Capitulo 3: ¿Iguanas?, ¿Lagartijas?

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La noche anterior, el grupo del jefe, había estado alerta, bueno, sólo cuatro de ellos estuvieron alerta, Brutacio y Brutilda, fingían estar alerta con unos muñecos que habían creado.
Al otro día, con los Dumbroch, está vez Merida se había despertado muy temprano, quiso ser la primera, además de tomar un poco de aire fresco y relajarse un poco, bien que algunos de su pueblo, eran bien.. ¿Cómo decirlo para que no suene mal?, ¿Intensos?, Tal vez. Pero aún así, de sus siete días sin órdenes quedaban cuatro, tristemente, Merida aún no era la heredera, por causa de que Elinor tenía esperanzas de que conociera a un buen muchacho, cómo Josh, pero Merida no le prestaba mucha atención, ahora se encontraba ella dándole de comer a Angus.

—¿Sabes Angus?, Esto es tan asombroso.—la pelirroja se recostaba en el pasto.—Aunque no creas, mamá si me hace falta, pero aún así, conocer algo nuevo es emocionante.

—¿Levantada tan temprano, princesa?—preguntó alguien quién llegaba.

Merida se volteó y se encontró con Josh, otro levantado temprano.

—¿Tú, temprano?—preguntó la pelirroja.

—El lugar se presta para levantarse de buen humor.—respondió este.

—Ayer noté a más personas.—añadió Merida.

—¿Cómo?—preguntó extrañado Josh.

—Sí, no estamos solos en esta Isla, y ahora que lo pienso, la gallina de ayer le pertenecía a alguien, pero sólo escuché sus voces, no los vi.—dijo Merida.

—¿Segura?—preguntó Josh.—Si fuera así ya nos hubieran atacado.

—Ellos no me vieron.—dijo Merida.—Solo buscaban a la gallina, la gallina les pertenece.

—¿Qué van a hacer con la gallina?—preguntó el de cabello negro.—¿Acaso un ritual satánico?

—Ponte serio, Josh.—añadió Merida.—Supongo que sólo era su comida o algo así.

—Qué bueno que no la comieron.—suspiró Josh.

—Sólo hay que estar alertas, si los encontramos, hablaremos con ellos, pero si nos atacan, atacamos también.—dijo Merida levantándose.

—Está bien.—respondió el pelinegro

Por otro lado un castaño dormía plácidamente en su cama, sin preocupaciones, ni dándose cuenta de la hora del día en la que se encontraba, después de una larga noche de vigilancia en su isla.

—¡Hiccup, a despertarse!—entraban los gemelos haciendo ruidos con hachas y espadas.

—¿Ustedes qué hacen aquí?—preguntó el castaño tapándose más con la sábana mientras su dragón rascaba sus orejas.

—Se supone que no se valía dormir.—dijo Brutacio.

—Sólo fueron dos horas.—reprochaba el ojiverde desde su cama.

—El sol se está ocultando, Hipo.—añadió Brutilda.

—¿¡Qué!?—contestó el castaño levantándose de golpe.

—Dormiste cinco horas.—añadió Brutilda.

—Astrid pensó que habías caído en coma.—dijo Brutacio.—Pero ya comprobamos que no, adiós.—dicho esto los dos se retiraron.

—Tenía que ir a Berk en la mañana.—suspiró el ojiverde mientras veía a su dragón.

El castaño decidió ir a tomar un baño por allí, mientras su dragón se quedaba puede decirse que "divirtiéndose" con los demás, salido de higienizarse el ojiverde apareció en el centro dónde siempre se reunían para los planes.

Like The First Time [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora