Capitulo 21: Destino

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—Y así terminamos las sillas.—él jefe de Berk le enseñaba a la princesa lo que había hecho.

—Es increíble la manera en que puedes guardar todos esos patrones en tú cabeza.—respondía ella mirando con atención la silla.

—¿Puede hacernos el honor de probarla, princesa?—se había parado derecho señalando la silla.

—Es un placer.—respondió ella juguetona tomando asiento.— Me parece una silla muy cómoda. Excelente trabajo.—decía la pelirroja mientras aplaudía.

—Muchas gracias su alteza.—él ojiverde hacia una reverencia mientras que la pelirroja se levantaba de la silla y se la recibía.

Al estar de frente se echaron a reír por tal comportamiento ante tal situación.

—También hacemos hachas.—Hiccup dejaba en la mesa el hacha que había tomado para ahora tener entre sus manos otra cosa entre sus manos.— O... Un casco vikingo.—con cuidado lo colocó en la cabeza de Merida.

En los labios de la pelirroja se asomó una sonrisa.
Hiccup tomó uno y se lo colocó, pero a diferencia del que portaba Merida el de él no tenía cuernos.

—Veamos que tan buena eres.—él castaño le extendió una espada hecha de madera a la princesa y está gustosamente la tomó entre sus manos.

—Si tú lo dices...—él semblante de Merida cambió a uno retador y una vez en posición empezaron a pelear.

Iban de adelante hacia atrás. Cambiaban de lugar con tal de que la espada de cualquiera de los dos no les tocara. Hiccup se subía sobre algunos barriles con tal de ponerle algo más de diversión a la pelea falsa. Pero la vida le estaba jugando mal el día de hoy al jefe de Berk, Merida estaba usando el método de acorralarle para intentar ganarle, y lo estaba logrando. Al estar cerca, Merida le tocó con la espada de madera el abdomen al chico causando que esté se hiciera hacia atrás como plan fallido para esquivarla, pero lastimosamente el castaño piso mal con su pierna de metal, ya que resbaló con unas escamas pertenecientes a Chimuelo que se encontraban regadas y cayó sentado en el querido suelo.

—¡Hiccup!—exclamó un tanto asustada la pelirroja mientras se inclinaba al lado del ojiverde.—¿Estás bien?—

Chimuelo se asomó por el lugar y se adentró mirando a Hiccup con preocupación.

—No te preocupes estoy muy bien.—respondió el castaño intentando disimular un intenso dolor en sus asentaderas.

—¿Seguro?—Merida le miraba realmente preocupada.

—Sí, no te preocupes.—la mirada de este fue dirigida a las escamas en el suelo.— A alguien se le dificultó mucho recoger las escamas y volverlas a poner en el frasco.—intentando que la de ojos turquesa no se preocupara Hiccup se acercó dónde estaban las causantes de su caída aún con el dolor que tenía y empezó a recogerlas.

—Hiccup eres pésimo disimulando. —Merida le miraba seria mientras retiraba su casco de vikingo y le ayudaba a recoger las escamas que habían debajo de una de las mesas de madera.

—Me duele solo un poco.—aclaró él de lunares saliendo debajo de la mesa y levantándose con cuidado.

—Faltó está.—Merida tomaba una escama entre sus manos. Pero lastimosamente hoy para ella tampoco era su día de suerte ya que olvidó que se encontraba debajo de una mesa y al intentar levantarse su cabeza chocó con la dura madera.—¡Ouh!—se quejó para luego salir debajo de la mesa y levantarse sobando la parte izquierda de su cabeza.

Hiccup la miró preocupado y se le acercó al momento.

—Oh por Dios Merida.—él chico paranoico le miró en el lugar donde se había golpeado asegurándose que no hubiera algún rastro de sangre.—¿Estás bien?, ¿Te dolió mucho?, ¿Quieres algo para el dolor?—

Like The First Time [Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora