CAPÍTULO VEINTIOCHO
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Mikey elevó la mirada del suelo al escuchar un motor rugir a lo lejos, no debió de decir nada, la mirada de Ryuguji estaba ya sobre él, como si hubiesen pensado lo mismo al mismo tiempo.
— ¿Lo harás? — Manjiro subió a su motocicleta, Draken le observó alejarse rápidamente. Tras un suspiro, el chico de trenza subió a su motocicleta y comenzó a seguir a su jefe, intentando no perderle de vista.
Estaban los dos conscientes de la traición de la chica de cabellos grises, pero eso no significaba que no deseaban una explicación de su parte, en especial Sano. Ryuguji lo entendía, no había conocido a la oji-violeta al mismo tiempo que Manjiro, pero sí llevaba un largo tiempo a su lado, y el cariño que le tenía era incomparable, pero Mikey probablemente le apreciaba más, eran mejores amigos, y descubrir que tu mejor amiga había traicionado al grupo que tanto trabajado te había llevado crear debía de ser doloroso.
Mikey necesitaba verla, necesitaba hablar con ella y pedirle explicaciones. ¿Por qué había roto su promesa? ¿Por qué los había traicionado? ¿No estaría siempre a su lado?El ruido del motor comenzó a alejarse cada vez más, aquello desesperaba al comandante quien aceleró, hasta alcanzar a aquella motocicleta que rugía como un furioso dragón. Sus ojos conectaron con los de la mayor, quien no pareció sorprenderse de su presencia.
— Detente. — Ordenó Mikey. Una pequeña sonrisa se estiró en el rostro de Yune, quien aceleró y desapareció de su campo de visión.
Mikey finalmente se detuvo, no la alcanzaría. Draken llegó momentos después, deteniéndose a su lado.
— Iré a su casa. — Ryuguji negó.
— No creo que sea la mejor idea, hablamos de enfrentarte a Yune y a sus hermanos, Mikey eres jodidamemte fuerte, pero si esa mujer vuelve a tomarte desprevenido definitivamente te patearán el trasero.
Manjiro asintió, mirando el suelo por unos segundos, aún tenía algo de esperanza.
[...]
— ¡Yune! — La chica se detuvo, girándose de golpe. Jin se sobresaltó mirando a la mayor observándole con esos ojos molestos y ese ceño fruncido, era terriblemente intimidante.
— ¿Qué diablos quieres? ¿Qué te patee el trasero y seas una más de los miembros de Toman destrozados?
— Lo siento. — La peligris rodó los ojos. — ¿Por qué traicionaste a la Toman? ¿Por qué te fuiste?
— No debo explicarle nada al enemigo ¿No serás una espía? — Haitani se inclinó, golpeando la frente de la menor con sus dedos índice y corazón.
— Juro que no soy una espía... — Maeda apretó sus labios bajando la mirada. — ¿Por qué no me llevaste contigo, entonces?
— ¿Ah? — La menor miró a otro lado, nerviosa. — Jin, sígueme.
Los ojos de la contraria brillaron, siguiendo a la menor de los Haitani. Yune subió a su motocicleta, Jin no dudó en subirse junto a ella a la motocicleta, dirigiéndose a algún sitio desconocido para ella.
Pasaron unos minutos de camino, hasta que Maeda pudo divisar las cárceles, sorprendiéndose ¿Por qué iban hacia ese sitio?— Bájate. — Jin se bajó. Yune lo hizo después, comenzando a caminar siendo seguida por la menor.
Ambas entraron como visitas, no tendrían más de cinco minutos para hablar con el reo, Jin estaba curiosa, mirando a todos sitios y preguntándose a quién iban a ver.
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𝑶𝒖𝒓 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆 𝒙 𝑶𝒄]
Fantasy【Takemichi volvió al pasado dándose cuenta de un pequeño detalle nuevo: Un miembro no conocido había vuelto a la Tokyo 卍 Gang, y al parecer este miembro era realmente importante. ¿Quién es Haitani Yune?】 ↬ WARNING ・Este libro no sigue la trama ori...