28°Kaiden

67 8 0
                                    

Tener que dejar a Stella lejos de mi en algo tan peligroso como esto, me provocaba una ansiedad terrible.

Sabía que era fuerte, y con unas agallas que probablemente a todos los de aquí nos faltan, pero aún así no dejaba de preocuparme por ella.

Era consciente de que debía mantener la mente fría y enfocada en lo que estábamos a punto de hacer, de lo contrario las cosas se nos saldrían de las manos. Di un profundo suspiro y me obligué a avanzar.

- Debemos ser muy cautelosos - murmuró mi padre - y rápidos si queremos llegar antes de que noten que no hay nadie en el pozo

Tenía razón, si los Anianos se daban cuenta de que se habían escapado los prisioneros entonces las cosas aquí se pondrían muy feas para todos.

- Sigan por aquí - ordenó Sun en voz baja mientras doblaba a la derecha junto a unas enormes rocas - a unos metros más adelante estará la parte más complicada del camino - aclaró quedándose quieto

Asentí. Sabíamos que había una probabilidad de 50/50 de que Los jardines de Nemiz estuvieran vigilados por Anianos armados, pero era un riesgo que debíamos tomar si queríamos entrar al palacio por la segunda puerta trasera.

Cuando estábamos a punto de seguir avanzando, varios disparos se escucharon a lo lejos

Mi pulso se aceleró y de inmediato tuve un mal presentimiento.

- Son ellos - dije tratando de correr hacia los disparos pero mi padre me detuvo

- Nos van a descubrir

- Los encontraron - gruñí

- Saben defenderse - aseguró - las tres saben defenderse

- Me necesita....

- Ella te necesita enfocado en lo que debemos hacer - agregó - jamás te perdonará si corres hacia ella y pones en riesgo la misión

Apreté la mandíbula.

Sabía que tenía razón, pero la idea de que ella estuviese en el mismo lugar que aquellos disparos me provocaba un dolor en el pecho.

Asentí para nada feliz con mi padre y continuamos avanzando.

Cuando llegamos a los jardines de Nemiz nos aseguramos de ir lo suficientemente agachados para que no nos descubrieran, y nuestro plan parecía ir bien hasta que a mitad de jardines una voz nos interrumpió.

- Siempre haz sido pésimo jugando a las escondidas, hermanito - La voz Fria de kol apareció tras nosotros y en cuanto me giré para verlo me di cuenta de que no estaba solo.

Carajo.

Varios hombres armados estaban tras el apuntandonos con las armas dispuestos a disparar en cuanto el les diera la orden.

- Padre - sonrió - la vida en la tierra te sienta bien - dijo al ver su ropa. - ¿Donde esta tu pequeña novia, Kaiden?

No respondí.

- Saben, cuando me avisaron que los prisioneros habían escapado, nunca me imaginé que estarían con ustedes - dijo con aire de grandeza - ya saben... Por eso del rencor guardado y esas cosas.

- ¿Tu guardas rencor, hijo? - preguntó mi padre provocando que el estallara en carcajadas

- ¿No debería?

- Lo hicimos por tu...

- Ustedes me arrebataron la corona de Aseret!! - gritó con furia - Ustedes me desterraron de mi propio hogar!!! Creyeron que estaba loco e hicieron con Aseret lo que quisieron!! A ustedes les gustaba el poder!! Y me hicieron a un lado.

ASERET:  "No estamos solos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora