18.

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—otra vez negativo Zachy— le dijo Emm a su esposo mientras salía del baño con un test de embarazo en las manos, que no le daba la felicidad que tanto estaba esperando.
—ven aquí —le extendió los brazos para que entrara  en ellos —no pasa nada...
—creo que es hora de que vayamos donde el doctor, y veamos si algo anda mal conmigo —le comentó apenada, pues llevaban meses intentando y aún no obtenían el positivo que tanto esperaban.
—está bien si tú lo quieres cariño, pero no creo que algo ande mal contigo...

*

Tom entró rápidamente al departamento de Helena, que esa noche estaba todo desastroso, y dentro escucho como un hombre le gritaba a Helena, su chica.
Dejó las flores sobre la barra de la casa y corrió hasta donde provenían los gritos, la habitación de Helena.
—¡eres una perra! Eso eres, ¡una perra! —se escuchaba como el tipo le gritaba a Helena, que no paraba de llorar y suplicar que se fuese de su casa—no puedo creer que hayas hecho esto, mierda Helena, eres una perra maldita.

Tom empujó de la puerta con todas sus fuerzas y cuando tuvo vista de la habitación de Helena, la vio ahí llorando, mientras era tomada por los hombros por un tipo que jamas en su vida había visto.
—¿quien mierda eres? —se abalanzó sobre él para darle un golpe en el rostro —suéltala imbecil. ¿Helena cariño, estás bien? —se dirigió a ella, que lloraba ahora sentada en la cama, con su rostro empapado y el cuerpo tiritando de miedo.
—este es tu novio ¿verdad Helena? —habló el tipo refiriéndose a Tom, furioso luego de que le diera un golpe de aquellos—¿tú eres ese maldito que hablo en la televisión hoy? Si, tú eres —se tiró sobre Tom para devolverle el golpe, pero de lo borracho que estaba, con suerte pudo tocarlo.
—vete de aquí si no quieres que llame a la policía ahora mismo—lo amenazo Tom con una furia que le desbordaba por la mirada.
—embarazaste a Helena, estupido de mierda, embarazaste a mi chica —le gritaba el tipo mientras Tom lo miraba parado frente a él.
—te repito que te vayas, y dejes a mi novia en paz —le volvió a a hablar Tom, y en el momento en que mencionó la palabra novia, el hombre se tiró sobre Tom para darle un empujón, sin embargo fue erróneo nuevamente, el cuerpo grande de Tom no se iba a mover por el empujón de un borracho que con suerte podia mantenerse en pie.
—¿tu qué? —grito tan fuerte mientras Tom fruncía el ceño furioso—estas demente, Helena no puede ser tu novia, es mía —le gritaba tan fuerte que todo el edificio debió oírlo.
—te vas ahora o llamo a la policía —le repitió Tom sin paciencia alguna—debe estar por subir el conserje, y de seguro  llamara a la policía antes que yo. Te vas ahora o me aseguro de que pases un tiempo encerrado—lo amenazo, y el chico sonó su nariz de la cual corría un hilo de sangre gracias a Tom.
—Helena, que el no va a quedarse contigo y lo sabes eh, es famoso —le dijo mientras caminaba a la salida del cuarto de Helena— y te cambiara apenas pueda, acuérdate de mi, preciosa, los tipos como el no se quedan con chicas como tú, luego se van....— Helena lo vio perderse y tembló ante el portazo que dio a la salida del departamento, pero por fin se había ido.

—¿como es que dejaste que ese tipo entrara nuevamente a tu casa? —le preguntó Tom con un tono de molestia, mientras se sentaba en  el borde de la cama junto a ella, y la abrazaba por los hombros —¿estas bien verdad? ¿Te hizo algo? Dime...—ella negó con la cabeza, aun no podia hablar. Esta era la segunda vez que su ex novio tenia cara de ir a meterse a su departamento, la vez anterior casi la hace perder su bebé—no puedo creer que la seguridad de este edificio sea tan mala, Helena.
—estoy bien —le dijo Helena con una voz cortada que con suerte salía desde su garganta, mientras  sumergía su rostro mojado en el cuello de Tom.
—necesito que nos vayamos a casa, por favor —le pidió acariciando su pelo— no puedes quedarte aquí... —ella asintió, no quería quedarse en su casa esta noche, ni podia estar sola.

Cuando Hector llegó, Helena estaba sobre el sofá comiendo helado, estaba tan feliz esa noche, había visto el programa completo y tenia el corazón latiendo a mil después de haber escuchado a Tom hablar de ella, y hasta mostrar su fotografía. Cuando el timbre sonó, se paro de un soplo, pues creía que era Tom que venía hasta ella para decirle que la quería, y que por ello había dicho todo eso. Pero no fue así, había sido su ex novio, entrando borracho como un demente en su apartamento, tirando el helado sobre la alfombra y haciéndola correr hasta su habitación para esconderse.
Hector volvía otra vez a ponerla mal, a hacerla temer en su propia casa, a descompensarla y hacerla temblar. ¿Por que aparecía ahora? Era la segunda vez que aparecía desde que Helena estaba embarazada, pero antes de eso, no lo había visto en tanto tiempo. Desde que se fue con esa chica de su trabajo, que no se aparecía en la vida de Helena. Se había ido una noche, tomando todas sus cosas, poniéndolas en una maleta y huyendo después de que Helena lo descubriera acostándose con alguien en ese mismo departamento en el que Helena aun vivía, ese que había sido la casa de ambos por tanto tiempo...
Ahora Helena estaba en los brazos de Tom, que la sostenía con fuerza y le daba un calor único. Tom sabia ser un compañero, un amigo y hasta un novio falso. Había aparecido en el momento indicado esa noche, antes de que Hector se lanzara sobre ella y pudiese hacerle daño, y Helena sabia que cerca de Tom nada de eso podría ocurrir de nuevo, el siempre estaba para protegerla.

No nos conocemos. (Tom Hiddleston)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora