HERMANDAD

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CAPÍTULO CUATRO

Hermandad,

¿Cómo había llegado a esa situación? Se preguntaba Takemichi mientras huía junto a Mikey y los demás. Su corazón palpitaba fuertemente, sintiendo como si su cabeza fuese a explotar, escuchando de fondo las sirenas de la policía. Una serie de rápidos recuerdos pasaron por su cabeza: Pah-chin acababa de apuñalar a Osanai, estos dos se habían quedado atrás, y estaba más que seguro que el líder del tercer escuadrón no saldría libre de esta. Antes de siquiera darse cuenta, un mareo invadió al ojiazul. El sonido de un golpe seco llamó la atención de Mikey, quien se giró, observando al rubio en el suelo.

— ¡Takemicchi!

[...]

— ¿¡Qué demonios!? — Yune se giró, mirando a Draken quien frunció el ceño. — ¡¿Pah fue arrestado?! ¡¿Cómo sucedió?!

— Cálmate, Yune. — Ryuguji intentó tomar a la más baja de los hombros, pero se abstuvo a hacerlo cuando notó su mirada molesta. — Fue decisión de Pah, Mikey intentó que escapara, pero no lo hizo.

Haitani se sentó en las escaleras, tomando su cabeza entre sus manos y cerrando sus ojos en busca de tranquilizarse.

— Sí. Lo siento. — Suspiró. — Solo no podía creerlo.

— Está bien. — Draken se sentó a su lado, mirando a la nada. — El tiempo pasa rápido, cuando te des cuenta, Pah estará de vuelta.

Yune asintió, soltando otro largo suspiro. Nunca fue muy cercana al líder del tercer escuadrón, pero a final de cuentas compartió muchos momentos a su lado, y siendo su compañero claramente se preocuparía.

— Al menos Osanai no murió. — Agregó Draken.

— Lo habrían encerrado por más tiempo ¿No? — Ryuguji asintió.

— Es tarde. — Haitani se puso de pie, mirando al rubio por unos segundos.

— ¿Realmente estás molesto con Mikey? — El más alto no respondió. — Olvídalo. Dejé mi motocicleta abandonada frente a un restaurante de comida rápida ¿Me llevas?

— Andando.

Ambos caminaron a paso lento hasta la motocicleta del subcomandante, subiendo primero el más alto y después la peligris. No intercambiaron ni una sola palabra más durante el camino, no era señal de molestia, sino de preocupación, cada uno se encontraba entre sus pensamientos, analizando profundamente aquello que había ocurrido horas atrás.
Ryuguji se detuvo tras diez minutos de viaje, Yune bajó de la motocicleta y se giró para verle.

— Nos vemos luego.

— Hasta pronto, ve con cuidado. — Haitani se despidió del contrario, dirigiéndose a su respectiva motocicleta en silencio.

— Oye, extraña. — La chica se detuvo, girando su rostro para observar a quien había hablado.

Una sonrisa apareció en el rostro de la mayor al ver a cierto chico rubio de ojos celestes mirándole con una sonrisa.

— ¿Chifuyu? — Yune se acercó al chico, este se encontraba sentado en una banca fuera del establecimiento. — ¿Qué haces aquí?

— Oh, vine con Baji a comprar algo de comer. — El chico frunció el ceño. — ¿Te enteraste sobre-

— Lo hice. — Yune tomó asiento al lado del rubio con su mirada perdida. — Tengo un mal presentimiento ¿Sabes? Es decir, siento como si algo fuese a pasar pronto... Quizá más pronto de lo que espero.

𝑶𝒖𝒓 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆 𝒙 𝑶𝒄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora