Los lentes de sol cubrían mis ojos, el sol de Sicilia estaba sobre mi cuando mis tacones tocaron el piso de concreto. Miré el gran edificio frente a mi con una sonrisa en mis labios cubiertos por mi labial rojo. Edificio ahora ocupado por los grandes lideres de la mafia Europea, todos sentados hablando de negocios y mierda sin esperarse que dos tacones de Manolo Blahnik lo pisarán.
Miré de reojo a Aleksi que me estaba escoltando como siempre y le dedico una sonrisa llena de satisfacción y adrenalina, entraría en la boca del lobo sin garantía de salir viva o contenta. El noruego me dedicó una mirada no muy convencido pero obviamente no dijo más.
Caminé hacia las grandes puertas de cristal quitándome los lentes de sol y le guiño un ojo al guardia al no entender mi presencia. Me revisaron cuando les dije que venia de parte la mafia noruega, hablando entre ellos le comunicaron a Alessandro que la representante del clan Breivik había llegado y no dudó en dejarme pasar, estoy seguro de que el capo de la mafia italiana tiene más curiosidad que cualquiera.
Dejando a Aleksi detrás caminé por el largo pasillo que conducía a las puertas de mi destino, donde anunciaré mi cargo como leder de la mafia noruega en nombre de Thomas y en nombre de mi hijo nonato.
Cogí aire y tomé las manijas doradas de las grandes puertas de madera negra abriéndolas por fin.
Aquí voy...
Esta historia continuará en:
El infierno de Ganske.
Ya publicado en mi perfil 🤍
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La marca de Beist.
RomanceEmily siempre se mantuvo fuerte ante los obstáculos de su vida, y creyó que podía tener paz en ese nuevo pueblo, algo oscuro y extraño, donde empezaría de cero junto con su madre. Aunque no notó que de cerca la acechaba un demonio, una bestia o, así...