Los pájaros o terrores terribles resonaban en aquel lugar, el calor se hacía presente lo cuál hizo despertar a algunos provinientes de DunBroch. ¿Qué pasó ayer? Todos aquellos habitantes pasaron sus cosas a una de las cabañas que Hiccup les había ofrecido, en dos de ellas entraron todos sin faltantes, Hiccup emocionado en tener nuevas visitas y personas a las cuales hablarles sobre los dragones.
Una Merida se encontraba sentada viendo el mar, no había dormido casi nada, en ella había un poco de miedo en que aquellos pequeños dragones se metieran a alguna de las cabañas y pudieran causar algo. Hace algunas horas ya se había aseado y claramente vestido, y ahora dejaba que el viento le chocará en su rostro y en su cabello.—Buenos días.—dijo Josh acercándose a ella.
—Hola.—dijo ella volteando se dónde él estaba pero él decidió sentarse a su lado.—Buenos días.
—¿Qué haces arriba tan temprano?—
—No lo sé, sólo quise levantarme y contemplar está vista.—fingió ella.
—Parece que no dormiste nada.—Josh le echó un vistazo al rostro de Merida.
—Ah, no, no, no, claro que sí dormí.—ella rió nerviosa.
—En fin..—el pelinegro quitó la mirada encima de ella.—Te ves muy linda hoy.
—Ah sí, gracias.—contestó sin ninguna emoción en su rostro.
Muy dentro de ella sabía que su madre lo había mandado, era muy poco probable que a Josh le gustará ella, además ella no estaba interesada en ningúno de los tres que se habían presentado por su mano anteriormente.
—Bueno, iré a pescar algo.—dijo levantándose.—¿Vas conmigo?—él chico le extendió la mano.
—No gracias.—contestó Merida.—Aquí estoy bien.
—Cómo quieras.—él chico empezó a caminar.—Tú te pierdes de ver a estos bebés en acción.—miró sus musculosos brazos y siguió su camino.
Merida reprimió una risa.
Su cabeza daba vueltas en aquellas historias sobre dragones que su padre le contaba a sus hermanos, simplemente para todo DunBroch eran mitos, algunas leyendas, pero ahora frente a ella, no lo era así, y claro si llegaba a su hogar con un dragón, rápidamente su padre lo mataría, y todo DunBroch pensaría mal de ella y su reputación cómo próxima heredera caería a la basura completamente.—Hey, tú.—una voz la sacó de sus pensamientos.
Merida volteó encontrándose con aquella chica que la atrapó ayer.
En la ausencia de Hiccup, Merida y su pueblo se acercaron más al otro lado de la orilla, se encontraban recibiendo frutas y sacando algunas plantas, de pronto se escucharon rugidos y fueron rodeados por cuatro de las criaturas que había visto ayer pero diferentes, cada una eran diferentes. Astrid se acercó a hablar con la pelirroja, ese valor de defender a su pueblo hasta lo último fue lo que causó más molestía en Astrid alzando sospechas sobre ellos que trabajaban para algunos de los cazadores de dragones, decidió capturarlos a todos llevándoselos para su "cuartel", luego de eso amarraron a Merida y justamente ahí entró en escena aquél ojiverde.—A desayunar.—le dijo con mala gana y retirándose a aquel comedor.
Minutos después de que Merida procesará todo lo que había pasado se levantó y decidió ir a aquel lugar, al entrar se sorprendió encontrándose con la mayoría de su pueblo ahí dentro comiendo se adentró y mirando todo el estómago le gruñó y empezó a servirse, a pesar de ser vikingos el lugar se encontraba limpió y la comida se veía apetitosa.
—¡Merida!, Siéntate aquí.—Hiccup la llamó señalándole un espacio frente a él.
Astrid que se encontraba en otra mesa sólo se dedicó a seguir cada movimiento de la pelirroja hacía su novio, se hubiera sentado con él sí él no hubiera sido tan irresponsable de llegar tarde.
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Like The First Time [Mericcup]
Fanfic"Isla vacía", es lo que piensa Merida, ¿Por qué no explorar en ella? La princesa de DunBroch emprendiendo su primer viaje a una nueva isla, despreocupada por lo que se iba a encontrar allí Hiccup después de aquel acontecimiento con Drago decidido e...