Capitulo 9: Normalidad

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Al siguiente día todo surgió normal en la orilla, ayudaron a algunos terrores nocturnos, y a uno que otro dragón perdido de su manada o de su hábitat, todo iba cómo si nada hubiera sucedido en el lugar. Luego de tomar su almuerzo los jinetes decidieron descansar un poco mientras la brisa les desordenaba el cabello.

—No puedo creer que se hayan ido mis rulos.—decía Brutacio con melancolía.

—¿Aún piensas en esa chica?—le preguntó Astrid mirándolo indiferente.

—Sí, es él amor de mí vida.—dijo éste con mucho sentimiento en su hablar.

—¿No era gallina?—preguntó Patán.

—¿Gallina?—éste lo miró raro.—Gallina es solo mi mascota amiga.

—Brutacio morirá solo, fin.—dijo Brutilda.

—Pero sabemos al menos que Patapez no.—añadió Hiccup.

—¿Y-yo?, ¿Por qué?—contestó Patapez nervioso.

—No te hagas, tú sabes de lo que hablamos.—miró Astrid a Patapez.

—¿Heather volvió a mandar correos?—preguntó Hiccup.

—Sí.—contestó Patapez.

—¿Algo nuevo?—preguntó Hiccup y éste negó.—¿Entonces sólo han hablado sobre ustedes dos?—ahora Patapez asintió.

—Oh.—Astrid se emocinó.

—Fuera yo el que estuviera hablando con Heather, y no Patapez.—presumió Patán.

—Él problema fue que ella eligió alguien humilde cómo Patazpez. No alguien tan presumido y orgulloso cómo tú.—respondió Astrid.

—Golpe bajo.—comentó Brutilda riendo.

Patán rodó los ojos.

—¿Y ustedes? ¿Ya piensan formalizar?—preguntó Patapez.

Astrid abrió los ojos cómo platos y Hiccup va a responder.

—Bueno..—continuaba Hiccup.

—¿Formalizar?—miró Astrid a Patán.—No creo que haya tiempo aún para eso pues.. Hiccup tiene que preocuparse primero por Berk, luego por Chimuelo... Debe estar muy ocupado, no, no, no.—

El momento se volvió incómodo pues fueron fuertes declaraciones, más el nerviosismo de Astrid que se daba a notar, probablemente fuera por miedo de no sentirse preparada a dar el siguiente paso con Hipo, o tal vez no, o podría ser porque aún no se sentía cómoda, pues Hiccup también se ocupaba mucho con sus deberes cómo Jefe.
Aquel ojiverde notando esas acciones en su amada se ideó un plan, pues sabía que en alguna parte de lo que dijo ella tenía la razón, no habían pasado tiempo solos, pues Hiccup en Berk sólo llegaba casi que a dormir a su casa.

—Tienes razón, no hay que apresurarnos.—contestó el ojiverde mirando a la rubia y está le sonrió preocupada.—Creo que hay que seguir Johan me dijo que tenía unos problemas con unos Nadder.—

En aquel lugar casi que cercano a la orilla se encontraba el reino de Dunbroch con su princesa ya en casa algo desanimada por no poder haberse quedado más tiempo, era un buen lugar, y adecuado para ella.

—¿Nos vas a contar, linda?—le preguntó su padre a su hija.

—Sólo espero que me crean, y no piensen que estoy loca.—aclaró primero ella.

—Está bien.—contestaron sus padres, pues sus hermanos estaban comiéndose el postre de la mesa.

Merida soltó un suspiro.

Like The First Time [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora