¡Positivo! Positivo. Po si ti vo.
Tendría un hijo, o una hija y eso no sabía si asustarle o hacerle feliz. No podía creerlo.
Se quedó helado unos minutos, ni idea cuantos...
Tom: Helena, ¿puedo ir a tu departamento?Helena leyó el mensaje de Tom mientras se tomaba un café viendo la tele.
Helena: estoy muy cansada. Me dormiré, ven otro día.¿Qué demonios ocurría con Helena? El no lo sabía, no tenía la menor idea de que se trataba esto...
La alarma de Helena sonó a las 7:30 am pero ella ya llevaba horas despierta, las ganas de vomitar por las mañanas eran insoportables. Apagó la alarma y trató de dormir un rato, pero Otto y su ruido nasal no se lo permitían.
—súbete a la cama de mamá cariño —le dijo Helena mientras daba golpecitos al colchón. El perro a duras penas subió. Helena lo veía y sabía que está navidad que pronto venía sería una de las últimas con su Otto amado, ya estaba viejito.Se levantó a las 11 am y desayuno algo que pidió por una aplicación, no se sentía bien y no tenía ganas de hacer nada. Menos de cocinar. Pero de todos modos debía revisar pendientes de la oficina...
Así como pasó el día, estuvo floja, la oficina y nada más. Hablo por teléfono con Emm un rato y ya está.
—Entonces llamó a Zac y le contó del adn—le contaba emocionada Emma por el teléfono
—así es, tampoco es que yo tuviese dudas amiga, pero era algo necesario.
—pues él tampoco tenía dudas. Jamás ha dudado de ti Hel—le confesaba su amiga—no deberías ser tan dura con él.Otra vez Helena no le contó nada a Emm sobre lo que escuchó ese día cuando Tom hablaba por teléfono con la que seguramente era su novia.
Simon: hola Helena, ¿cómo te sientes? Avísame si necesitas algo, un beso.
Simon siempre era muy amable con ella, pues no era secreto para Helena el interés que él tenía. Todos en la oficina lo sabían.
Simon era un tipo alto, moreno de ojos castaños. Era guapo, si. Pero ella jamás se había interesado en él.Helena: gracias Simon, no te preocupes ¡todo bien por acá! Nos vemos el lunes.
El sábado pasó tranquilo, no se quito el pijama en todo el día, y cuando llego la noche se acostó exhausta de hacer absolutamente nada, y con unas ganas de comer un pastel de chocolate, que si debiese matar a alguien por un pastel, sin dudar lo haría.
El domingo se levantó y meditó un rato, estaba decidida a partir así sus días desde ahora.
Luego desayuno unas tostadas y un latte. Pastel de chocolate, le suplicaba su mente. Pero la ignoro todo el día.Tom: hola Helena, buen domingo ¿cómo estás?
Eso también lo ignoró todo el día.Saco a pasear a Otto por un parque cercano a su casa, Emm la acompañó pues le había prometido visita para ese día.
Conversaron de todo un poco, y visitaron un par de tiendas que estaban abiertas en el centro.
Luego Emm se fue a casa y Helena en su departamento se acostó.
Cuando despertó eran las 2:30 am. Despertó de las ganas de comer pastel que traía del día anterior."Muero por pastel de chocolate" posteo en una historia de Instagram, y vio cómo Emm le decía "puedes aguantar hasta mañana cariño, te llevo uno después del trabajo"
Media hora más tarde, siendo las 3 de la mañana escucho el timbre de su casa mientras una repentina lluvia atacaba la ciudad ¿quien demonios era a esa hora?
—¿quien es? —gritó mientras caminaba a la puerta muerta de sueño.
—soy yo, Simon — ¿que mierda hacia Simon a las 3 am en su puerta? Estaba loco.Le abrió y lo vio ahí parado, con un paquete en sus manos.
—te traje pastel de chocolate —ella lo miró extrañada y no pudo evitar sonreír. Lo invito a pasar.
—siéntate, ¿quieres un café? —le preguntó
—no Hel, solo venía por esto y ya volveré a casa en unos minutos
—enserio gracias no debías molestarte, no debías hacer esto...—rió nerviosa—es increíble, no puedo creer que...
—no es nada Helena, yo podría hacer esto por ti cada vez que lo necesites... así no pasas por esto sola—le dijo acercándose a ella, mientras ponía una de sus manos sobre el hombro de Helena—es una etapa maravillosa, y yo podría siempre...
ESTÁS LEYENDO
No nos conocemos. (Tom Hiddleston)
RomanceTodo comenzó con una boda y una noche apasionada gracias a unas copas (muchas copas) de más. La historia partió del final del cuento hacia el principio, nada convencional. Helena y Tom eran dos desconocidos antes de esa noche, y la verdad, después...