STEREK

TWO OF US

¡HOLA A TODOS! ¡SIGO VIVA! Sé que estuve meses sin publicar nada pero fueron meses realmente caóticos desde que me dio Covid :( y aunque lo intenté la verdad es que no podía concentrarme y escribir algo, tengo tantos capítulos a la mitad porque no podía concentrarme :( 

Pero estoy de vuelta y sinceramente me siento mucho mejor, con muchas ganas de seguir escribiendo y planeo ir publicando capítulos en estos días. 

Esta historia en particular es un poco triste, mucho diría yo, sinceramente lloré al escribirlo y mis mejores amigos lo saben pero me encantó y espero que a ustedes también. 

Estaré leyendo sus comentarios. 

Con amor, Beth! ❤

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Stiles cayó de rodillas en el medio de la pelea. No podía reaccionar. Quería gritar pero el dolor no se lo permitía.

- ¡Stiles! – pudo escuchar el grito de Scott a lo lejos pero lo ignoró.

Desde donde estaba tomó su arma de respaldo y sin pensarlo dos veces vacío el cargador en el cuerpo de Monroe, quien no creyó que el chico le dispararía.

La mujer cayó al suelo, sabía que pronto moriría, los disparos habían sido todos en su pecho y sabía que nadie la ayudaría.

El humano caminó hasta donde estaba la mujer tirada y le quitó el arma, esa misma con la que había disparado a su padre y disparó al resto de sus aliados, asegurándose que todos tuvieran un tiro en la frente.

-Me aseguraré de que sufras toda tu vida – prometió Stiles antes de llamar a emergencias.

La muerte era liberarla de su castigo y eso no lo iba a permitir. Monroe iba a pagar por matar a su padre.

-Hermano, ven – Scott, quien había estado peleando con unos cazadores, se acercó a su mejor amigo cuando se deshizo de los tres hombres. Los había matado, ellos no dejaban de pelear y él solo podía pensar en que debía ir hasta donde estaba Stiles.

-Quiero ir con él – pidió Stiles, con lágrimas en los ojos.

Scott miró a Peter antes de ayudar al humano a caminar hasta donde estaba el cadáver de su padre.

Malia se acercó al mayor de los Hale cuando ayudó a Lydia a levantarse del suelo. La banshee había tratado de retener el grito pero había sido imposible. La última vez que le había dolido tanto gritar un nombre había sido el de Allison, ahora tenía que ver al hombre que veía de forma paternal, sin vida.

-Scott, nosotros llevaremos a Jordan al hospital – susurró Liam para que su Alfa supiera.

El lobo solo asintió. Esperaba que el sabueso infernal se recuperara pero tenía algo más importante en mente en este momento.

Su hermano, su mejor amigo, estaba de rodillas, abrazando el cadáver del Sheriff y él se sentía tan impotente por no poder quitarle ese dolor.

-No me dejes – suplicaba Stiles entre llantos – me dijiste que te tenía ¿lo recuerdas? No me dejes por favor – Peter se acercó al chico para alejarlo de Noah, podía escuchar las ambulancias llegando.

-Stiles, cachorro – apretó los labios cuando vio que el humano se aferraba aún más fuerte a su padre – vinieron por él, tienen que llevárselo.

-No, no, por favor, no me lo quiten – Lydia estaba llorando, aferrada a Malia. La situación era en extremo horrible.

Estaban todos en la reserva esa noche, festejando que volvían a la ciudad, cuando el caos se desató. Ahora solo quedaban los cadáveres de los cazadores que habían arruinado todo y habían perdido a Noah, ese hombre que los había cuidado a todos como si fuera el padre que nunca tuvieron.