Alzheimer.

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¿A dónde vamos luego de la muerte?

Es una pregunta simple pero demasiado complicada para responder con meras palabras, y aún así, tiene más de una respuesta.

Prefiero pensar diferente, tal vez...no hace falta morir para saber a dónde vamos, pues... siempre he pensado que morimos cuando dejamos de ser.

Hace algún tiempo una chica vivía junto a mi casa, era una mujer fuerte y joven, era hermosa, era resplandeciente y siempre mantenía una sonrisa en el rostro.

Tenía Alzheimer.

Esa desastrosa enfermedad que no permite conservar o recuperar nuestra información, nuestros recuerdos albergados con amor en esa parte de nuestro cerebro.

Ella murió estando viva. Muchas enfermedades te llevan a cerrar los ojos y dejarlos así hasta las cenizas, pero con ella fue diferente, sus ojos tenían tanto brillo como el día que la conocí, nunca se apagaron, sin embargo, su alma estaba perdida.

Más que un cuerpo, somos un cúmulo de recuerdos que nos mantienen atados a esta vida.

¿Imaginas amar demasiado a una persona, entregarle todo, ser su luz en la oscuridad y al día siguiente no recordarla?

¿Imaginas el sufrimiento de sus seres queridos?

O peor aún, ¿imaginas no sentir ese dolor, porque no eres capaz, ni tan siquiera, de tener el conocimiento de que borraste a ese ser de tus recuerdos?

Fue muy valiente durante toda su vida, como un recién nacido lleno de pureza y sonrisas para el mundo.

Esa mujer era..era..

—¿Quién soy?

Yelina #PGP 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora