STEREK

Lo que sea por ti

Stiles sabía que las cosas no saldrían bien esa noche, algo le decía que lo mejor que podían hacer era alejarse ya mismo de ese lugar y volver otro día, o tal vez nunca. Las cosas, como siempre, estaban complicadas en Beacon Hills.

- ¿Por qué no puedo sentir tu olor? - la voz de Derek lo sacó de sus pensamientos.

-Porque tengo puesto el collar que me dio Deaton para que nadie en Quántico supiera que estoy en una manada y me atacaran por eso- respondió en voz baja, consciente de que estaban cada vez más cerca del enemigo y no quería ser él quien le hiciera saber su ubicación.

-Creí que te lo quitabas cada vez que llegabas a la ciudad- Stiles dejó de caminar para enfrentarse al lobo.

-Lo suelo hacer, pero esta vez un asqueroso druida oscuro me atacó mientras conducía y no tuve tiempo para pensar en un collar de mierda Derek- dijo irritado.

- ¿Se puede saber qué es lo que te pasa? - el moreno lo miró sorprendido, Stiles nunca se comportaba de esa manera y no poder olerlo lo estaba poniendo nervioso a él.

-Esto me pasa- dijo señalando con sus manos hacia todo el bosque- hay algo raro aquí, no sabría explicarte, se lo dije a Scott pero el idiota no me escuchó, no deberíamos estar acá, no esta noche al menos, algo sucederá y no podremos hacer nada para evitarlo- admitió al borde de las lágrimas.

- ¡Hey! Mirame- Derek se acercó al castaño y lo abrazó- todo saldrá bien, ambos saldremos de esta y luego iremos a comer a ese lugar que tanto te gusta, te compraré un plato enorme de esas papas fritas que te encantan y tú me compraras una cerveza, después de eso nos iremos al loft y nos acostaremos a dormir, han sido tres días muy largos y ambos necesitamos un descanso- susurró Derek muy cerca de su oído.

-Me encanta ese plan, papá puede cuidar de Andrew un día más, después de todo ese hombre ama malcriar a su nieto- dijo un poco más relajado el castaño.

-Ahora atrapemos a ese idiota que cree que puede invadir nuestro territorio, acabemos con él que nos espera una buena noche juntos.

Stiles asintió efusivamente a las palabras de su marido y sonrío.

Ambos hombres volvieron a caminar, siguiendo a la manada.

. . .

Stiles estaba entrando en pánico, lo sabía pero al mismo tiempo estaba tratando de alejarlo. No podía permitirse algo como eso cuando Derek estaba tirado frente a él, herido con algo que él nunca había visto en toda su vida y que lo estaba matando mucho más rápido de lo que nadie podía imaginar.

- ¡Liam ayudame! - Scott y Liam corrieron hasta donde estaba él junto a Derek y tomaron al lobo en brazos, debían llevarlo con Deaton antes de que fuera demasiado tarde.

-Conseguiré lo necesario para salvarlo- Stiles era capaz de escuchar lo que Chris le decía mientras lo ayudaba a caminar detrás de los lobos pero era incapaz de responder, todo él estaba pendiente de lo que sucedía con su esposo.

Todos se mantuvieron en silencio durante el viaje hacia la veterinaria, nadie era capaz de pronunciar una sola palabra, ninguno era capaz de comprender cómo es que las cosas habían resultado tan mal, ellos ya no eran unos niños, estaban bastante acostumbrados a defender su territorio, además de que después de Jennifer ellos se habían tenido que enfrentar a otros seis Darach más, todo tuvo que haber salido bien.

Scott era el más alterado y dolido luego de Stiles. Su hermano le había repetido en varias ocasiones que debían marcharse de allí, que podían seguir buscando al druida oscuro, pero no escuchó, una vez más. Sabía que no podía permitir que Derek perdiera la vida, nunca se perdonaría el no haber hecho algo en caso de que el moreno no sobreviviera, además de que Stiles lo odiaría.