Capitulo 22

271 16 0
                                    

Bautista frunció el ceño y le hizo una seña a su abuelo para alejarse, pues la conversación estaba tomando un curso complicado, el cual requería de toda su atención.
 
-No sé a qué te refieres, Lu- dijo con sinceridad- Pues, estamos como siempre, supongo.
 
-¡Es que no puedo seguir como siempre, Bauti- gratis, desesperada. Suspiró mientras se pasaba una mano por su largo cabello rubio- Yo... conocí a alguien aquí y...
 
-¿¡Conociste a alguien!?- la interrumpió, con alegría en la voz- ¡Te felicito, campeona!- rió.
 
-Bautista, ¿¡Qué te está pasando!?- preguntó, sin poder creer que a él no le importara nada- ¿Acaso no te importa que esté con alguien más? ¿Que te haya engañado?
 
-¿Por qué debería importarme o sentirme engañado? Tú te fuiste a Paris, tienes derecho a hacer tu vida allá y salir con quien tú quieras.
 
-¿Así nada más? ¿Tan poco significo para ti?- preguntó, mientras las lágrimas ya corrían por sus mejillas.
 
-Lu, significas muchísimo para mi, no entiendo por qué te pones así- dijo con cierta angustia, pues no entendía nada de lo que estaba pasando.
 
-¡Porque fui tu novia por 9 años y tú actúas como si nada! ¡Nunca me llamaste, ni te preocupaste por mi desde que me fui!- gritó con desesperación, esperando que aquello lo removiera un poco y reaccionara, pero los segundos pasaban y él no decía una palabra- ¿Bautista?- lo interpeló, pero nada ocurría del otro lado. Miró la pantalla de su celular solo para darse cuenta de que se había quedado sin batería.
 
-¿Estás ahí?- dijo Bautista al no escuchar nadie- ¿Lu, me escuchas? ¿Sigues ahí?- preguntó, pero solo le respondió el sonido de la línea muerta al otro lado.
 
-Hijo- lo llamó Ángel Arce, su abuelo, justo cuando marcaba el botón de re-llamada- Será mejor que volvamos, seguro que tu abuela ya volvió de la iglesia y estará echando de menos darme el sermón porque no la acompañé- bromeó.
 
-Si, abuelo, vamos- respondió distraído, mientras guardaba su celular en la chaqueta al no poder volver a comunicarse con Luisana.
 
-¿Te pasa algo?- preguntó Ángel cuando los dos estaban arriba de sus caballos, de vuelta a la hacienda.
 
-Nada, solo la llamada de una amiga que me dejó un poco confundido... No ese tipo de confusiones- aclaró, al notar que su abuelo le daba una mirada lasciva- Amo a Camila y estoy seguro de eso.

-Tu novia es un encanto, Bauti y muy bonita- opinó el abuelo con una sonrisa- Se echó a tu abuela al bolsillo en un tris y déjame decirte que eso no es nada fácil- ambos rieron con ganas- Ahora entiendo porqué sonabas tan enamorado las veces que me hablabas de ella por teléfono. Aunque debo reconocer que me la imaginaba diferente.
 
-¿Como diferente?
 
-Creí escucharte que tu novia era rubia y de ojos claros.
 
-No, no- dijo riendo- Esa es Luisana, mi mejor amiga. Seguro también te hablé de ella por teléfono.
 
-Seguramente. Ya sabes que yo siempre confundo todo- confesó, sin darle importancia. Luego tomó ambas riendas del caballo y miró a su nieto con ojos desafiantes- ¿Una carrera hasta los establos, como cuando eras niño?- propuso juguetón.
 
-¡Claro!
 

                     ***********

Camila sintió como su corazón dejaba de latir, al tiempo que un mareo la invadía. Si no fuera porque Bautista la tenía entre sus brazos, lo más probable es que hubiese caído al suelo.

Las manos empezaron a sudarle y un frío se apoderó de su columna vertebral. Todo se había acabado, pensó de inmediato, al escuchar que Luisana y Bautista habían hablado.
 
-Mi amor, ¿estás bien?- le preguntó Bautista, preocupado- Te pusiste blanca como papel.
 
-¿Qué te dijo Luisana?- preguntó con voz trémula, ignorando lo que él decía.
 
-Todo fue muy raro, ¿sabes?- respondió frunciendo el ceño- Estaba molesta y triste... Comenzó a decirme que estaba saliendo con alguien y me preguntó si a mi me importaba eso, ¿por qué me importaría?- preguntó mirando a la pelirroja, pero fue más bien una pregunta para él mismo, pues definitivamente la conversación con Luisana lo había dejado inquieto.
 
-¿Está saliendo con alguien?- repitió, confundida- ¿En plan amoroso?
 
-Así parece- dijo encogiéndose de hombros- Y la felicité por eso, pero se molestó muchísimo, como si hubiese esperado que yo me enojara o algo así y cuando le pregunté por qué...
 
-¿¡Qué!?, ¿Qué te dijo?- lo interrumpió, desesperada.
 
-Cálmate, Cami- le pidió, frotando los brazos de ella con sus manos, pues la chica estaba inusualmente helada y, además, alterada- No me dijo nada. Al parecer tuvimos problemas de comunicación o algo, porque la llamada se cortó y no pude volver a conversar con ella.
 
Al escuchar que Luisana no había revelado nada comprometedor, Camila sintió como el alma le volvía al cuerpo y sus pulmones se llenaban de aire renovado.

Sonrió a Bautista, aliviada, y sin poderse contener, puso sus manos en las mejillas de él para luego besarlo en los labios. Por un lado, estaba contenta por saber que aún no era momento de despertar de su sueño, pero por otro, se hallaba preocupada, pues las cosas se estaban complicando más de lo que ella pensó.
 
-¿Me quieres explicar qué es lo que pasa?- preguntó un tanto irritado, al sentir que se estaba perdiendo de algo, cuando los labios de Camila dejaron los suyos- ¿Por qué Luisana actuó así? ¿Y por qué tú estás tan nerviosa?
 
-No me pasa nada, mi amor. Solo estoy un poco resfriada por la lluvia de ayer- le aseguró enredando sus brazos alrededor del cuello de él, sintiéndose tranquila cuando notó que Bautista hacía lo propio con su cintura- Y no te preocupes por Lu, ya sabes como es. Tú siempre has sido muy protector con ella, seguro buscaba tu aprobación o algo- configuró, pensando en la relación que ella misma tenía con Bauti cuando eran amigos.
 
-Puede ser- dijo pensativo y no del todo convencido- No sé, todo el tiempo que conversamos, tuve la sensación de que hablábamos de cosas diferentes. Y para rematar, se corta la llamada- chasqueó la lengua con resignación, ya dejando el tema de lado. Luego miró a Camila y le sonrió, mientras le acariciaba la mejilla- Mejor vamos a hacerte un té, antes de que ese resfriado empeore.
 
Se dejó llevar por la cocina, agradeciendo internamente ese problema de comunicación entre Bautista y Luisana.

Y no se refería solo al corte abrupto de la llamada.






Continuará.....
 




♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Me late que se le está acabando el tiempo a Camila

Veremos lo que pasa en los siguientes capítulos

Besos y nos estamos leyendo

Si hay algún error en mis novelas por favor no duden de dejar el comentario, no me molesta y lo iré arreglando. Lo que pasa que por más que las haga y las revise a veces se me pasan nombres o detalles, son muchas y mi neuronas no estan tan activas jaja

Entre Ella o YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora