STEREK

Lo lamento, los amo.

Derek se sentía tan relajado, sintió ganas de mandar al sol al demonio cuando sus rayos entraron por la ventana de la habitación y le dieron de lleno en el rostro.

Con algo de esfuerzo comenzó a despertarse, aunque no era su primera opción. Un gruñido a su lado fue todo lo que necesitó para abrir los ojos y tratar de orientarse un poco.

Stiles.

Derek saltó de la cama al recordar lo que había pasado la noche anterior. Se sentía aterrado al ver que era lo que había hecho. Tomo sus ropas, se vistió y salió del cuarto de Stiles como si todo el lugar estuviera lleno de acónito.

Maldijo una y mil veces en el camino. Se sintió enfermo al saber que había arruinado lo único real en su vida. Stiles ya tenía veinticinco años, si, ya no era un niño, pero era su mejor amigo y anoche habían traspasado un limite que no debía cruzar.

Frenó de golpe el auto al ver a Jackson y Ethan en la entrada de su loft.

-Hey Derek ¿Estás bien? - Ethan lo miraba preocupado mientras que Jackson solo necesitó respirar un poco más hondo para tener la respuesta.

-Dime que mi olfato es malo y me estoy equivocando- gruñó su ex beta.

-Necesito subir, luego los busco-fue todo lo que respondió el moreno antes de tratar de salir huyendo de allí.

-Ni siquiera lo sueñes- Jackson se veía furioso y no lo culpaba. Stiles y él se habían vuelto prácticamente inseparable luego de que el humano salvara la vida de Ethan en un ataque, lo ayudó a proponerle matrimonio y hasta convenció a un juez del Estado de apurar los trámites de adopción, dando su palabra como agente del FBI que ellos dos eran increíbles y que sus pequeños gemelos tendrían a los mejores padres del país.

-Hey tranquilo Jack, ellos son grandes y pueden hacer lo que quieran ¿lo recuerdas? - Ethan intervino luego de sentir el aroma de Stiles junto al de sexo impregnado en Derek.

-Suéltame Jackson- Derek se estaba cansando de todo eso, él solo quería llegar a su casa, tomar un baño y sentirse una mierda.

-Si les haces daño romperé cada hueso en tu cuerpo una y otra vez que hasta terminarás por dejar de sanar- no pudieron evitar mostrar sus ojos, los dos, retándose mutuamente.

- ¡Chicos! - Lydia estacionó su auto frente a ellos- ¿Qué les sucede a ustedes? Bueno, da igual, tenemos un problema y uno grave- dijo ella llamando la atención de los tres lobos.

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A Jackson tuvo que convencerlo su marido para que dejara ir a Derek y que este pudiera tomar una ducha antes de ir a la reunión de la manada.

Todos estaban parados en la nueva veterinaria de Scott y Deaton, bueno, no todos, faltaba uno y ese era el castaño.

- ¿Dónde está Stiles? - Jackson miró a todos lados preocupado y enojado.

-Dijo que se sentía algo cansado, la fiesta de anoche estuvo buena y sabemos que él acababa de llegar de un caso en Texas, así que le dije que se quedara en su casa y en caso de necesitar ayuda que lo llamaríamos.

- ¿Cuál es el nuevo problema? - Theo se veía aburrido, incluso algo dormido.

-Alguien del pasado ha vuelto y viene para terminar lo que no pudo hace años atrás- respondió Scott con enojo.

-Bueno, eso no es un problema, si lo vencimos una vez podemos hacerlo de nuevo- Liam se veía animado, él de verdad tenía fe.

- ¿De quién estás hablando hijito? - Peter había notado que a la pareja, Scott y Malia, les molestaba que él llamara de esa manera al Alfa así que aprovechaba cada situación para hacerlo.