15°Stella

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Después de haber llegado a la casa de Nicole nos encerramos en su habitación para poder hablar libremente; se quedó sin palabras después de que le contara todo sobre Kaiden y su familia. Sé que hacia mal, pero realmente necesitaba hablarlo con alguien más que no fuera Kaiden o Kora.

- qué putada! - exclamó caminando de un lado a otro en su habitación.

- eso mismo pensé pero no podía decirlo, su familia es muy amable y adoro a Kyle

- Son alienígenas Stella, no digo que sean malos pero, ¿tienes idea de cómo suena eso?

- una locura - respondí - lose, tienes que prometerme que no dirás nada de lo que te acabo de contar. - supliqué - Nicole, es enserio, ni una palabra de esto a nadie.

- no puedo creer que el loco Javi siempre tuvo razón con toda esa mierda que dice por la radio!

- Nicole - supliqué

- vale - respondió- no se lo diré a nadie. Es una promesa.

- Gracias - suspiré

- ¿y entonces? - preguntó sentándose junto a mi en su cama. La miré confundida - ¿tú y el alienígena?

- no lo llames así - solté- y ... solo somos amigos - respondí tratando de ocultar mi decepción.

- Ja! - soltó con sarcasmo - podrá ser alienígena y venir de otra galaxia, pero a Kaiden le gustas, se nota aquí y en Marte. Y a ti también te gusta

- ¿tan obvia soy?

Se echó a reír mientras asentía.

Después de un par de horas más conversando, comimos algo y cuando el reloj dio casi las nueve; decidí que era hora de ir a la biblioteca, solo estaría un rato y después me iría a casa.
Nicole no estuvo muy de acuerdo en que me fuera a casa caminando pero no podía quedarse conmigo para después llevarme a casa.
Cuando entre a la biblioteca aún había gente en algunas mesas, me fui hasta la última y comencé a sacar mis cosas para comenzar con las tareas; siempre que pasaba por la biblioteca el tiempo se me iba muy rápido, después de un rato... o un par de horas, oí la campanada de la iglesia que indicaba la media noche. Mierda! ¿De verdad había estado aquí tanto tiempo? Y creí que no era mucha tarea, ya vi que me equivoqué.

Me apresuré en recoger mis cosas para salir de la biblioteca que de se había tornado un tanto siniestra por la oscuridad.
Me dirigí hacia la salida con paso apresurado.

Cuando llegue a la puerta de salida vi que había dos hombres como si estuvieran esperando a alguien, de inmediato mi corazón comenzó a latir a mil por hora, era muy tarde como para que dos hombres estuvieran aquí, a menos que... No! Stella tranquila.
Camine fingiendo que no estaban ahí y cuando estuve a punto de salir ambos tipos me detuvieron y lo único que pude hacer fue gritar con todas mis fuerzas y rezaba porque alguien me escuchara.
Forcejee pero era inútil, ellos eran más fuertes que yo, uno de ellos me cubrió la boca con su mano y lo único que lograba hacer era gemir con fuerza mientras intentaba soltarme de sus agarres.

Ninguno de ellos dijo una palabra. Y yo seguía intentando liberarme. En ese momento oí la voz de Kaiden gritar mi nombre a lo lejos. Gracias a Dios! Kaiden. Sentí un poco de alivio al saber que estaba aquí mismo.

Los tipos me llevaban de nuevos hacia adentro de la biblioteca y aproveché un momento en el que tenía una mano en mi boca se descuidó para mover una mesa y pude soltarme de su agarre y volví a gritar, pero esta vez el nombre de Kaiden, con todas mis fuerzas para que diera conmigo.

El tipo volvió a agarrarme y ambos me arrastraron hacia la parte trasera de la biblioteca. Me estaban llevando hacia el callejón, debía decirle a Kaiden. Me retorcí entre los brazos de los hombres para poder liberarme aunque sea un poco para poder volver a gritar; oí a Kaiden gritar de nuevo mi nombre con desesperación.

ASERET:  "No estamos solos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora