Like The First Time [Mericcup]

Capítulo 32: De regreso

El castaño siguió con su habla y al notar a la pelirroja muy participativa respecto a sus anécdotas continúo contandoselas a tal punto que ninguno se había percatado que la tormenta había cesado, sin embargo ambos habían notado que el dragón estrella se había echado una pequeña siesta durante la extensa charla.

— Gracias. —dijo ella luego del silencio que había dejado el castaño al terminar de hablar.

— ¿Por? —él le miró confundido.

— Eres muy entretenido Hiccup, y gracias a todo lo que me contaste me distraje, tan siquiera noté los rayos. —

— Solo quería ayudar, y creo que Odín me dió el don de hablar mucho así que lo utilize, me alegra poder ayudado. —sonrió.

— Cuando era pequeña mi madre solía abrazarme, y algunas veces cantarme... —

— Si, creo que pude haber ayudado con el abrazo, pero con el canto no lo creo. —ella dió una pequeña risa ante el comentario.

— Sin embargo conforme fui creciendo fue disminuyendo, hasta que he tenido que acostumbrarme a ellos poco a poco de distintas formas. —

— Bueno, ya descubriste una nueva. —

— Tampoco es que pueda andar un Hiccup en el bolsillo cada que llueva. —ella le miró y su tono fue con sarcasmo. —Pero, sí tienes razón ya descubrí una nueva. —

— Es probable que lleguemos algo tarde. —mencionó el castaño al ver que el tema de conversación había terminado.

— Sí. Igual puedes quedarte en DunBroch, tanto para ti como para Chimuelo puede ser muy cansado. —

— No va a ser necesario si partimos ahora. —él castaño se levantó y rápidamente el dragón se levantó en alerta al escuchar las pisadas.— Hey amigo, soy yo. —

Ambos se encontraba camino a casa, habían estado en la cueva alrededor de unas dos horas y media hablando respecto al año en que Hiccup había estado en la orilla, mientras que Merida le escuchaba atentamente sus aventuras con dragones y sus amigos.
Hiccup quien por su parte agradeció tomar la buena decisión de hablar del tema de la Orilla del dragón ya que por su mente había pasado la posibilidad de hablar de sus sentimientos, pues estaban solos, sin distracciones, ni personas entrometidas, pero dado el momento y su desesperación se decidió por lo que mejor se le daba hablando.
Por su parte Merida había pensado en expresar sus sentimientos también, y exponer lo que había hablado con Astrid, pero Hiccup se adelantó a distraerle con otro tema de conversación, y a la pelirroja le fascinaba escucharle hablar sobre los dragones, y cosas sobre las que él le podía orientar.

— Aún no, aunque creo que había visto alguna que otra chica saliendo del castillo o los tres salían seguido, asi que supongo que alguno de ellos, o los tres ya tiene a alguien. —Merida le expresaba su situación respecto a sus hermanos.

— O tal vez no tengan nada serio con alguien. —

— Tiene sentido, tenía un amigo en el pueblo que siempre hablaba con chicas y era amable con ellas, pero nunca se casó. —

— Muy Patán de su parte. —

—Lo sé. —rió.— Aunque es probable que ellos se casen antes. Creo que tienen admiradoras, recibían algunos regalos a veces. —

— A su edad yo no recibía nada. —

— Exactamente, eso digo yo. Aunque bueno, yo realmente no pensaba eso a su edad. —

Hiccup asintió dándole la razón.

— Aunque tú recibiste tres pretendientes lo cual hace que te contradigas. —añadió él.