Capítulo 28

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(MARATÓN PARTE 2)

Narra Sydney:

Ha sido una noche larga. Ángela tenía pesadillas y me quedé con ella. Conseguí dormirla pero no fue fácil. Son las 10:30 de la mañana y Ángela no estaba en la cama. Desperté a Irene y fuimos a buscarla, y la encontramos en la sala de entrenamiento del castillo. Nos acercamos lentamente y ella sabía que estábamos ahí.

Ángela: sé que os he despertado, lo siento.

Irene: no nos has despertado, íbamos a ir a buscarte, nos tenías preocupadas.

Ángela: lo siento.

Sydney: no pasa nada.

Irene: ¿qué hacías?

Ángela: practicar para ir esta noche a rescatarle.

Irene: ¿estás loca? va a ser imposible, los demonios te quieren a ti. Como vayas a rescatarlo no vas a llegar viva aquí.

Ángela: quiero verle vivo, sé que está sufriendo.

Sydney: Ángela sé coherente por favor, iremos nosotros y tú te quedarás aquí.

Ángela: ¡¡NO!!

Luke: Ángela para.

Ella se arrodilla y empieza a llorar descontroladamente. Hasta que algo me llama la atención. La madre de Ángela me está llamando, susurro a Irene que se quede con ella. Me dirijo hacia la reina y la saludo. Empezamos a andar por el pasillo recorriendo el castillo.

Madre de Ángela: ¿le ama de verdad?

Sydney: demasiado...

Madre de Ángela: no hay nadie que la detenga, está dispuesta a salvarle y que esté sano y salvo.

Sydney: tendremos que mandar espías para recuperarle sano y salvo.

Madre de Ángela: estoy demasiado preocupada por ella. Si el chico muere ella va a quemar a cada demonio que se encuentre por su camino. La tomarán como una gran amenaza.

Sydney: entonces iremos esta noche a por él.

Madre de Ángela: me resultará mejor que vayáis vosotros, mi marido no está en estos momentos, pero tiene una sala de entrenamiento que le dejó a ella.

Sydney: ¿ella siempre ha sido así de vengativa?

La mujer asiente.

Madre de Ángela: debería darte ropa cómoda a ti y a las demás.

Fuimos a llamar a las chicas y la madre de Ángela nos guió hacia una habitación y nos dió unos vestidos para estar cómodas. La madre cepillaba a su hija el largo pelo muy lentamente. Le hizo dos trenzas pequeñas y las unió en una. Irene y yo analizabamos el pelo de la chica. Nos acompañó con los chicos hasta que Ángela llama a Luke. Los chicos nos miran con los ojos como platos y abren la boca. Irene se ríe. Ash la come con los ojos al verla y Sydney y yo nos reímos.

Ash: estáis despampanantes.

Luke: madre mía, si estuviera aquí Harry te comería a besos.

Ella baja la cabeza y ríe demasiado débil.

Ángela: ojalá volviera...

Sus ojos eran cristalinos. Sé que sufre y la entiendo.

Edward: Ángela.

Las tres nos giramos y observamos cómo Edward se acercaba hacia nosotras.

Edward: ¿podemos hablar?

Ángela: sí.

Narra Ángela:

Sé que estoy triste. No puedo hacer otra cosa. Pero no me quiero imaginar qué le pasará a Harry. Los demonios son capaces de dejarle sin comer durante días. No puedo quedarme quieta. Necesito verle.

Edward: dímelo sinceramente, ¿estás bien?

Ángela: no, no estoy bien. Me están haciendo arder en el infierno.

Edward: todo va a pasar rápido, te lo prometo.

Louis viene corriendo con Sydney y nos advierten.

Louis: debemos irnos, los demonios van a bombardear el castillo. Harry nos ha advertido. Tenemos 10 minutos para salir de aquí.

Ángela: ¿dónde está mi madre?

Sydney: está bien, vámonos de aquí.

Empezamos a correr y bajamos las escaleras de evacuación. Todos estábamos en el bunquer. Corro hacia la puerta que daba a las escaleras y empiezo a subir, pero sueltan una bomba y crean un agujero y empieza a llover. Mi pelo se moja y la lluvia me golpeaba por fuera. Irene. Tengo que buscarla. Empiezo a subir las escaleras ya que mi vestido largo estaba mojado y me resultaba díficil correr. La encuentro y la cojo de la mano, sólo quedan 10 segundos y corremos hasta la puerta, llegamos y descansamos en el suelo. Pregunto al guardia si todos están dentro del bunquer. Pasan las horas y se oyen explosiones y yo respiro levemente.

Sydney: ¿estáis todas bien?

Irene: sí. Estamos todos bien.

Ángela: mamá ¿alguna novedad?

Mamá: hemos tenido que reducir el oxígeno para poder sobrevivir.

Ángela: de acuerdo.

Pasaron horas y horas hasta que todo acabó. Decidí salir y observar toda la catástrofe que había ocurrido. Decidí volver adentro para cambiarme de ropa y salir a tomar el aire. Pasó media hora y ví la luz del sol. Miro a mis alrededores y veo todo completamemte en ruinas. Observo el suelo y veo cadáveres disecados.

Irene: esto tiene que parar.

Sydney: joder...

Luke: esto es muy duro.

Irene: no puedo seguir viendo esto.

Ángela: hay que rescatarle sea como sea.

Kiss MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora