ELEGIR

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CAPÍTULO CATORCE

Elegir,

Haitani bajó de su motocicleta, caminando a paso lento hacia la entrada de su preparatoria. Afuera estaba Takemichi, quien le miraba con un peculiar brillo en sus ojos, provocándole a la chica unas enormes ganas de golpearlo.

— ¿Qué me ves? — Preguntó con molestia.

— Oh, nada, nada. — Yune rodó los ojos, comenzando a caminar a su salón. — Yune ¿Sabes algo de Baji?

— No. — Mintió la chica. — No hemos hablado desde aquel día.

— Ya veo. — La mayor sonrió, entrando a su salón.

La realidad es que desde entonces Yune y el pelinegro estuvieron en constante contacto. Keisuke había decidido no regresar a la Toman por el momento, pues Kisaki era un problema para él mientras estuviese allí como capitán de la tercera división. Yune mintió a todo el que preguntara por el paradero de su pareja, diciendo que no sabía en donde se encontraba cuando probablemente el chico estaría en su habitación en aquel momento acariciando a uno de los tantos felinos que entraban por la ventana a buscar algo de comida o afecto.

Hanagaki fue a su salón, sentándose en su respectivo asiento mientras pensaba en todo lo que sucedía, y especialmente en Yune ¿Sería ella una pieza importante en el cambio de Mikey? Takemichi pensó que quizá en algún futuro la peligris podría perder la cordura una vez más y volverse alguien totalmente diferente, influenciando así a Manjiro. Yune podría ser una bomba de tiempo escondida que nadie sabría cuando explotaría.

[...]

— Oye, Draken. — Ryuguji se giró, mirando a la chica quien sonreía con inocencia.

— Esa sonrisa no me agrada. — Comentó el más alto. — ¿Qué quieres?

— Necesito que me acompañes a un sitio ¿Tienes tiempo? — Draken elevó una ceja. — Lo verás cuando lleguemos.

— ¿Haremos algo ilegal?

— Bueno... No creo que sea tan ilegal. — El rubio suspiró, siguiendo a la chica. — ¿Conduces?

Ryuguji subió a su motocicleta, la peligris subió segundos después, sujetándose de la cintura del más alto. Yune se encargó de darle la dirección al contrario quien condujo hasta el sitio deseado, allí Draken se dio cuenta de las intenciones de la chica.

— Oye, sé que te gustó la última vez, pero no deberías de excederte. — Haitani frunció su ceño. — ¿En dónde será ahora?

— Aquí. — La chica señaló su pecho, las mejillas de Ryuguji se coloraron levemente. — Ven, necesito apoyo emocional para no salir corriendo.

— ¿Estás segura? — Ambos entraron al local. — Creo que allí dolerá.

— Estoy segura, de cualquier forma, no creo que duela más que un puñal.

El rubio negó, no sabía que Yune sería la clase de chica que amaría hacerse tatuajes en esa clase de sitios. Por supuesto Ryuguji no se quejaría, no era su cuerpo y no opinaría al respecto.

— ¿Por qué te harías un tatuaje en un sitio que nadie verá?

— ¿Qué insinúas? — Draken sonrió. — No seas idiota, si me pongo una camisa pequeña se verá perfectamente, no ando por ahí enseñándole mi cuerpo desnudo a las personas... Además ¿Qué tiene de malo si he iniciado mi vida sexual? Absolutamente nada.

— No me refería a eso. — Draken se dejó caer sobre un pequeño sofá. — Creí que tú y Baji-

— ¡Cállate! — El rubio rio, notando las mejillas de Yune comenzar a colorarse.

𝑶𝒖𝒓 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆 𝒙 𝑶𝒄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora