Hace algún tiempo un tío muy preciado para mí decidió leer los escritos de una inexperta, relatos que salen de una mente joven que aún no entiende el mundo de mayores, pero que aún así se esfuerza por llegar a todos con sus relatos.
Y al terminar uno de esos escritos me observó y dijo...
— La mujer de este relato es mi mejor amiga, Yelina.
— Nunca conocí a esa mujer tío.
—Lo sé.
—¿Y cómo era?
— Exactamente así, una mujer adinerada, aplicada, la mejor de su clase, pero a pesar de su posición económica, la belleza descomunal que poseía, y sus excelentes resultados académicos; nunca fue la mujer que la sociedad le exigía que fuese, se sentaba en el suelo a fumarse un cigarrillo, tomaba alcohol como si fuese su último suspiro y cometía locuras e iba a fiestas por montón.
— Me gustaría mucho conocerla.
— Ella murió en un accidente de carro.
— Oh.
— Pero en este relato está su esencia, me demostraste una vez más que la realidad supera la ficción.
Dedicado a ti Yelina, porque a pesar de que no te conocí, sé que fuiste quien deseaste ser. Que ninguna atadura social amarró esas ganas tan tuyas de ser libre.
Y a todos aquellos que aún ocultan su escencia bajo capas de igualdad. No eres menos por ser más.
Aprendamos a ser nosotros mismos, y no el falso reflejo de un espejo vacío.
Gracias.
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Yelina #PGP 2024
Short StoryY cuando la realidad supera la ficción, más de un escrito no alcanza para describir la emoción del descubrimiento, del desarrollo y la aceptación como criaturas de conciencia, humanos dicen.