Beist:
Que Fredrik esté aquí solamente aumenta mi mal humor, no sé siquiera por qué Ivar sigue en Hidden Woods, odia este lugar lo ha dejado en claro mil veces pero aún está aquí pisándome los cojones, molestando a Emily y criticándome como si fuese mi puto padre. Estoy harto.
Por otra parte mi primito no quita sus ojos pervertidos de Emily y eso es otra cosa que me tiene hasta los huevos.
—¿No tienes algo más que mirar? —le gruño al idiota sentado frente a nosotros.
Emily estaba leyendo un libro a mi lado sin prestarle atención a mi familia. Anoche la vi algo desconcertada con la llegada de mi primo, me dijo que tiene un mal presentimiento y le creo, Fredrik solamente da problemas.
—Solo admiro a una bella mujer. —los ojos de ella se levantan para verle pero al instante vuelve a su libro ignorando su comentario— Me sorprende el poder que esta pequeña criatura tiene sobre ti, eso es todo.
Cogí aire y paciencia al mismo tiempo, es obvio que mi tio le ha comentado su "preocupación" por Emily.
—¿Por qué cojones está aquí? —miro ahora a Ivar.
—Estamos preocupados por todo lo que está pasando, primito.
—Deja de llamarme así. —aprieto mis puños— No tienen de qué preocuparse, ocúpense de sus asuntos.
—Thomas —habla Ivar rascándose su oscura barba—, han matado a una mujer inocente.
Emily se removió a mi lado recordando a su difunta amiga y tuve que aniquilarlo con la mirada por recordarle ese dolor.
—De todas formas ¿Qué hace ella aquí? —levanta sus manos hacia todo el estudio refiriéndose a que una mujer no tiene que estar en este lugar de negocios para hombres— Desde cuando dejas entrar a tus putas a
Golpee la mesa de mi escritorio haciendo que todos a mi alrededor se sobresalten.
—Lávate la puta boca antes de hablar así de ella. —vocifero— Ella está aquí porque quiero que esté aquí y punto, no tengo por qué darte explicaciones.
Fredrik no cambió su mirada de hecho estiró su comisura en una pequeña sonrisa divirtiéndole que pierda los estribos por sus estupideces.
—¿Ves cómo te tiene? —habla mi tio y siento que voy a perder la maldita cabeza y volarles la suya en cualquier segundo.
Por suerte Emily opta por no decir nada lo cual agradezco porque no necesito que entre en una disputa sarcástica con Ivar otra vez.
—Estamos a esto —hace un gesto con sus dedos— de que Viktor descubra que ella mandó a matar a su hija y nos crucifique a todos.
—No va a pasar. —gruño— Y si pasa me encargaré yo mismo.
—¿Vas a tirar todo lo que tu padre y yo hemos construido, todas las normas de Odín por una mujer? —escupe— ¿Por un coño? —si seguían hablando así de ella de verdad les iba a disparar— El clan Breivik no funciona así y lo sabes.
—Emily es parte del clan te guste o no, Ivar. —escupo ahora yo— ¿O se te olvida que gracias a ella tengo en mi poder la formula del Cristal Rojo?
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La marca de Beist.
RomanceEmily siempre se mantuvo fuerte ante los obstáculos de su vida, y creyó que podía tener paz en ese nuevo pueblo, algo oscuro y extraño, donde empezaría de cero junto con su madre. Aunque no notó que de cerca la acechaba un demonio, una bestia o, así...