Capitulo 4

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Año 2017

 
Con mucho cuidado giró el pomo de la puerta y sin hacer el menor ruido posible entró en el cuarto de su mejor amiga.

Volvió a cerrar tras de sí y no pudo evitar inspirar por la nariz la esencia de Camila.

Desde que la conoció había quedado prendado de su aroma, pues era una mezcla tan dulce, que impregnaba sus sentidos por un buen rato, incluso después de alejarse de ella.
 
Sacudió la cabeza y con sigilo se acostó a su lado sobre las cobijas.

La vio dormir y le impresionó el vuelco que le dio el corazón al verla así de frágil.

Era una sensación que lo embargaba cada vez que la veía y siempre pensaba que aquel que se llevara el corazón de su mejor amiga, sería el hombre más afortunado del universo, pues ella era una en un millón.

Lamentablemente no había llegado el indicado aún, sino que por el contrario, Camila solía escoger a los pelmazos más grandes.

Varias veces él mismo había tenido que espantarlos.

**************

Camila no tuvo que abrir los ojos para saber que Bautista estaba a su lado mirándola, lo reconocía y lo percibía aún así él estuviera a metros de distancia.

El corazón comenzó a agolparse contra su pecho, al igual que cada vez que lo tenía cerca desde que lo conoció y solo esperaba que él no pudiera escucharlo.
 
Se quedó quieta y fingiendo dormir cuando él le acarició la mejilla con ternura y se preguntó si de la misma forma despertaba a Luisana por las mañanas.

Se respondió automáticamente con una negativa, pues probablemente lo hacía con un apasionado beso, mientras que ella tenía que conformarse con el saludo que le daría a su hermana, si la tuviera.

Esa conclusión la hizo sentir frustrada y no paso ni un segundo para que esa frustración se transformara en enojo.
 
-¿Qué haces aquí?- preguntó Camila con los ojos cerrados después de calmar su tormenta interior. Sintió la suave risa de su mejor amigo y luego como él depositaba un beso en su mejilla. Se puso tan nerviosa ante el gesto, que se giró entre las cobijas para darle la espalda- Te equivocaste de cuarto, el de Lu es el de enfrente.
 
-Despierta, dormilona- le pidió mientras le quitaba las sabanas de encima- Necesito tu ayuda.
 
-¡Eres insufrible!- dijo luego de mirar el reloj sobre su mesita de noche y descubrir la hora- ¡Son las nueve de la mañana y es sábado!- se quejó mientras se tapaba de nuevo- No me importa lo que necesites. Espera a que sea una hora decente, al menos.
 
Bautista se acomodó en la cama y se acurrucó a su lado, para luego pasar un brazo alrededor de su cintura.

Camila trató de quedarse quieta y parecer tan natural e inmune a su contacto como le gustaría.

-Anda, Cami. Despiértate- dijo poniendo su mentón en la curva del cuello de la chica- Por favor. Lu volverá pronto y necesito pedirte algo antes de que regrese- escuchó a Camila refunfuñar y se apartó cuando sintió que ella tenía intención de incorporarse en la cama.
 
-Ya, dime qué quieres- se sentó y apoyó en el respaldo mientras abrazaba una almohada.
 
-Me sorprendió no encontrar a Pablo aquí. ¿Tuvo que quedarse preparando la clase que te dará el lunes en la universidad?- bromeó. No perdía oportunidad para molestar a Camila y a su última conquista, quien, a su opinión, era la peor de todas hasta ahora. Además de ser abismantemente mayor que ella, el señor resultaba ser su profesor.
 
-Ja, ja- rió irónica- Él no me da clases, idiota. Es socio en el buffet de abogados de mi profesor y solo una vez fue a dar una clase magistral.
 
-Es lo mismo- dijo poniéndose de espaldas en la cama.
 
-Bueno, ¿me vas a decir de una vez para qué viniste a despertarme a esta hora?- exigió enojada- Porque si fue solo para molestarme, te estas tardando para irte de aquí.
 
-No, no- dijo al tiempo que giraba para ponerse boca abajo y abrazar las piernas de Camila con un brazo- Necesito que me ayudes con una sorpresa.
 
-A ver. Bautista- lo llamó exasperada, mientras se ponía las manos sobre los ojos- Explícate por favor, es muy temprano para descifrar tus códigos
 
-Ok, ok- imitó la posición de su amiga y se sentó a su lado- Quiero que Lu y yo vayamos a vivir juntos y necesito que me ayudes a organizar una cita sorpresa para proponérselo.
 
-¿Vivir juntos?- preguntó confundida y aun procesando la información.
 
-Si, no para mañana, pero si cuando salgamos de la universidad y... Bueno, ya sabes, para algunos años más- se fijó en cómo una lágrima rodaba por la mejilla de la pelirroja y la abrazó con fuerza- ¿Por qué lloras, enana?
 
-Es que...- se abrazó más a él y suspiró- Estoy feliz por ustedes, Bauti.
 
-No me mientas- le dijo luego de que se separaran- Tienes miedo de que si Lu y yo nos vamos a vivir juntos, los tres ya no seamos tan cercanos, ¿verdad?
 
Camila sintió ganas de gritar ante la conclusión de su mejor amigo. Pero finalmente no pudo hacer más que asentir, mientras más lágrimas rodaban por sus mejillas.
 
-No seas tontita- la abrazó de nuevo- Nuestra amistad es más grande que todo, Cami. Es única- se separó de su abrazó y la miró a los ojos. Con los dedos apartó las lágrimas que su mejor amiga había derramado y enmarcó su rostro con las manos- Somos inseparables, ¿lo olvidas?
 
-Como podría- respondió, tratando de sonreír. 











Continuará.....





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Pobre Cami que feo es sentir amor por un mejor amigo, tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos, no?

Esos amores imposibles son dolorosos porque no te querés perder a tu mejor amigo, pero duele tanto verlo feliz con otra persona no?

Bueno espero que les haya gustado el capitulo

Nos estamos leyendo 💋💋💋

Entre Ella o YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora