5°Stella

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La siguiente semana marchó bien, el pueblo parecía cada día más como el de antes y seguía sin conocer oficialmente a los nuevos vecinos, después de mi fallido intento de presentarme con el ardiente desconocido. De vez en cuando espiaba con la esperanza de volver a ver al idiota-sexy de músculos bien trabajados; lo sé, sueno como una loca obsesionada.

El Martes por la tarde decidí sacar a pasear un rato a Scott, el día era perfecto, así que le puse su correa y camine con el unas cuadras de ida y de regreso, no quería demorarme tanto porque el señor Andrews me había pedido que trabajara con uno de sus reporteros para hacer un articulo de como iban las cosas en Monville; esta era otra gran oportunidad para mi carrera que obviamente no pensaba rechazar.

En cuanto llegué a mi cuadra vi a un joven en la casa de los nuevos, tenía el cabello castaño claro y no podía tener más de diez años. Mi curiosidad salió a flote así que me di prisa antes de que se metiera a la casa.

- hola - dije subiendo la banqueta con mi mejor sonrisa. - soy Stella, vivo enfrente - agregué extendiendo mi mano. Un par de grandes ojos azules me miraron con desconfianza, eso solo me hizo dedicarle una mirada tierna. Jamás tuve un hermano y la verdad si quería uno. - ¿como te llamas? - pregunté bajando mi mano al darme cuenta de que no la estrecharia. Una pena.

- Kyle.- balbuceo apartando la mirada hacia Scott, quien ya se había abalanzado a él para tratar de recibir cariños de su parte.

- este es Scott - dije sonriendo - le agradas - agregue cuando Kyle al fin se animó a acariciarlo.

- hola amigo - le habló a Scott poniéndose de rodillas frente a él para acariciarlo mejor, no pude evitar sonreír de oreja a oreja al verlos juntos, a Scott no le agradaba la mayoría de las personas, pero por alguna razón quería a esta persona en especial. Reí en cuanto Kyle estalló en carcajadas porque Scott brincaba a su rostro para besar sus mejillas y toda su cara en general.

- ¿cuántos años tienes? - pregunté con curiosidad sentandome en el pasto frente a él, mientras seguía en una lucha de besos y sonrisas con Scott.

- ocho y medio - respondió con más confianza, gracias por eso Scott.

Alce una ceja divertida - ¿ocho y medio? Pero si pareces de diez años - bromee con el haciéndolo reír.

- ¿de verdad ?- preguntó con el rostro iluminado.

- de verdad - asentí sonriendo.

- mi hermano dice que soy pequeño - agregó con cara triste

- bueno, tu hermano es un idiota-solté sin pensar en mis palabras. Esperé a la reacción de Kyle, pero solo se echó a reír.

- si, lo es - dijo entre risas.

- ¿tienes más hermanos? - pregunté con curiosidad.

- solo tengo a Kora y Kai... - dijo agachando la cabeza, algo lo había puesto triste.

- ¿que sucede? - dije acercándome a él para consolarlo.

- tenemos otro hermano... Pero Kaiden dice que el esta muerto, y que no mencionemos su nombre en la nueva casa - explicó sin poder evitar que unas lágrimas salieran de sus ojos. ¡Pero que hijo de puta!, ¿quien le dice eso a un niño?

- lamento oír eso - respondí conteniendo mis ganas de tocar la puerta para poder gritarle al idiota del tal Kaiden, y por lo que Kyle me decía, era más que obvio que se trataba del mismo idiota que me había ignorado. - ¿que dicen tus padres sobre eso?

- mamá está muy triste - mierda, ¿porque nunca soy capaz de mantener mi bocota cerrada?

- yo... Lo siento... Yo

ASERET:  "No estamos solos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora