Capitulo 2

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CAMILA

Hoy era el primer día de clases, lo que al principio parecía que nunca llegaría, ahora había llegado demasiado rápido.

No quería volver y dejar de ver a Bautista tan seguido como hasta ahora.

-¿Qué onda enana, lista para el colegio?- preguntó a modo de saludo. La besó en la mejilla y le quitó su mochila para llevarla él.
 
-No me digas enana. Y si, lo estoy. ¿Qué tal tú?, ¿Estás listo para tus nuevos amigos?
 
-Me da igual- se encogió de hombros- Lástima que no vamos al mismo curso

-Si, pero podemos vernos en los recreos si decides ser un pesado y no logras hablar con nadie- dijo a modo de broma.
 
Bautista se rió ante la ocurrencia de su amiga. Le pasó un brazo por los hombros y siguieron caminando hasta llegar al colegio.
 
-Supongo que hasta aquí llegamos- dijo Cami luego de una larga caminata y cuando estuvieron frente a la entrada del colegio.- ¿Sabes dónde es tu salón?
 
-Es el 265, pero no se donde queda, ¿me ayudas a encontrarlo?
 
-¡Claro!- dijo entusiasmada. Lo acompañó hasta el salón y lo dejó en la puerta- Nos vemos después, adiós- se empinó para besarlo en la mejilla, pero él giró el rostro, logrando que sus labios chocaran a propósito.
 
-Adiós- dijo Bautista con una encantadora sonrisa.
 
Camila se quedó de piedra, definitivamente no esperaba eso de parte de su mejor amigo, al menos no tan pronto y menos aún en el colegio.

No se dio ni cuenta en qué momento Bauti se había ido, pero pronto se descubrió parada como una tonta en el pasillo donde se habían despedido.

Sonrió con ganas y se dirigió a su clase, no podía ser más feliz.

Como en una nube llegó a su salón, entró saludando automáticamente a todos, pero sin prestar atención realmente a nadie.

Se sentó junto a su mejor amiga Luisana, quien comenzó a contarle todo sobre sus vacaciones hasta que llegó la maestra.

-Lu- mencionó en susurro.
 
-¿Qué?- dijo imitando el tono de voz de su amiga.
 
-Estoy enamorada- confesó, incapaz de esperar hasta el recreo para contarle.
 
-¿¡Qué!?- Gritó.
 
-Señorita Mazza, ¿hay algo que le gustaría compartir con la clase?- dijo la profesora.
 
Luisana sonrió inocente
 
-No, profe. Disculpe- volvió a mirar a Camila cuando la profedora continuó con la clase- Cuéntame, ¿quién es? ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene?
 
-Después te contaré todo, pero por ahora solo te puedo adelantar que nos besamos
 
-¿¡Me estás tomando el pelo!?- volvió a gritar Luisana emocionada.
 
-¡Suficiente! Señorita Mazza, salga del salón y vuelva cuando esté tranquila
 
-Gracias Cami- le susurró a su amiga, para luego salir.

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La clase se le hizo eterna, ya quería salir a recreo y así encontrarse con Bautista y decirle todo lo que sentía desde que lo vio por primera vez.

¡Al fin la señal que había estado esperando se había presentado!.

Luego de una hora y media al fin el timbre sonó, tomó sus libros y salió rápidamente del salón, caminó por el pasillo rápido y fue ahí cuando su mundo se vino abajo.
 
Ahí estaban Luisana y Bautista, él le contaba algo muy animado mientras ella reía coqueta de las cosas que él decía.

Sintió como el corazón se le aceleraba y una sensación conocida le recorría el cuerpo, nunca había podido competir con su mejor amiga en este aspecto, los hombres siempre miraban primero a Luisana cuando estaban juntas, siempre la abordaban a ella y Camila nunca había logrado que un muchacho la tomara en cuenta si es que ya había visto a Luisana.

Ya le había pasado con Tomas y también con Santiago, ambos eran los más lindos del salón y los dos se le habían acercado, ilusionandola en primera instancia, solo para tirarla al suelo cuando se daba cuenta que era para pedirle consejos para acercarse a su mejor amiga.

No se dio ni cuenta cuando sus libros estaban en el suelo y Luisana, espantada por el ruido, miró en su dirección.
 
-¡Camila!- Bautista dejó de hablar y la rubia corrió en su dirección- ¿Qué te pasó, amiga?
 
-Na... nada, solo se me resbalaron- dijo irguiéndose y viendo como Bauti se ponía junto a la rubia- Hola Bauti
 
-¿O sea, cómo?, ¿Ustedes se conocen?- preguntó Luisana sorprendida.
 
Camila se aclaró la garganta y trató de sonreír
 
-Claro, somos vecinos, ¿verdad, Bauti?
 
-Así es, me mudé hace un mes más o menos y desde ese momento hemos sido inseparables con la enana- afirmó Bautista, pasándole un brazo por los hombros a Camila.
 
-No inventes, ¡qué divertido! ¿Entonces ustedes...?- Luisiana dejó la pregunta abierta, implicando cualquier tipo de relación que pudieran tener.
 
-¡Amigos!- se precipitó a decir Camila- Somos muy amigos
 
Cuando terminó aquella frase miró a Bauti, buscando desesperadamente su respuesta.

Todo fue tan rápido e incómodo que ni siquiera ella entendió por qué se había apresurado tanto en mostrarle a Luisana que entre ellos no había nada más que amistad, supuso que no quería que Bautista se sintiera comprometido por lo que pasó en la mañana y prefirió dejar las cosas como estaban.
 
-Claro, amigos- dijo él, como adormecido por un momento, pero luego agregó- ¡Qué digo amigos, somos como hermanos!
 
-¡Qué bien!, óyeme Cami, no me habías contado nada- respondió Luisana sonriéndole coquetamente a Bautista.
 
-No tuve tiempo- sonrió nerviosa.
 
-¡Claro! Tenías cosas más importantes en las que pensar como en el chico que...
 
-¡Luisana!- dijo rápido, antes de que ella pudiera cometer alguna indiscreción.
 
Bautista la miró intrigado
 
-¿Qué chico?
 
-Nada, nada... cosas de nosotras, no hagas caso- dijo Camila y le sonrió nerviosa.
 
-Bueno- dejó de abrazar a Camila para centrar toda su atención en Luisana- Eres muy simpática Lu, ¿te gustaría salir conmigo el viernes?
 
Luisana le sonrió coqueta
 
-¿Salir contigo?- miró a su amiga buscando alguna señal de que le molestara, pero ella solo se encogió de hombros. Volvió a mirar a Bautista y le sonrió sonrojada- Pues no se, lo voy a pensar y te aviso, ¿ok?
 
-Como quieras linda- escuchó como sus compañeros lo llamaban para jugar a la pelota- Nos vemos a la salida Cami, adiós
 
-¡Es hermoso!- exclamó Luisana, tomando el brazo de la pelirroja cuando el chico se había ido- Amiga, creo que me enamoré. ¿Por qué no me habías dicho que tenías un vecino tan lindo?
 
Camila estaba en otro planeta, la palabra "linda" rebotaba en su cabeza como una pelota de tenis.

Ella debería ser la de la cita el viernes, ella debía ser "linda" para él... no Lu.
 
-¡Camila! ¿Me escuchas?
 
Sacudió la cabeza saliendo del transe
 
-Discúlpame, me quedé pensando
 
-Se nota. ¿Acaso en el chico del que te enamoraste? ¿Quién es, eh?- preguntó con picardía.
 
-¿Qué?- la pregunta la tomó por sorpresa- Ah... pff... nadie, la verdad es que no es importante.
 
-¿Nadie importante? No te creo nada, cuando me lo contaste en el salón te veías muy ilusionada
 
- Lu, de verdad que no alucines. No es nadie, solo era una broma- mintió.
 
-¡Ay Cami, siempre haces lo mismo!- gimoteó- Algún día será verdad y no te voy a creer, ¿sabes?- comenzó a caminar con ella de vuelta al salón- Ahora anda, no seas malita y cuéntame todo sobre ese potrazo de Bautista, ¿sí?





Continuará.....
 
 

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Perdón me salte este capítulo

Besos

Entre Ella o YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora