Capítulo 2: ¿Isla vacía?

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Nuevo día, el sol iluminando cada parte de aquella pequeña isla, ya la mayoría estaban levantados y aseados y por su parte Merida se encontraba alistándose para salir a buscar su, "desayuno", cuando en realidad iba con aquel arco fiel, y con algunas flechas que tomó prestadas de los guardias por no organizar bien aquellas cosas que había guardado para llevar, disparaba por aquellos árboles, también disfrutaba de una deliciosa manzana mientras cabalgaba a Angus.

—¿Acaso no es hermoso, Angus?—dijo mientras veía su alrededor.—Diferente, acogedor, hay mucha población es, relajante.—Merida sonrió y suspiro.

—¿Gallina, dónde estás?—se escuchó cerca de allí.

Merida arqueo una ceja pues, según decían nadie poblaba la isla.

—¿Gallina, dónde te metiste?—se escuchaban pasos acercarse así que Merida decidió huir.

Confundida se fue con Angus lo más rápido posible.
Pensaba en las posibilidades que pudieran ser esa voz, o sus pensamientos, o alguien intentaba asustarla, o simplemente era una persona, pues sólo habían visto una parte de ese lugar, pero aún así decidió dejarlo en sus pensamientos, al llegar, puso en marcha el día uno, con los demás.
En la famosa "Orilla del dragón", se encontraba Hiccup entrenando con Chimuelo, logrando romper el récord que había dejado antes.

—No lo logrará.—dijo Patán Mocoso, quién egocéntricamente veía retador a Hiccup.

—Sí podemos, amigo.—le alentó Hiccup a su amigo el dragón quién entraba por él.

Déjenme explicarles, luego del incidente con Drago, Hiccup, decidió entrenarse cómo lo hacía antes para proteger mejor Berk, cada tres meses se reunía para entrenar sus dragones y los de sus amigos. Claro, aún seguía siendo jefe de Berk, pero en su ausencia, su madre se hacía cargo.

—¡Sí!—exclamó emocionado el castaño bajando de su dragón.—Lo hiciste bien amigo.—le acarició.

—Yo lo hubiera hecho mejor.—presumió Patán.

—Claro.—dijo Astrid y rodó los ojos.—Chimuelo sigue siendo un dragón superior a los nuestros.

—Pero nada se compara a Guacara.—presumia también Brutilda.

—Creo que cada dragón tiene algo que lo hace mejor que los demás, ¿No es así pequeña albóndiga?—añadía Patapez mientras tocaba la panza de su dragón.

—Patapez tiene razón.—añadió Hiccup quitándose la máscara.—Cada dragón tiene algo que lo hace especial.

—Chicos, ¿Alguien ha visto a gallina?—preguntó Brutacio llegando al lugar.

—¿Por que traes una gallina a entrenar?—pregunró Hiccup.

—Ella no podía quedarse sola en Berk, me extrañaría.—dijo melancólico Brutacio.—Además, gallina es valiente y temeraria.

—Claro..—fingió Hiccup.

Horas después, Hiccup se encontraba dándole de comer a Chimuelo, volando lejos de la orilla del dragón, ya el sol se ocultaba y las nubes eran iluminadas por éste, tomando colores rosados y naranjas.

—¿Sabes amigo? Lo extraño.—comentó el ojiverde mientras se recostaba en el lomo de su amigo volador.

Chimuelo sólo trato de decir algo y Hiccup simulaba una conversación con él.

—Lo sé, está en un mejor lugar, pero, me hace mucha falta, sólo por decidir hablar y no pelear con las personas, por ser tan ingenuo.—suspira.—Me hace falta mí padre, y sí, sé que no fue tú culpa, sino del Alfa que era controlado por Drago. Hasta dónde lleva la ambición..—el castaño volvió a sentarse notando que ya iban llegando a su destino.

Like The First Time [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora