Sin darme cuenta mis ojos comenzaron a cerrarse hasta que caí en un profundo sueño.
Del cual desperté algo abrumada y asustada cuando el frio entró por la ventana. Aunque al abrir los ojos de a poco me fui dando cuenta que ya no estaba en mi habitación...
Otra vez estaba en el bosque.
¿Cómo llegué aquí?
¿Estoy soñando? Todo se ve y se siente demasiado real como para estar soñando. Además de que esta vez tenia mis ojos abiertos y no solo podía oír y sentir lo que estaba pasando sino que ahora lo podía ver, pero ¿Cómo es posible si hace un rato estaba en mi habitación?
Mi corazón comenzó a latir cuando oía las ramas crujir, aun era de noche pero la luz de la luna que entraba por las ramas de los arboles iluminaba el bosque.
Un frio subió por mi espalda sin saber si de verdad estoy era un sueño o Beist estaba jugando conmigo, porque él es la única razón porque pude haber aparecido en el bosque en la madrugada, a no ser que ahora sea sonámbula.
—¿Hola? —la pregunta se me hizo absurda cuando la hice, pero los ruidos de las ramas y las hojas me estaban asustando mas el hecho de no entender nada— ¡Sé que tú me has traído aquí, maldito psicópata! —le dije a la nada misma, pero, si era él quien estaba detrás de esto tenia que oírme— ¡Y te informo que no me asustas!
Comencé a observar para ver si distinguía algo pero era imposible, la niebla no me dejaba ver nada y me pregunté si aun seguía en Hidden Woods o estaba a kilómetros de allí, se que el bosque es grande y no sé como llegué aquí.
Me abracé a mi misma al sentir el frio del helado viento que significaba que el el invierno comenzaría dentro de poco. Solo traía la pijama que consistía en un pijamero a cuadros azul y una camiseta de mi equipo de Vóley del instituto, además de que mis pies estaban descalzos.
Joder.
—Vale, ya entendí tu estúpido juego, ahora déjame ir.
Volví a hablarle a la nada misma sintiéndome como una completa idiota.
¿Y si no era él y en realidad me estoy volviendo loca?
Emily, concéntrate, eres fuerte has vagado por las calles muchas veces el miedo no te debe vencer.
Mi cerebro debatía en comenzar a caminar o quedarme allí hasta que el sol salga e intentar buscar una ruta directa que me llevara a algún lado para pedir ayuda.
Pero no llegué a tomar ninguna decisión porque todo el mi volvió a oscurecerse.
Beist:
Me sorprendía que no tuviese miedo, que a pesar de haberse despertado en el maldito bosque haya tenido la intrepidez de levantarse y gritarme que no me temía. Su osadía y rebeldía me cabreaban pero también debía admitir que también me ponía cachondo.
Al dejarla nuevamente en su cama observé su figura bajo la luz de la luna y mi erección se hizo presente al recordar la situación del callejón, como su cuerpo la traicionaba e intentaba evitar gemir para mi. Me agaché para estar a su altura y observé esos carnosos labios pasando mi dedo pulgar por ellos, y la recordé en el club y como se lo mordía. Joder. Ella no me esperaba verme allí, su mirada me lo dijo pero yo se todo lo que pasa en este maldito pueblo y sabia que ella iba a estar allí por eso fui para angustiarla. Y, aunque mi intención no era abordarla en ese callejón, cuando la vi con ese vestido y bailando con ese idiota se me fue de las manos...
Su pelo oscuro estaba esparcido por la almohada mientras yo me imaginaba como seria cogerla de el mientras la hacia mía. Porque era mía y ella tenia que entenderlo a las buenas o a las malas.
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La marca de Beist.
RomansaEmily siempre se mantuvo fuerte ante los obstáculos de su vida, y creyó que podía tener paz en ese nuevo pueblo, algo oscuro y extraño, donde empezaría de cero junto con su madre. Aunque no notó que de cerca la acechaba un demonio, una bestia o, así...