rascaba su nuca algo arrepentida.—En realidad, todo empezó porque Eret me escribió una carta hablándome sobre un hacha qué hizo, pero luego de ahí no lo sé...—Astrid sonrió.—De pronto nos contábamos todo lo que hacíamos día a día, y me sentía muy cómoda a decir verdad.—

—Y no le dijiste a Hiccup.—

—Fue inconscientemente, pasaba junto a Hiccup casi que la mayoría de mis días. Cuando me di cuenta lo que estaba pasando con Eret entré en crisis porque no sabía cómo decirselo a Hiccup y creo que en definitiva no supe usar las palabras correctas para decirselo y creo que le lastime.—

—¿Y no te has disculpado?—Heather se encontraba cruzada de brazos y intentado comprender.

—No.—Astrid sonrió apenada.

—¿Cómo lo tomó Hiccup? Vi en la mañana que se llevaban bien y no algo tensos.—

—Hiccup lo tomó bien, supongo que pues le dolió un poco, pero estoy segura de que pasó de página y que probablemente tenga los ojos en otro blanco.—

—Pienso que deberías no lo sé, disculparte con Hiccup. Tú sabes cómo es él.—decía Heather mientras su mirada era dirigida a una Astrid que asentía lentamente.—¿Que hay de esa chica pelirroja?—

—Es una princesa, de Dunbroch.—respondió Astrid.

—He estado allí, es un pueblo pequeño, pero es muy lindo. La última vez Cizalladura y yo pasamos la noche allí.—

—Hiccup también dijo que era acogedor.—

—¿Hiccup estuvo allí?—Astrid asintió ante el comentario de Heather.

—Merida llegó a la orilla del dragón, investigó un poco y luego se marchó a su hogar. Nosotros tomamos un descanso de la orilla y vinimos a Berk. Hiccup quiso tomarse un tiempo para él solo y se fue a "explorar" y terminó en Dunbroch.—