No nos conocemos. (Tom Hiddleston)

10.

Los fines de semana Flora no trabajaba, por lo que cuando Tom despertó, se fue hasta la cocina para preparar el desayuno y llevárselo a Helena a la cama.
—¿qué haces aquí, Helena? Deberías estar acostada —le dijo mientras se apoyaba en el umbral de la puerta de la cocina —vete a la cama, por favor
—buenos días, Tom—le dijo al voltearse a verlo— no pasa nada, siéntate por favor —le sonrió— los waffles están casi casi listos. Siéntate.

El negó con la cabeza y se sentó en la mesa que ya estaba preparada para el desayuno.
Este consistió en jugo de naranja, café, fruta y unos waffles con miel que estaban deliciosos.

—es mi forma de darte las gracias por estar cuidando de mi... digo de nosotros —rió— así que me metí en tu cocina y vi que podía preparar.
—creo que me agrada tu forma de agradecer, Helena—le dijo mientras tenía la boca llena del último waffle de su plato— ¿quedan más?
—si —le sonrió— dame tu plato— se movió hasta la encimera de la cocina y tomó más waffles con miel para Tom.
—Gracias Helena.

El día paso tranquilo. Helena vio series en el iPad de Tom y este estudio para sus líneas otra vez.
Cuando fue la hora de la cena, Emm y Zac fueron a casa de Tom, y juntos comieron una rica pizza de peperonni. Ninguno quería cocinar. Lo pasaron bien esa tarde.
Emm le contaba a Tom sobre Helena, y cómo es que estaba loca de pequeña en la escuela.

El domingo fue tranquilo, comieron rico, rieron mucho y conversaron por horas. Se sentía bien pasar tiempo com Tom. Se estaban haciendo grandes amigos.
Llegaron al acuerdo de que Helena se marcharía a casa el viernes por la mañana.

Cuando Tom despertó el lunes por la mañana, fue a saludar a Helena a su habitación, pero no estaba en la cama, sin embargo escucho un ruido desde el baño.
—¿Helena estás ahí? —dijo tocando la puerta. Ella no respondió, y aún escuchaba el ruido desde el baño— entraré—empujó la puerta del baño y vio a Helena apoyada en el inodoro, vomitando — ¿Helena qué pasa? ¿Mírame, necesitas algo? —corrió hacia ella y le tomó el cabello— Helena...

Cuando Helena terminó de vomitar, su cuerpo cayó en los brazos de Tom, sin poder sostenerse, totalmente débil y su rostro estaba blanco, no podía abrir los ojos.

—Helena, por Dios — la tomó en sus brazos y la llevó hasta la cama, donde la metió dentro y la cubrió. Helena se quejaba con los ojos cerrados y Tom estaba muy asustado —por favor, Helena dime algo...
—estoy bien, solo me sentí mal— le dijo aún sin abrir los ojos .

Veinte minutos después, ya estaba mejor, pero le dolía fatal el abdomen. Cuando abrió los ojos, vio a Tom entrar a la habitación con un doctor a su lado.

El doctor la revisó y le dijo que su embarazo era de riesgo, que había un problema con su saco, y cosas que ella no pudo entender. Por lo que le dijo que se quedara en reposo hasta el viernes, sin hacer fuerzas, y que debían llamarlo ante cualquier molestia.

—señor Hiddleston, por favor cuide de su señora, para que su bebé crezca como corresponde— ¿su señora? No no... pero no iba a estar jodiendo con eso, no tenía energías.
—si doctor— le respondió sin decir nada al respecto —lo llevó hasta la entrada. Sígame por favor.

*

—¿no te asusta que el doctor diga algo y se sepa de esto? —le preguntó ella cuando estaban solos en la habitación.
—no. Ya me encargué de eso—le respondió sin apartar la vista del libro que tenía frente a él — tú solo cuídate ¿vale?

*

Así pasó la semana, Helena en cama y Tom preocupado por ella. No la dejaba levantarse para absolutamente nada. Estaba pendiente de que obedeciera, y por cuidarla no asistió a trabajar. Si bien estaba pendiente de ella, no tuvieron momentos de confianza, de esos divertidos del fin de semana ¿por que habrá ocurrido? ¿Que cambio en Tom? ¿ a caso ella hizo algo?
Para no aburrirse, Emma la visitó el miércoles, le pinto las uñas y le contó de sus días con Zac, también le habló de Tom, comenzó a decirle lo lindos que se verían juntos, que serían una familia hermosa, y bla bla bla.