Esta es la historia de un gran e importante descubridor estadounidense de los años setenta. Fué reconocido mundialmente por un hallazgo demasiado relevante en aquellos tiempos donde la ciencia empezaba su auje y dejaba atrás la literatura y las artes visuales. En aquel entonces la arcaica ciudad estaba sumida en penas y desgracias y en pos de buscar una última esperanza, salió a descubrir el mundo.
Habían muchas preguntas por responder y un pueblo que salvar.Un día se sentado a orillas de un lago en inmensa quietud, donde no habían animales en los alrededores ni personas en el puente más hermoso del lugar, tomó una piedra y la guardó en su bolsillo. (Optimismo)
Al día siguiente continúo sus andanzas y llegó a una cabaña, desde la lejanía pudo observar dos personas discutiendo, tomó una hoja y la colocó dentro de un libro. (amor)
Esa misma noche hizo una parada en un restaurante, había una pareja cenando justo en la mesa de al lado, sin ser observado, cortó una de las puntas del mantel de encaje que adornaba la mesa. (Desesperación)
Cansado de aquel día tan agotador decidió descansar en una posada de allí cerca. Dormir le haría bien. Cuando por fin la recepcionista le entregó las llaves de su habitación se dirigió a ella. Al abrir una pareja estaba teniendo sexo, una ama de llaves y un señor de traje y corbata. Allí mismo tomó una pequeña astilla de madera que sobresalía en la puerta. (Adrenalina y euforia)
Cuando finalmente pudo acostarse y cerrar los ojos escuchó un llanto, el sonido traspasaba las paredes. Su sentido de alarma se activó y fue inmediatamente al cuarto de al lado, justo en ese instante una mujer hermosa salía y detrás de ella el mismo hombre de traje. Anotó el número de aquel cuarto en el libro de antes. ( Odio)
Después de semanas hizo su última parada. Un horfanato casi en ruinas pero en el cual, aún quedaban niños. Habían infantes de todas las edades, pero uno llamó su atención, un pequeño en silla de ruedas. Allí mismo tomó una pluma en mano y dejó su firma. (Gratitud)
Con los años aquel hombre ahorró lo suficiente como para crear su propia obra maestra. Fueron años de esfuerzo y trabajo constantes, pero finalmente lo logró.
Y a su magnífica creación lo nombró " El museo de los sentimientos".
La primera impresión que te daba el museo no era precisamente la mejor, habían escombros, así que muy pocas personas fueron el primer mes.
A diferencia de lo que pensaban, el interior de aquel local era estupendo, luces neón, una música leve y clásica sonaba por todas partes, adornos florales. Así empezaba el recorrido, el recorrido para conocer a una persona hasta lo más profundo.
" La primera impresión es lo que cuenta", pues no, no ns realidad, porque "no se debe juzgar nunca, un libro por su portada"
Las paredes eran todas de blanco, pues cada sentimiento era innato y sincero, y que mejor que el blanco para representar la pureza de cada ser.
En el primer estante se observaba una piedra, detrás, una pintura con un bello mar en calma.
" Cuando más solos nos sentimos más observadores nos volvemos, muchos buscamos paz en lugares tranquilos, pero la pura verdad es que necesitamos de una buena charla a las orillas de un lago. Ser optimista nos lleva a ser menos reales, y ser reales no condenará a un vaso medio vacío sin oportunidades de relleno. Seamos optimistas, pero nunca fantasiosos"
Y si te fijabas bien en el cuadro, justo en el centro, una sombra oscura, de algún animal desconocido descansando en la profundidad del lago.
En el segundo estante una hoja seca, y detrás, una cabaña que inspiraba paz y confort.
" El amor nos vuelve ciegos, y la falta de él nos hace desgraciados. Hay un límite de tiempo para nuestras vidas, y como nada es eterno, así tampoco el amor. En esa cabaña vivía una pareja, un matrimonio de años, a la distancia parecían dos personas peleando, cuando me acerqué no era más que una plática acaramelada sin fines objetivos. Un mes después cuando regresé a visitarlos ya no estaban juntos"
En el suelo se observan huellas desgastadas, el amor se desgasta, aunque no se olvide.
En el tercer estante una empolvada pieza de encaje, detrás, la pintura de una mujer con una sonrisa y una lágrima en el rostro.
" Desesperados, así nos vuelve la rutina. Esta mujer es adinerada, tiene un marido ejemplar que cubre gastos inagotables, pero a pesar de su esfuerzo ella no lo ama. Tal vez los primeros años fueron magníficos, pero la monotonía alcanzó sus pasos. Oh, y ella ya no desea el dinero, desea al camarero rubio de el fondo, pero los fajos verdes se han convertido en cadenas, está desesperada"
Detrás de la mujer un joven vestido de camarero observa con lujuria a la damisela.
En el siguiente estante una astilla de madera, y un cuadro lleno de colores.
" La euforia y la adrenalina van de la mano, vivir intensamente es la respuesta de años en agonía, pero...no todo es color rosa, trae penurias cometer locuras, y ahí está la culpa. Ese pequeño miedo a las consecuencias que durante el acto cruza desapercibido un mar de nervios. Pero hay que aceptar que somos adictos a esa droga, y el arrepentimiento debe hacerse a un lado si el placer del momento lo amerita. Como dicen los drogadictos...vivir intensamente"
En una esquina del cuadro de colores un punto negro representando la perdición, la angustia y el arrepentimiento.
El quinto estante dejó a muchos confusos, pues un cero en una hoja y un marco sin ningún lienzo no representaban mucho.
" El odio es de los sentimientos más bellos, todos pensarán que estoy loco al leer estas palabras, y eso está bien, solo los locos viven la vida, el resto solo son muertos vivientes. Cuando se odia a alguien o algo, una fuerza desconocida llena cada rincón de nuestros cuerpos y las emociones cruzan una metamorfosis exquisita. Pasamos de amar a alguien a odiarlo, así de sencillo y esplendoroso funcionan las emociones humanas. Cada quien decide cómo soltar todo aquello que encierra dentro, pero solo los legibles no recurren a la fuerza bruta y le ceden el trabajo sucio al karma".
El cuadro estaba un poco girado, y si bien en un momento pudo estar derecho, las circunstancias lo hicieron tal cual como allí se observaba.
El último estante estaba vacío, una foto de un señor de unos veinte años aproximadamente. En ese momento entró Federick, el hijo adoptado de aquel gran descubridor ya fallecido.
— Mi padre fue un gran hombre, descubrió muchas cosas a lo largo de su vida, cosas que no están en este museo porque la sociedad aún no está lista para la aceptación de nuevos mundos. Y aquí estoy yo, representando la gratitud hacia un ser humano. En aquel horfanato yo era menospreciado por mi condición de inválido, pero este hombre pudo verme, supo observar más allá de una silla de ruedas, y por ello le agradezco, y así, la gratitud representa un sentimiento positivo y lleno de humildad.
La salida del museo era aún más bella, representando el paso que dan las personas en nuestras vidas, porque independientemente de lo que nos hayan hecho sentir, cada uno es especial a su modo, dejan huellas...
Un libro antiguo se encontraba encima de una silla, y una de sus páginas estaba marcada."No somos fuertes, no aguantamos el frío ni el calor, la caza no es nuestro talento. Entonces, ¿qué nos legó la naturaleza para compensar está falta de aptitudes que en un principio, supondrían la extinción de la especie, pues un bien único e inigualable: la conciencia"
"Seamos cuerdos, seamos espontáneos y sinceros, pero sobre todo, seamos humanos."
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Yelina #PGP 2024
Kısa HikayeY cuando la realidad supera la ficción, más de un escrito no alcanza para describir la emoción del descubrimiento, del desarrollo y la aceptación como criaturas de conciencia, humanos dicen.