No nos conocemos. (Tom Hiddleston)

9.

Este capítulo será más largo que los anteriores, comenzarán a ser más largos desde ahora ❤️. Mil disculpas por la ausencia!!!
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Después de esa escena, el día pasó lento para Helena. La señora Flora la visitaba en su habitación cada dos horas sin hacerle ninguna pregunta incómoda, que mujer tan agradable, y Tom había salido de la casa.
Estaba aburrida, no tenía nada que hacer ahí acostada, por lo que al llegada la noche, cuando encontró en el velador un Ipad, no dudó en tomarlo y ver si tenía Netflix
No sabía la clave....
Pero aprovecho de mirar la fotografía de la pantalla. Tom con una pequeña gatita en brazos ¿seria Gala? ¿Donde estaba su gatita?

—permiso...—dijo Tom tocando la puerta— ¿puedo pasar?
—si, pasa —le dijo ella, tratando de dejar lo más rápido que podía, el Ipad justo donde lo había encontrado. Pero no pudo, el entro antes —perdón, yo solo quería ver...Netflix
—no pasa nada— le dijo con las manos en los bolsillos— la clave es 810209.
—descuida, no lo usare —le respondió avergonzada
—pero puedes hacerlo si quieres—le dijo sentándose en la cama —venía a preguntarte si quieres cenar. Cuando llegue, Flora se fue—le comento mientras la veía con sus mejillas rojas de la vergüenza— entonces para traerte la comida a la cama
—gracias Tom —le dijo ella.

Tom se puso de pie y camino hasta fuera de la habitación, demoró varios minutos en volver y cuando lo hizo, traía consigo una bandeja.
La cena era lasaña, con ensalada, un té y unas frutas.

—¿te gusta la lasaña? —le preguntó Tom mientras dejaba la bandeja sobre las piernas de Helena
—si, muchas gracias —le sonrió tímida. Se sentía como una niña, de que le llevaran comida a la cama pero no quería molestar
—que bueno—le sonrió Tom de vuelta mientras se sentaba a los pies de la cama.
—Tom, yo quería hablar contigo...—le dijo mientras lo miraba fijamente, sin tocar aún la comida —quiero pedirte disculpas por no contarte esto cuando me entere...
—deberías haberlo hecho —le respondió serio mientras rascaba su nuca. Su cara se puso sin expresión alguna.
—lo sé, pero es que... no te conozco lo suficiente para esto, no sabía cómo reaccionarías y tenía miedo —le dijo mientras se le nublaban los ojos—quiero que sepas que después de esto, no te molestaré... no necesito que te hagas cargo de nada, tampoco que reconozcas...
—no puedes estar diciendo eso Helena —le interrumpió con el rostro un poco molesto—yo no puedo desentenderme con esto, aunque haya sucedido de la manera que fue...
—es mejor que sea así —le suplicó ella—no necesitaré nada, enserio
—no—le respondió seco.
—y quiero que hagamos un examen de adn dentro de las próximas semanas, leí en internet que puede hacerse durante la gestación... entonces para que tú no tengas dudas yo creo que es una buena idea—le habló de manera rápida para que no le interrumpiera
—Helena, yo no te estoy pidiendo eso...
—lo sé, pero de todos modos necesito que lo hagamos. Digo, no es que no esté segura que me embarace de ti esa noche, pero creo que es... lo correcto.
—claro—se rindió— tú me dices cuando y donde ¿ok? —ella asintió.
—y otra cosa Tom...—le dijo mientras tomaba un poco de té —te pagaré pronto lo de la clínica, lo prometo
—eso no es necesario Helena—le dijo poniéndose de pie—iré abajo, cómete todo
¿Vale?
Camino hacia la puerta, pero Helena lo interrumpió
—¿no puedes quedarte? —no podía creer que le estuviese pidiendo eso— digo, es aburrido estar sola... y si no tienes nada que hacer...— el le sonrió y camino hasta la cama para sentarse nuevamente
—descuida, no tengo nada que hacer. Además así me encargo de que te comas todo —rió —tienes cara de no comer tanto eh.

Era verdad, Helena era delgada, no por genética, sino porque tanto trabajo a veces no le permitía comer a las horas que debía y simplemente se tomaba un latte o un jarro de agua con pepinos.
Amaba la pizza, el chocolate y las hamburguesas, pero de todos modos se había prometido una eterna dieta para no subir de peso.