HERIDA

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CAPÍTULO OCHO

Herida,

Un fuerte puñetazo logró desplomar a uno de los tantos chicos del grupo. Quien parecía liderarlos frunció su ceño, acercándose por detrás para encargarse de Haitani, quien se agachó y, pasando sus manos entre sus propias piernas, tomó la pierna derecha del contrario, tirándola y provocando que cayera de golpe al suelo.

— Emma, este traje es un estorbo. — Se quejó Yune, haciendo una mueca.

— Qué chica. — Murmuró Draken desde su sitio.

— Yune. — Festejó Takemichi.

— ¡Yune! — Esta vez fue Hinata quien exclamó, llamando la atención de Haitani, quien se giró rápidamente, deteniendo una mano armada que planeaba atacarle.

— No intentes jugar sucio conmigo, sé mucho sobre eso.

— Él no lo hará, pero yo sí. — Tomando una roca de gran tamaño, el líder del grupo golpeó fuertemente la cabeza de Haitani, logrando que instantáneamente cayese al suelo inconsciente.

— ¡Yune!

[...]

Takemichi soltó un largo suspiro de alivio una vez salió del hospital, Draken había sobrevivido y por suerte Yune también se encontraba en buen estado, no había sido nada grave a pesar del fuerte golpe que recibió.

— Vaya cabeza de hierro. — Murmuró.

— ¡Hanagaki! — El rubio se sobresaltó, notando a cierto pelinegro acercarse a él rápidamente y mirarle fijamente.

— No pierdas el tiempo, habitación 229, cuarto piso. — Keisuke asintió, corriendo rápidamente hacia el interior del edificio.

— Deberíamos irnos.

— ¿Eh? — Chifuyu miró a Takemichi con obviedad, mas este no entendió. — Sus hermanos no tardarán en venir, preferiría no estar aquí cuando lleguen, deben de estar furiosos.

— ¿Hermanos? — Takemichi parecía no estar del todo centrado en aquel momento, Matsuno soltó un suspiro de cansancio, restándole importancia.

— Baji me dijo que me fuese primero, andando, te llevaré a tu casa. — Takemichi asintió, caminando junto al contrario hasta una motocicleta.

Keisuke caminó rápidamente hasta la habitación 229, abriendo la puerta de golpe, pero intentando ser silencioso. Al entrar, notó que no había nadie más presente, por supuesto, todos ellos estarían ahora preocupados por Ryuguji, quien estuvo al borde de la muerte, pero para el chico de cabello largo le era imposible dejar de lado a una persona tan especial para él como lo era Yune.

— Gracias a dios. — Susurró acercándose a la camilla, en donde la chica descansaba, sus ojos se mantenían cerrados, dejando ver las largas pestañas naturales que poseía. El poco maquillaje que llevaba se encontraba ligeramente corrido por la lluvia, el sudor y la sangre que fue limpiada minutos atrás.

Baji se sentó a su lado, tomando su mano. Sus nudillos se encontraban heridos por los golpes, pero lo que más preocupaba al pelinegro era el golpe que había sufrido la chica anteriormente, la zona era cubierta por vendas, y estas parecían manchadas por escasa sangre fresca.

— Debí de ir contigo.

— ...Claro que no. — Keisuke miró a Yune, quien maldijo un par de veces antes de poder sentarse y ver al contrario. — Tremenda paliza me dieron ¿No?

— Por favor, no bromees con esto. — Haitani frunció el ceño, en otra ocasión habría logrado hacer reír al chico. — Realmente estaba preocupado cuando escuché a Smiley decir que te habían herido y estabas en el hospital.

𝑶𝒖𝒓 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆 𝒙 𝑶𝒄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora