21.

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El día del cumpleaños de Tom ya había llegado, y Helena se despertó antes que él para preparar desayuno y llevárselo a la cama. Le había pedido a Flora llegar más tarde, invitándola a almorzar, por lo que todo lo preparó ella sola. Puso en el tostador unas rebanadas de pan, mientras freía huevos y luego molía un aguacate. Café y jugo, junto a unos pequeños muffins de distintos sabores, a los cuales después, montaría velas para cantarle feliz cumpleaños. Cuando tuvo todo junto en la bandeja, agrego un par de flores para darle un toque de primavera a ese día nevoso de invierno.

—despierta, es hora del desayuno —le dijo entrando a la habitación. Tom refregó sus ojos con los puños y murmuró que tenía sueño aún —hey, abre los ojos —le dijo Helena con una pequeña risa.
—ven a la cama Hel —le pidió sin abrir aun los ojos —¿por que te levantaste? —le dijo y luego abrió los ojos para mirarla, y al verla ahí parada frente a la cama con la bandeja del desayuno, le regaló una sonrisa en agradecimiento.
—¡sorpresa! —le dijo ella, que traía pijama y una sonrisa en el rostro que a Tom le parecía más hermosa que las flores que venían junto a ella —feliz cumpleaños Tom —le dijo mientras se acomodaba junto a el en la cama.
—no deberías haberte levantado, la mañana esta fría —le dijo recibiendo la bandeja en sus piernas —pero esto se ve increíble preciosa —le dijo depositando un beso en sus labios —gracias...

El desayuno fue perfecto, todo lo que Helena había preparado estaba delicioso, y Tom estaba realmente feliz, porque hace un año atrás en su cumpleaños, había despertado solo, en la cama fría y sin nadie que le preparara tostadas y las llevara a la cama acompañadas de unas flores. Ahora si, Helena hacía eso por el con una sonrisa.

—podríamos pasar el día en la cama —le pidió Tom acomodándose entre las almohadas luego de comer —no tengo planes hoy
—no seas perezoso —le dijo ella acomodándose a su lado— al medio día te quiero fuera de la cama —el asintió con una mueca divertida. Realmente no tenía ganas de levantarse jamás, porque afuera el inverno aun golpeaba fuerte y estar en la cama se sentía como el mejor plan de cumpleaños.

El celular de Tom no dejo de sonar en toda la mañana, y Helena aprovecho de ello para confirmar ciertos asuntos que tenia pendientes para la fiesta sorpresa de Tom. Tenía todo un plan: Flora, pediría a Tom que la llevase a la tienda para comprar unas cosas y trataría de tardar lo más posible, para permitir a Helena, Zac y Emm decorar todo y recibir la banquetería para los invitados, que eran compañeros del trabajo de Tom, que Benedict se había encargado de reunir.
Helena estaba especialmente emocionada por esa fiesta, ya que ese día conocería a los compañeros de trabajo, y amigos de Tom. Todos estos meses había estado junto a él, adentrándose lentamente en su mundo, ese mundo que era tan tan distinto al suyo, que a decir verdad igual la asustaba. Esperaba agradar a los amigos de Tom, y que él tuviese el mejor día de todos, gracias a ella.

—mi Tom —le dijo Flora dándole un abrazo—tantos años cuidándolo y acompañándolo, este es el primer cumpleaños tan diferente —le sonreía. Se refería a la existencia de Helena y su bebé que sin aviso hacían de los días de Tom más dulces.
—es cierto Flora —le dijo Tom respondiendo a su abrazo—este año ya no somos solo los dos celebrando mi cumpleaños —miro a Helena con una sonrisa cuando dijo aquello.

La hora del almuerzo estuvo relajada, y rieron los tres, sobre las historias que Flora contaba, ella llevaba más de quince años trabajando para Tom en su casa, y cuidando de él como si fuese un niño, por lo que sabía tanto y más de él, que el mismo Tom. Comieron una salmon delicioso que pidieron a uno de los restaurantes de Tom, y de postre tuvieron pastel de trufa, y un mousse que Flora llevo para esa ocasión especial.

—To, necesito que me lleves al mercado para las compras de los almuerzos del resto de la semana —le irrumpió Flora cuando Tom y Helena, veían acostados en el sofá, artículos de bebé en internet. Era parte del plan llevarlo de compras.
—pero Flora, puedes hacerme una lista y lo pedimos por corner —le dijo Tom girando su cuello para mirarla. No, la idea era sacar a Tom de la casa.
—no, tú sabes que las verduras me gusta elegirlas a mi, además Heleni necesita verduras frescas para estar sana —le dijo la mujer que ya figuraba abrigada en medio de la sala con un tote colgando de uno de sus hombros— así que no discutas y vámonos
—pero Flora, es mi cumpleaños —le dijo con el tono de un niño pequeño al que están regañando.
—Tom, ve con Flora —le dijo Helena como una petición, ladeando dulcemente su rostro—y me traes unos cupecakes de zanahoria por favor —le pidió sonriendo
—esta bien —cedió poniéndose de pie—ire por mi abrigo y vuelvo—cuando Tom desapareció por la escalera, Helena y Flora sonrieron triunfantes. Flora tenía la misión de sacar a Tom el mayor tiempo posible de casa. Zac y Emma ya no tardaban en llegar para ayudarla con la decoración.

No nos conocemos. (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora